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lunes, diciembre 07, 2015

Colima: ¿Elección extraordinaria novedosa?




El 17 de enero del próximo año, los colimenses acudiremos a las urnas para elegir a quien gobernará hasta el 31 de octubre de 2021. Se espera una participación ciudadana cercana al 60, es decir, alrededor de 300 mil sufragios emitidos en la jornada electoral del 17 de enero.
La cifra es lógica: en Colima, la participación electoral suele rondar el 60 por ciento. Es una de las entidades federativas con mayor porcentaje de votación en el país. Hasta este momento, no hay razones objetivas, ni subjetivas, que hagan previsible una caída en la votación emitida.
Por una parte, los partidos han hecho su trabajo: han realizado procesos internos para seleccionar a sus candidatos, han acudido a los medios de comunicación para dar a conocer dichos procesos y, no menos importante, los poderes fácticos e institucionales han hecho su parte en la promoción del proceso electoral.
Desde mi punto de vista, a pesar de la existencia de media docena de candidatos, la pugna real por la gubernatura está entre Jorge Luis Preciado Rodríguez, candidato del PAN, y José Ignacio Peralta Sánchez, candidato de la coalición integrada por el PRI, el Verde, el PANAL y el PT.
Los demás, Movimiento Ciudadano y su Locho incluido, van por la permanencia, es decir, por mantener una presencia electoral en el estado y en el caso particular de Locho Morán y su MC, porque necesita convertirse en una alternativa seria, real, creíble, que le permita construir una fuerza política capaz de llevarlo al triunfo electoral en el 2018, vía la senaduría o la diputación federal.
En esta perspectiva, todo cuanto hagan en el PRI y en el PAN será determinante. Desde la integración de sus equipos de campaña, la definición de sus campañas mediáticas, la integración de su propuestas de gobierno y, en el caso particular del PRI, la reestructuración de sus equipos de activismo y movilización, así como los de representación en los órganos electorales.
En el PAN permea el optimismo porque, aseguran, haber ganado seis de 10 municipios, incluidos los de mayor concentración poblacional, les da la seguridad de que pueden repetir el triunfo. Esa sensación se incrementa porque también ganaron 10 de 16 distritos electorales locales de mayoría.
En tanto, en el PRI hay la certidumbre de que deben realizar un enorme esfuerzo para construir estructuras de representación electoral confiables, leales y capacitadas. Asimismo, están inmersos en la reestructuración de su equipo de activismo político y de movilización. Saben que ambas estructuras tuvieron fallas, que hubo simulación y ahora tratan de hacerlo mejor.
En el caso de los panistas, debe reconocerse que, de entrada, todo parece facilitarse: el candidato tiene el control del partido. En la mayoría de los municipios tiene aliados  en las autoridades y representantes populares y, sobre todo, tiene el control de los comités municipales panistas. De igual manera, mantienen aún una base considerable en los mandos medios del gobierno estatal.
En mi opinión, los priistas tienen ahora la ventaja de haber renovado su dirigencia y que ésta se ha dedicado a una sola tarea: preparar la elección extraordinaria. Rogelio Rueda, su dirigente estatal, es un político conocido de los priistas, más allá de sus cargos de elección popular, más allá de su desempeño en ellos, tiene una imagen de político carismático, capaz, que sabe que se juega todo en este proceso.
Pero lo único que no tiene los priistas es tiempo. Este es su mayor enemigo. No se trata solo de depurar y de reestructurar sus equipos de movilización y representación electoral, ni de hacer una buena campaña mediática, ni de presentar propuestas lógicas, congruentes, realizables, a los ciudadanos. Se trata de trabajar a marchas forzadas, de dejar la atonía, el aletargamiento tan propio de los trópicos y de acelerar el paso. Se trata de hacer a un lado la simulación a que tan afectos suelen ser algunos.
Es un camino cuesta arriba y lo importante será ver de qué cuero están hechos los priistas.
En cuanto a los panistas, su optimismo tiene un lado oscuro: con excepción de Manzanillo, sus victorias en los municipios y distritos no les aseguran a los panistas y su candidato a gobernador, el triunfo electoral de manera automática. En el caso de Colima y Villa de Alvarez, por citar un ejemplo, los panistas ganaron las alcaldías y cuatro de ocho diputaciones locales, pero perdieron la elección de gobernador en ambos municipios.
Veremos y comentaremos.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1. La integración de los equipos de campaña de los candidatos es una señal de cómo piensan jugar en este procesos electoral. Por el lado del PAN y el MC no se esperan sorpresas de última hora; en cambio, en el PRI se ha especulado mucho al respecto. Hoy o mañana tendremos información definitiva al respecto.
2. Una buena gestión la del gobernador Ramón Pérez Díaz ha sido la realizada hasta hoy. Cumplir sus obligaciones y pagar adeudos al magisterio y  los apoyos a personas de la tercera edad, entre otros, nos dice que entiende a cabalidad cuáles son las responsabilidades inherentes a su cargo. ¡Tan mal estaba la situación, que la nota fue que todos los trabajadores del gobierno estatal, todos, cobraron oportunamente su quincena!
3. El método más eficaz de hacerse amigos fieles es felicitarlos por sus fracasos. Emile M. Cioran

