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martes, junio 27, 2000

Labastida Ochoa, Victoria Aparente

Las campañas políticas llegaron a su fin. Las posiciones están definidas y poco hará variar los resultados previstos. Pocos dudan ya de la victoria de Francisco Labastida Ochoa. Tanto Vicente Fox Quezada como Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano reconocieron ya que la victoria del priísta es previsible. El panista lo hizo al hacer una nueva convocatoria para que todos los perredistas se sumen a su campaña. En su cierre en el Distrito Federal, puso como plazo límite el miércoles 28 de junio para que el perredista responda si se une o no al panista.

La respuesta la tuvo desde el mismo lugar. Cárdenas le respondió claro y rotundo: si realmente tuviera el 40, el 42 0 46 por ciento, ¿invitaría al perredista a sumarse? Pero no sólo le dijo que no, sino que lo llamó traidor a la patria, demente, loco, mentiroso, delincuente electoral y todo lo demás.

En defensa de Fox Quezada (como si se pudiera defender lo indefendible), salió el ínclito Jorge G. Castañeda, exasesor de Cárdenas y ahora asesor de Fox. Dijo que el mismo Cárdenas recibió recursos económicos en 1992 (¿hubo campaña electoral en ese año?) y que nunca informó ni rindió cuentas de ello. Triste defensa. No sólo triste, sino estúpida. Jorge G. Castañeda salió en defensa de su candidato y jamás negó que Fox Quezada, candidato panista y verdeecologista a la presidencia de la república, hubiera recibido fondos del extranjero para su campaña ( mediante triangulaciones entre empresas familiares y Los Amigos de Fox), ni que ello no fuera constituyente de un conducta delictiva. Simple y llanamente dijo que, también, Cárdenas recibió recursos ilegales y nadie dijo nada. Es decir, Jorge G. Castañeda reconoció que, en todo caso, ayudó a Cárdenas a violar la ley y, ahora, ayuda, asesora y apoya a otro violador de la ley. ¡Vaya caso!

Repito, Labastida, todo parece indicar, tiene el camino andado y sólo es necesario echar a andar la maquinaria priísta, esa que tantos y tantos triunfos le ha dado al partidote. Ese aparato tan vilipendiado en muchas ocasiones y tan halagado en otras, Esa estructura compuesta de millones de mexicanos dispuestos a llevar a la victoria a su candidatos.

Pero hoy, no se trata sólo de ganar, porque no es la máxima aspiración de los mexicanos, cualquiera que sea su filiación política. Hoy, debemos reconocerlo, no sólo está en juego quién gobernará, sino también para qué y hacia dónde se gobernará. Por ello, lo que está en juego es nuestra vida futura, la vida futura de los mexicanos. De ahí que quien se interesa en el porvenir distante, debe interesarse ante todo en el futuro inmediato. Lo he dicho otras veces, y lo reitero: para que en el futuro prevalezca cierta versión de México: es preciso proponerla en las ofertas electorales, ganar la voluntad de los ciudadanos y vencer en las elecciones. Luego, por supuesto, cumplir la palabra empeñada. Este será el máximo compromiso de Francisco Labastida Ochoa. Cambiarlo todo, para que todo cambie. No puede, no debe, haber cambios aparentes, superficiales o de forma. Hay que ir al fondo de la vida nacional. De lo contrario, podría ser la última victoria presidencial priísta.

Nos hallamos, pues, en una circunstancia y ante unas perspectivas diferentes. Eso es lo que debemos enfrentar y comprender. A lo largo de estas décadas no sólo variaron las condiciones de la vida y se multiplicaron los personajes de la historia. Han sucedido otras cosas. El saldo tiene dos columnas, una luminosa, la otra sombría: los debes y los haberes.

México atraviesa una etapa histórica en la que se vive una profunda transformación en su vida política, económica y social. Este cambio obliga a todos los sectores de la sociedad a involucrarse más en el proceso de renovación para que los cambios se hagan siempre dentro del marco del régimen de Derecho, principio fundamental de nuestra Constitución Vigente.

Hoy asistimos a la lucha por el poder. Sabemos lo que ella representa. Hemos padecido, mil veces, las consecuencias. Y no quisiéramos sufrirlas de nuevo. Miro al país empeñado en descifrar los signos del porvenir. Quiere saber, por ejemplo, quién lo gobernará. Esto es importante, pero en todo caso no tiene, ni de lejos, la importancia radical que tendría conocer -y algo más: resolver, con un poderoso trabajo de la voluntad- cuál será el rumbo de la nación. Primero hay que repensar a México. Si no lo hacemos primero, alguien lo hará por nosotros.

