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miércoles, septiembre 29, 2021

 29 de septiembre de 2021

Agenda Polìtica

Por: Miguel Acosta Vargas

 

La vida política de Colima està como el clima: ardiente y húmeda, a la vez. Como en cada sexenio, los encuentros y desencuentros políticos están a la orden del dìa. El todavía gobernador del estado, Josè Ignacio Peralta Sànchez, està metido en un berenjenal en donde se mezclan los problemas económicos y las decisiones tomadas en los últimos años, aunque particularmente en los meses transcurridos en este año.

La victoria de la señora Indira Vizcaìno Silva era predecible, incluso antes de iniciar la campaña, pero la victoria en la gubernatura no se manifestó igual en las diputaciones locales porque, aun cuando entre Morena y sus aliados tienen la mayoría de las votaciones locales, no necesariamente podrán tener la mayoría absoluta y mucho menos la mayoría calificada, es decir, no tendrían los 13 votos seguros y muchos menos los 17 necesarios para la mayoría calificada.

Por esa razón, tenemos el margallate legislativo actual, donde la señora gobernadora ha pedido se lleven a cabo algunas modificaciones a la constitución local y se procesen algunos nombramientos, además de la consabida modificación a la estructura gubernamental actual para dejarla reducida al número ofrecido durante la campaña.

Dos son los asuntos màs complejos: el nombramiento del nuevo Fiscal General del Estado y la modificación al Tribunal de Arbitraje y Escalafòn, en este último se pretende quitar la representación de los sindicatos y convertirlo de Tribunal Colegiado a Tribunal Unitario.

La elección del nuevo Fiscal general fue procesada prácticamente sin problemas y Bryant Alejandro García Ramírez fue nombrado, en apariencia, con apego estricto a lo dispuesto por la Constituciòn local y leyes aplicables.

El nuevo fiscal es hijo de Gilberto Garcìa Nava, quien también ocupò ese cargo con Gustavo Vàzquez Montes.

En diversos medios se manejò una información: el nuevo fiscal nació en USA, es decir, no es mexicano por nacimiento y con ello incumple el primer requisito marcado en el artículo 83 de la Constituciòn del estado de Colima.

El texto de dicha disposición es la siguiente: “Artículo 83

Para ser Fiscal General del Estado se requiere:

I.             Ser ciudadano mexicano por nacimiento en ejercicio de sus derechos y no poseer otra nacionalidad;”

Si este desacato legal puede o no generar problemas legales en el cumplimiento de sus obligaciones es un asunto de la competencia de los abogados, quienes podrán ilustrarnos al respecto.

El asunto màs controvertido es, precisamente, la modificación constitucional en lo relativo al Tribunal de Arbitraje y Escalafòn y ahì viene el primer choque directo entre el Sindicato dirigido por Martìn Flores y la señora gobernadora. La plaza està caliente y los trabajadores están ya en la calle y debo destacar un hecho: sacar a protestar a los miembros de una organización es algo relativamente sencillo; sin embargo, regresarlos al cauce institucional requiere mucho mayor esfuerzo, sobre todo si hay quienes, como en el caso del aùn diputado Vladimir Parra, se encargan de enervar y enfrentar verbalmente en discusiones estèriles a los trabajadores y sus dirigentes.

Para complicar màs el asunto, mañana, muy probablemente, tampoco se pagarà la quincena oportunamente a  trabajadores activos, jubilados y pensionados del gobierno estatal.

En fin: la señora gobernadora tiene ante sì el peor escenario posible y sòlo resta un mes para su toma de posesión.

Veremos què sucede.

 

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

 

1.- Tiene razón la señora presidente municipal de Manzanillo: jamàs ha accedido ni negociado ante nadie, ni con nadie. Su voluntad ha regido sus actos. Bien por ella. No hay a quien echarle la culpa, o la responsabilidad, por sus desaciertos. Por lo pronto, tiene el primer lugar en observaciones hechas por el OSAFIG, màs de 500. Una medalla màs para presumir.

2.-  Le sugiero, amable lector, tome nota de còmo inician las bancadas en el congreso local para llevar la bitácora de còmo se desconfiguran y reconfiguran en el primer año de ejercicio.

3.- El oficio de crítico es incómodo. De entrada, no puede uno participar en las fiestas y permitir que el regocijo embriague. Incluso en pleno júbilo se está obligado a buscar grietas y advertir nubarrones. El crítico es un solitario. No puede haber equipo. La conciencia no puede tener camiseta. Se es un observador del juego y sus reglas. La euforia de los victoriosos y la congoja de los derrotados son asuntos de los contendientes y nada más. Las antipatías deben ser domeñadas. También las simpatías. Ni detractor ni porrista sistemático. El estado de ánimo no puede guiar la pluma. Un amargado no puede ser un buen crítico. Tampoco el optimista ciego. Federico Reyes Heroles.

Agenda Política (agendapolitica.blogspot.com)

 

 

 

jueves, septiembre 23, 2021

20 de noviembre de 1990

Agenda Política

Por Miguel Acosta Vargas

EN nuestro país, se ha convertido en una perniciosa costumbre que los políticos, más concretamente los titulares del Poder Ejecutivo, tomen decisiones para la aplicación de una política pública basados fundamentalmente en consideraciones de carácter político. Ello podría parecer lógico, es decir, que las decisiones tomadas por los políticos estuviesen en función de consideraciones de ese tipo. Sin embargo, tal forma de enfocar este asunto presupone el abandono de otra clase de razones y asume el privilegio de lo político por sobre todo lo demás.