jueves, noviembre 26, 2015

Colima: panistas en fuga



La Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) informó haber solicitado orden de aprehensión en contra del subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana de la Secretaría de Gobernación.
La fiscalía —dependiente de la Procuraduría General de la República— señaló haber consignado la averiguación previa relacionada con presuntos delitos electorales cometidos por Arturo Escobar en su carácter de ex vocero del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), así como de  empresarios relacionados con las compañías Proyectos Juveniles SA de CV, Multiservicios de Excelencia RQ de SC y Cards & Systems Solutions, SA de CV,  por las aportaciones en dinero y en especie, a pesar de la prohibición legal para ello, contemplado en el artículo 15 de la LGMDE.
De igual forma, la dependencia federal solicitó la consignación de Rigoberto Salazar Velasco por el presunto delito de coacción y al dirigente del Comité Directivo Estatal del PAN, Jesús Fuentes,  lo acusa de haber manipulado listas electorales y fabricado pruebas para anular la elección a gobernador de Colima.
Arturo Escobar presentó su renuncia al cargo ocupado en la Secretaría de Gobernación para atender, dijo, todo lo relacionado con este asunto.
En el caso del exsecretario de Desarrollo Social del gobierno colimense,  desconozco si ha hecho declaración alguna al respecto, pero quien ya hizo cuanto suele hacer es el dirigente estatal panista,  quien dice que todo es obra del gobierno federal, que los demás son los corruptos, los falsificadores y no él. Lo típico en él. Los demás son culpables y él no lo es.
Pero quien presentó los documentos fue él y el abogado que llevó el caso, por supuesto. A quien se acusa de haber manipulado, adulterado y falsificado documentos oficiales es a él, no  a Jorge Luis Preciado, sino a él, Jesús Fuentes.
No es cosa menor, porque se trata de hacer procesos limpios, claros, ajustados a Derecho. Falsificar pruebas está muy lejos del ejercicio ético exigible de manera cotidiana a los políticos y más, mucho más, a quienes detentan cargos directivos en los partidos.
Darse golpes de pecho  maldecir a los demás, señalar las fallas de los demás sólo pretende desviar la atención, pero el asunto está allí, en la deshonestidad comprobada,  en el hecho cierto de ver cómo los panistas son capaces de todo, de todo, con tal de alcanzar sus propósitos.
Pero el asunto no termina allí, no se queda sólo en lo hecho en el proceso electoral pasado, sino que en éste ya hay una enorme lista de violaciones a ley electoral y demás disposiciones legales, la última de las cuales es la presencia en un acto de proselitismo político del precandidato a la gubernatura, Jorge Luis Preciado Rodríguez, del alcalde panista de Coquimatlán, Orlando Lino Castellanos. Nada tendría de ilegal el asunto sino hubiera sido porque el acto se realizó en día y hora de labores del señor alcalde  de Coquimatlán.
Pero donde se nota el cinismo panista en que quienes difundieron las pruebas de este delito electoral, fueron los propios panistas que manejan la página de  Facebook que el propio Jorge Luis Preciado tiene en esa red social.
Con su participación en este acto  partidista en un día hábil y horario laboral, el presidente municipal panista de Coquimatlán violó el principio de imparcialidad en la aplicación de recursos públicos. Así de sencillo. ¿Merece el señor alcalde panista  ser sancionado por la autoridad encargada de estos delitos electorales, la Fepade?, por supuesto  que sí.
¿A quién culparán el señor dirigente estatal panista, Jesús Fuentes y el señor presidente municipal de Coquimatlán, Orlando Lino, por este delito electoral cometido por el edil panista?
¿Volverán a decir que es una injerencia del presidente de la república?
Vamos a esperar por la respuesta.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1. El gobernador del Estado, Ramón Pérez Díaz, designó ayer como su secretario de Planeación y Finanzas a Carlos Noriega García. Un nombramiento que, de entrada, parece acertado. Habrá que esperar sus primeras acciones en el cargo para iniciar el juicio sobre su desempeño. La tarea es durísima, sobre todo porque es el área más sensible por el quebrantamiento de las finanzas estatales y la urgente necesidad de solventar gastos enormes por los pagos de aguinaldos y demás prestaciones decembrinas a los trabajadores del gobierno estatal.
Adicionalmente a ello, se tienen los problemas de los créditos a corto plazo con vencimiento al último día de este año.
Dura tarea, complicada.   
2. Locho Morán va por lo suyo. Mantener como piso el 12 por ciento obtenido en la elección del 7 de junio es una sensata meta inicial. Su estilo estridentista de hacer campaña, puede ayudarle un poco; sin embargo, el apoyo del equipo de marcadotecnia política pagado por el alcalde de Guadalajara, Enrique Alfaro es lo mejor que tiene.
3. No estamos en una época de larga duración, de proyectos indefinidamente pensados, sino de lo inesperado, de lo flamante, de lo reversible, de lo inmediato, de lo precario, del individualismo egoísta, cuando no del cinismo autista. Jacques Attali.