Esto les propongo: primero, establezcamos un rumbo, pensemos a dónde queremos llevar al país, nuestro país. Después, en la soledad de la urna electoral, establezcamos ese rumbo y votemos por el capitán que deseamos como conductor para el sexenio siguiente.

Esta es la reflexión. Este es el momento. Esta es la responsabilidad.

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1.- A nivel local, parece que el PRI navegará en aguas menos turbulentas que las presagiadas al iniciar la campaña electoral. Este no ha sido el año del PAN , particularmente. Me explico: tuvo problemas desde hace ya tiempo por la triste actuación de Jorge Luis Preciado Rodríguez, a quien Bibiano Moreno Montes de Oca llamó “Cornelio Cornutto” y por ello fue demandado penalmente por el panista. Todo el tiempo fue un auténtico chivo en cristalería este diputado. Me consta. Trabajé en el Congreso como asesor de la fracción priísta y conocí de primera mano sus hechos, actitudes y estupideces.

En sus ansias por ser nominado a senador por su partido, se echó encima de quien lo había llevado al congreso local: Víctor Torres Herrera, sobre todo cuando éste, en compañía del actual secretario general panista y encargado del despacho, Francisco Javier Maurer Ortiz Monaterio –cuñado del candidato estrellado de Carlos Vázquez Oldenbourg, Antonio Ramos Salido y Herrera– acudieron a una entrevista con el secretario general de gobierno, en el despacho de éste. Al día siguiente, o al tecero o al cuarto, Jorge Luis Preciado Rodríguez, a quien Bibiano Moreno Montes de Oca llamó “Cornelio Cornutto” , dio la nota: Fernando Moreno Peña, gobernador constitucional del estado, había ofrecido transar en el asunto de la acusación de violación y de robo que tenían el presidente de Minatitlán y el diputado panista de Villa de Alvarez. Sólo falsedades, pero cómo causaron revuelo. Los propios panistas, Víctor y Maurer, me hablaron para disculparse y deslindarse de las declaraciones del diputado éste.

En fin, su batalla siguió contra todo y contra todos; contra Martha Sosa, contra Víctor Torres, contra Jaime Salazar Silva… y así le fue. Nada logró, excepto que Víctor Torres no fuera senador, al enviarlo a la segunda posición. No lo quieren sus propios compañeros de partido y tan corresponde a la verdad lo que digo, que ya en Villa de Alvarez están hasta la coronilla de él, por el daño que le ha hecho a los candidatos panistas con sus actitudes y desplantes y, sobre todo, porque ya se siente el señor secretario del ayuntamiento.

Pero no acaban aquí los males de los panistas. Ahora, su candidato a diputado local por el segundo distrito, un tal Polo de la Rosa, o algo así, fue sustituido por Pedro Peralta debido a que el tal de la Rosa, o algo así, fue acusado de haberle birlado una lana a una señora. Un dinero que esta señora habría ido a depositar a una de las cajas de JOV y el panista la depositó en la cuenta de un pariente “ por un error administrativo”, según la nota que leí. Los panistas son así: cuando los priístas cometen un delito de esa naturaleza, son expoliadores del pueblo, rateros, chinches prietas y toda laya de adjetivos foxistas. ¡ah, pero si el delincuente es un panista, entonces, sólo se trata de “error administrativo”.

Estos son los candidatos del cambio, los candidatos de la honradez, de la honestidad a toda prueba. Las caras nuevas que proponen a la sociedad. Los nuevos valores. Jorge Luis Preciado y Polo de la Rosa, entre otros, representan sólo algunos casos de las mentiras panistas.

2.- “(…) 1.- " (…) Después de la exposición gráfica del informe financiero se generaron por parte de los consejeros una serie de cuestionamientos referentes a que muchos de los gastos presentados carecen de justificación, destacando otros aspectos que en los egresos de la presidencia se transfirieron gastos generados para la campaña de gobernador como por ejemplo los de los anuncios espectaculares y otros que incrementan en más de un millón de pesos los egresos correspondientes a la presidencia lo cual advirtió el diputado Jaime Salazar por ser del conocimiento general al momento de auditar por parte del Instituto Electoral del Estado se darán cuenta que estos gastos mayúsculos corresponden a la campaña con lo cuál se rebasaron topes de campaña poniendo en riesgo al partido de una fuerte sanción e inclusive hasta la pérdida del registro o bien el retiro del financiamiento público (…)".