Esta manera de tomar decisiones llevó al país grandes fracasos y convirtió en costosa costumbre de posponer toda decisión que implicase riesgos de tipo político, aun cuando fuese algo urgente y necesario de realizar en el corto plazo.

Ante esta situación, es gratificante observar en Colima a polìticos capaces de afrontar riesgos y tomar decisiones para emprender una determinada obra, cuya justificación técnica y social ha quedado plenamente demostrada, en el preciso momento en que la mayoría de los miembros de la llamada clase política se dedican más al cuidado de su imagen o a labores de proselitismo en busca de alcanzar un objetivo personal, que al cumplimiento de sus obligaciones como servidores públicos.

En este contexto, la decisión de Carlos de la Madrid Virgen, alcalde de Colima, de construir el drenaje profundo en la avenida San Fernando, precisamente cuando forma parte del conjunto de colimenses entre los que el PRI habrá de seleccionar a su candidato a gobernador, es digna de reconocimiento público.

Su decisión en sí misma es acertada. No sólo porque durante muchos años los colimenses han sufrido severas inundaciones, sino porque en éste, según los expertos, el temporal de lluvias fue extraordinario en décadas Más aún, los trabajos se inician en el mes de noviembre, y ello se debe a la radicación tardía de los recursos necesarios para llevarlos a cabo.

Este proyecto se financia de una manera singular, debido a que intervienen los tres niveles de gobierno y los beneficiarios de la obra.

Cabe señalar que el gobierno federal aporta el 40 por ciento, el estatal el 25 por ciento y entre el ayuntamiento y los beneficiarios, completan el 35 por ciento restante.

Los recursos aportados por ayuntamiento y beneficiarios se obtienen, en principio, vía crédito otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), a través de Banobras . De la rigidez de la normatividad impuesta par el BID hemos hablado en otras ocasiones, así como de las consecuencias negativas que origina.

De esta manera, quienes critican al alcalde por haber tomado la decisión de emprender esta obra, olvidan algunas consideraciones importantes, la primera de las cuales es que la posposición habría incrementado el costo económico; segundo, se habrían tenido que regresar los recursos no ejercidos y, tercero, un alcalde no debe realizar sólo aquellas obras que le reditúen altos beneficios políticos.

Así, la conclusión de la obra en los plazos fijados de antemano, resulta de vital importancia. En este asunto, el tiempo es un factor en contra y, por ello, resulta un elemento fundamental. El término de los trabajos se tiene proyectado para el veinte de diciembre de este año.

Todo esto nos lleva a una conclusión: en la alcaldía, hay alguien capaz de actuar con inteligencia, atingencia, honradez, eficiencia y, lo más importante, dispuesto a cumplir su obligación anteponiendo los intereses de la comunidad a los propios, por muy legítimos que éstos pudieran ser.

Esto, por desgracia, no es común en nuestro medio político.

 

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

Uno. Este fin de semana fue muy agitado para los aspirantes a la gubernatura del estado. Por una parte, el sábado se reunieron en Manzanillo, en la casa de Cecilio Lepe Bautista, Roberto Ánzar Martínez, Socorro Díaz Palacios y Carlos de la Madrid Virgen.

Por otra parte, el viernes estuvieron Carlos Vázquez Oldenbourg, Carlos de la Madrid Virgen y José Luis Santana Rodríguez, en la Universidad de Colima.

El motivo fue asistir a la conferencia magistral: "La política pública como gestión gubernamental" impartida por Luis F. Aguilar Villanueva. Por cierto, con este acto culminó el curso "Análisis y diseño de políticas públicas", realizado del 12 al 16 del presente.

Dos. Los priistas de tres municipios tienen la posibilidad de quitarse de encima a los malos alcaldes que padecen, la solución es sencilla: basta nominarlos a un cargo popular donde no hagan daño.

Tres. Hace algunos años, en 1982, conocí a Carlos Vázquez. Por aquel entonces andaba en campaña (aunque vale decir que siempre anda en campaña) y mi conocimiento de él no fue personal.

En 1985, en plena campaña, pude hacerme una idea más exacta de la clase de político que es Carlos Vázquez. Hombre de acción -hiperactivo tal vez-, no paraba un minuto. Tan pronto emprendía una actividad en un lugar como en otro totalmente distinto.

Por aquel entonces no logró su objetivo político de alcanzar un cargo de elección popular. Ello no lo desanimó y se mantuvo fiel a su partido.

Hoy, sus adversarios políticos, que los tiene en demasía, lo atacan sin piedad y pretenden impedir nuevamente que alcance su objetivo. Ello me parece injusto, porque Carlos Vázquez es, pésele a quien le pese, un político valioso, inteligente, experimentado, honrado, carismático, como hay pocos en su partido, el PRI.

En efecto, Carlos Vázquez Rangel, dirigente de la Confederación Nacional de Organizaciones Liberales (CNOL), merece mejor suerte, al menos en esta ocasión.