lunes, noviembre 23, 2015

Colima: La Seguridad Necesaria




En teoría, la política debe ser un ejercicio ético cotidiano. En teoría sí, pero en la realidad, los servidores públicos,   los legisladores locales y federales; en suma, la mayoría de quienes participan en la función pública están lejanos de apegarse a los valores aceptados por la sociedad, exigidos por la sociedad. Los ejemplos los vemos todos los días.
En Colima estamos inmersos en un nuevo proceso electoral. Por razones atribuibles única y exclusivamente al exgobernador Mario Anguiano Moreno y a algunos de sus colaboradores, se llevará a cabo una elección extraordinaria de gobernador.
Este proceso electoral se llevará a cabo en medio de un ambiente rodeado de violencia, de inseguridad pública. Si bien es cierto que vemos actuar a las autoridades para combatir la inseguridad existente, debemos reconocer que es necesario acometer con grandes recursos el problema de la seguridad pública.
En esto no hay partidismos, sólo ciudadanos  que exigen respuesta.
Proveer a la seguridad pública corresponde a todos los gobernantes y es demanda de toda la sociedad.
Como saben los profesionales del Derecho: la razón fundante del Estado es la seguridad. Los hombres se reúnen para conseguir entre todos lo que ninguno puede obtener por sí mismo: la seguridad que le permita vivir su existencia en paz, con la tranquilidad debida.
Por eso, un Estado que no satisface esta exigencia original,  reniega de su origen y carece de justificación verdadera.
Por supuesto, el Estado no sólo debe proporcionar seguridad, sino también debe establecer las condiciones de la libertad y la justicia.
¿Qué pasó con la seguridad pública en Colima?, por qué ahora tenemos tantos problemas con ella?, ¿por qué es ya un asunto que pasó de mera seguridad pública, a seguridad nacional?
Ha pasado muchas cosas en los últimos 10 años, pero todas tienen que ver con el manejo faccioso de la seguridad, con los aciertos y fracasos en la aplicación de políticas públicas y en la atención de ciertos grupos y hasta de verlo como un mero asunto policial. De armas y balas.
En estos 10 años ha habido una enorme cantidad de recursos humanos, materiales y económicos destinados a combatir la inseguridad. Más personal, más capacitación, más armas, más balas, más enfrentamientos a tiros con las bandas delictivas, pero la verdad es que el dispendio, la corrupción, las traiciones, la falta de coordinación institucional es lo que han caracterizado estos tristes 10 años en materia de combate a la delincuencia en Colima.
Al menos en el discurso, se ha invertido, a lo largo de estos 10 años, en materia de formación de recursos, dotación de equipo y mejoramiento de las condiciones de trabajo, creación de las profesiones destinadas a dar seguridad a los ciudadanos, información oportuna y suficiente, estadística confiable y criminalística moderna.