Lo anterior es un párrafo del acta de la sesión ordinaria del Consejo estatal panista, realizada el seis de septiembre de 1997. Pero al tratar el punto cuarto del orden del día, referente al informe del tesorero del Comité directivo estatal panista, se dieron discusiones muy fuertes y en tono nada comedido e incluso violento y tomaron varios acuerdos al respecto y rescato para los lectores de esta columna el cuarto acuerdo tomado en relación con los gastos de campaña: " (…) CUARTO: Se autoriza al Tesorero para que en la medida de lo posible ajuste los gastos de campaña que fueron cargados a los de la presidencia para que puedan ser presentados ante el Organo Electoral tal y como lo establece el Codigo Electoral del Estado, esto con la finalidad de no afectar al partido en lo externo, sin embargo en lo interno se procederá con los responsables en base a las investigaciones de la Comisión de Vigilancia. (…)".

Vale la pena aclarar que las citas textuales han sido precisamente eso: textuales. Por ello, los errores de ortografía y sintaxis son responsabilidad del escribiente del acta.

Y para documentar su optimismo acerca de la ética, honorabilidad, honestidad, congruencia y honradez de los panistas, reproduzco otras líneas de dicha acta.

"(…) En el quinto punto del orden del día correspondiente al informe del proceso electoral se le concedió el uso de la voz al sr Roberto Huerta Duarte, Secretario de Acción Electora quien rindió un informe perfectamente detallado de todo el proceso electoral…(…) con relación a la campaña de Gobernador hizo un recuento del tiempo en que el candidato visito los municipios de Manzanillo, Tecomán, Armería, Ixtlahuacán y Minatitlán, concluyendo que el tiempo empleado por el candidato Enrique Michel fue muy poco por lo que se presume que esa fue la principal causa de la derrota de nuestro candidato, independientemente de que se hayan presentado una serie de irregularidades, finalmente comparó los resultados a nivel estatal de las elecciones de 1994 en el cual Acción Nacional obtuvo 64 000 votos aproximadamente con un presupuesto de 300 000 pesos , contra 74 000 votos obtenidos el pasado 6 de julio con un presupuesto de 5 000 000 lo cual nos dá una idea del costo de cada voto para nuestro partido, (…)".

Hasta aquí la transcripción de algunas partes del acta de la sesión panista. Los comentarios acerca de si existe concordancia entre los dichos y los actos de los panistas los haremos en otra ocasión.(..)”

Lo anterior fue publicado hace ya mucho tiempo, pero, por lo visto, nada ha cambiado en el campamento azul.

3.-“(…) Con audacia se puede intentar todo; mas no se puede conseguir todo(…)”. Napoleón Bonaparte

viernes, junio 23, 2000

¿Cómo Votar por El?

¿Por qué votar por él? ¿Cómo explicarles a mis hijos, a mis amigos, a mis parientes, que mi voto sería en su favor? ¿ Cuáles son los valores que propone? ¿Cuáles son los hechos que avalan sus palabras? ¿ Dónde está la coincidencia en principios, en ideología? ¿ Cómo creer en alguien que viene de las profundidades, del sótano del sistema? ¿Cómo creer en alguien que apoyó al salinismo? ¿Cómo? ¿Cómo?

Estas son algunas de las preguntas que me hice cuando un amigo a quien mucho aprecio me invito a votar por su candidato. Conoce mis puntos de vista, mi forma de pensar. Es una persona muy inteligente, muy inteligente, Tiene mucho tiempo de militar en su partido. Eventualmente escribe en un diario local acerca de su candidato a la presidencia de la república. Quienes le conocen saben de su inmensa capacidad y bonhomía.

En fin, mi amigo intentó convencerme, una vez más, de las bondades de su candidato. Más allá de su lenguaje pedestre, de su incapacidad para esgrimir argumentos, de su intolerancia a quienes disienten de su forma de pensar, me dijo de su obra cuando fue gobernador. Asimismo, soltó el clásico rollo de que ya basta de lo mismo y lo mismo.

No fue lejos por la respuesta e inicié por el final. En realidad, le dije, voy a votar por quien me ofrece un camino seguro, una ruta conocida, un camino andado. Voy a votar por quien me ofrece, efectivamente, más de lo mismo. Y espero que cumpla, porque, de lo contrario, seré el primero en reclamarle. Quiero más presupuesto para la educación pública, más recursos para la seguridad social de quienes menos tienen, más casas para quienes apenas ganan tres o cuatro salarios mínimos, más recursos para la seguridad nacional, más efectividad en el desempeño de la función pública, más apoyo a la educación superior, más transparencia en el ejercicio de los recursos públicos.

