Editorial
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Comala es uno de los municipios más bellos del estado. Tiene pueblos típicos, maravillosos; es un Pueblo Mágico y por ello recibe muchos turistas y elogios. Sus paisajes, su café, sus parotas y hasta sus famosísimos centros botaneros.
Los problemas de Comala empiezan cuando se habla de sus autoridades. Cuál más, cuál menos, pero varios han causado daños y estropicios tanto a la hacienda pública, como al municipio en general y a la cabecera en particular.
Los alcaldes suelen olvidarse de un hecho muy importante: su principal función y su primera obligación es ser prestadores de servicios públicos de excelencia.
Comala ha padecido alcaldes que han llenado la nómina de parientes, otros que han modificado el sentido de las escasas calles que tiene la cabecera municipal, ahora para un lado, luego para el otro. Nada más para que se diga que algo hacen.
Hoy, Comala tiene un presidente joven, muy joven. Es hijo de un hombre apreciado y respetado en ese municipio y en otros más. Su padre fue presidente municipal y diputado local.
Pero hoy, el presidente municipal de Comala, Agustín Morales Anguiano, ha empezado a producir en sus conciudadanos, y en buena parte de la población del municipio, la percepción de que pudieron haberse equivocado a la hora de elegir a su alcalde.
Cuando eligen a alguien, los ciudadanos, sin importar diferencias ideológicas o de partido, esperan encontrar en el gobernante una instancia de unión, un espacio donde se puedan generar soluciones verdaderas, construir consensos y lograr acuerdos. Eso quieren los ciudadanos. Eso espera la sociedad de los gobernantes.
Los ciudadanos quieren gobiernos honestos y transparentes y que obedezcan el mandato ciudadano y no a quienes, una vez que toman posesión, se asumen como los dueños del pueblo, como caciques de antaño.
La gente de Comala quiere un presidente municipal que los escuche para actuar, que los consulte para decidir y sobre todo, que ejerza un mandato sensible y firme, respetuoso de la ley y de su aplicación.
Por eso, muchos comaltecos piensan que se equivocaron, porque se dan cuenta que su presidente municipal, los trata como si fueran sus sirvientes y no sus mandantes.
El presidente municipal está a tiempo de corregir el rumbo, pero la decisión es suya.
Y usted, amable lector, ¿qué opinión tiene al respecto?
2 comentarios:
Creo que hasta el momento el presidente municipal de Comala ha actuado con certeza en las decisiones que ha tomado, se debe de dar un desarrollo sustentable en el municipio, la decision sobre cambiar los sentidos de algunas calles a mi parecer esta muy bien, solo que como siempre al principio hay inconformidades pero debe de haber un orden en cuestion de vialidades y que bueno que se haya tomado una decision a tiempo y no cuando sea demasiado tarde.
ATTE. GUILLERMO BARAJAS FUENTES
Gracias, Guillermo, por leer el blog. Tienes razón en un punto: la autoridad debe actuar cuando es necesario, aunque la decisión no sea del agrado de la sociedad. Muchos beneficios generan inconformidades iniciales, pero luego la población rconoce las bondades de la obra.
Sin embargo, la gente se queja del trato del presidente municipal hacia ellos. es de su forma de relacionarse con la población, de lo que se quejan y ysa sabemos que en política, la forma es fondo.
Gracias por opinar
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