¿De qué ha servido todo esto?, ¿podemos decir, sin temor a equivocarnos que hoy tenemos mejores condiciones de seguridad que hace 10 años?
Por supuesto, los colimenses tenemos presente que  para mejorar la seguridad de todos los colimenses no bastan la reforma de las leyes, recursos económicos, gendarmes, coordinación entre autoridades y niveles de gobierno, sino que es necesario ir a fondo y se requiere hablar también de trabajo, salario, educación, vivienda, alimento y, sobre todo,  esperanza.
Sí, de esperanza, porque la gente quiere tener esperanza de que es posible volver a vivir en paz. 
La gente, la mayoría de los colimenses, estamos metidos en nuestra lucha cotidiana por sobrevivir. Esa es una verdad innegable. La crisis económica sólo es ligeramente menor a la de inseguridad, pero ésta acrecienta aquélla. El impuesto del miedo es el más grande y doloroso que los colimenses pagamos todos los días.
Por eso me parece necesario que el gobierno estatal que iniciará sus funciones en febrero de 2016, establezca un combate integral al crimen. Porque la miseria, la enfermedad y la ignorancia influyen en las estadísticas del crimen. Porque es sabido que la falta de oportunidades de trabajo que les permita resolver sus problemas básicos,  obliga a buscar alternativas de sustento al margen de la ley.
Hoy, parece haber una luz en el profundo hoyo donde nos hallamos hundidos.
Los colimenses esperamos las propuestas concretas, viables, funcionales, de los aspirantes a gobernarnos.
Estamos a la espera.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1. Cambiar prácticas de gobierno es lo importante,  dijo Indira Vizcaíno, expresidente municipal de Cuauhtémoc. Más allá de la alternancia de partidos en un gobierno determinado: federal, estatal o municipal, lo importante, dice la perredista Vizcaíno, es modificar los patrones de conducta en beneficio de los gobernados. Pasar del discurso a los hechos. Por eso, dijo en entrevista concedida al portal  afmedios.com, los ciudadanos deben examinar con cuidado a quienes promueven la alternancia como solución a los problemas que padecen los colimenses.
Suscribo.
2. En medio del jolgorio decembrino iniciará la campaña extraordinaria. Las fiestas de la Virgen de Guadalupe estarán en el último tercio, las posadas estarán a punto, luego viene navidad, año nuevo y el día de Reyes. Una campaña muy festejada.
3. Los bravucones se alimentan del hartazgo de sus oyentes. El fanfarrón gana cuando logra sacar de quicio al otro, cuando lo coloca en su terreno al entrar en su propia disputa. La provocación prende cuando el tranquilo se torna iracundo. Jesús Silva Hérzog Márquez