¿Cómo votar por uno de los cómplices de Salinas? ¿Cómo votar por quien recibe ilegalmente recursos de empresas y empresarios para financiar su campaña, actos prohibidos por el código electoral? ¿Cómo votar por quién miente descaradamente y pretende descalificar las pruebas presentadas por el PRI de que habría recibido financiamiento ilegal, aduciendo que son difamaciones? ¿Cómo creer a quien entregó las supuestas claves de su partido y el verde, muy verde, ecologista para abrir el compacto que contiene la información del FOBAPROA, claves eran falsas? ¿Cómo votar, por qué elegir como presidente de este país a quien miente tan descaradamente y piensa que los mexicanos somos idiotas que nos vamos a tragar sus mentiras?

Lo dije hace ya mucho tiempo: nada bueno podía esperarse de un presidente de la república que era capaz de hacer pedazos todo el legado económico, cultural e ideológico que nos había dejado la revolución. Lo dije cuando los panistas estaban felices porque salinas de Gortari ponía en marcha su programa económico y político: la privatización del ejido, el asunto de la iglesia, las concertacesiones, todo fue dado en pago al reconocimiento de su triunfo en 1988, todo fue dado a los panistas, el nuevo partido de Salinas.

Hoy escucho el mismo discurso de Salinas: un mundo nuevo, una constitución nueva.

Ante este panorama, reitero mi pregunta: ¿cómo puedo votar por Fox? ¿ Cómo puedo votar contra mis principios, contra mis ideales? ¿Cómo puedo apostar a quien hoy sostiene una tesis y al rato la cambia sin razón alguna, más que la de ganancia personal?

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1.- Mostraron su verdadero calibre quienes se opusieron a que Cuauhtémoc Cárdenas visitara la UNAM: Sólo a locos o estúpidos o, peor aún, a fascistas, pudo habérseles ocurrido la idea de negarle la entrada a la máxima casa de estudios del país.

Hace ya tiempo publiqué cuatro columnas acerca del pasado, presente y futuro de la universidad de Colima. Algo de lo entonces escrito podría reiterarse ahora a propósito de este asunto, dije entonces que: “(…)En ella existen, florecen, deliberan y hasta combaten todas las corrientes del pensamiento político, social, económico, estético, ético y moral. Así sucede donde prevalece el pensamiento libre. Y es precisa y vital la existencia de libertad, toda la libertad, entraña esencial de la universidad. Sin aquélla, no hay verdadera universidad; sería, cuando más, una escuela o un taller o, en el último de los casos, un convento o monasterio. Pero también debe darse un hecho: la libertad de unos no debe impedir la libertad de otros. Lograr ambos aspectos caracteriza el buen gobierno de una nación y también el buen gobierno de una universidad. … Universidad es pluralidad. Pluralidad de pensamientos, de ideas, de opiniones. Y es también libertad para discutir, para proponer nuevos rumbos, nuevas vías, nuevos métodos de trabajo, de participación y de solución de los problemas enfrentados por la comunidad universitaria. La universidad es patrimonio de todos, no la tiene escriturada nadie (…)”. Fin de la cita.

¿Cómo, entonces, unos porros se arrogan el derecho de decidir quiénes ingresan a la universidad para analizar, discutir y rebatir las propuestas de quienes pretenden ser elegidos como presidente de la república?

Yo pregunto, señores.

martes, junio 13, 2000

¿Fox o Labastida?, Dependerá de Zedillo

La semana pasada fue intensa en cuanto a la actividad pública se refiere. A nivel nacional, se dieron a conocer los resultados de la encuesta de Reforma, diario defeño, donde Francisco Labastida Ochoa tenía una mínima ventaja, pero suficiente para ganar. Ello no gustó nada a los panistas, y mucho menos a los foxistas, pero nos permitió a los mexicanos ver nuevamente las facetas de intolerantes, sectarios y falaces de Fox y la inmensa mayoría de sus seguidores.

Primero fueron las encuestas (y en ello se comportaron igual que Carlos Vázquez Oldenbourg, quien se molestó muchísimo cuando se dio a conocer que SU candidato iba en tercer lugar, casi 25 puntos debajo del segundo lugar) . Luego fue el acto donde una persona fue a mostrarles una pancarta donde se mostraban los resultados de otra encuesta donde también estaba abajo. Allí fue el acabóse. Sacaron del acto al vale de la pancarta, pero lo hicieron tal como lo hicieron en su tiempo los miembros de las SSA y las SS de Hitler, a patadas, golpes, empujones, puñetazos, mordidas e insultos, según narran las crónicas de quienes estuvieron presentes: los reporteros que cubren la campaña de Fox. Cabe destacar que la intolerancia y la furia de los foxianos siguió contra los reporteros y todo fue porque éstos pretendían entrevistar al portador de la dichosa pancarta.

Se pusieron los foxistas porque alguien los contradijo, porque alguien les mostró lo que se decía de su Fhurer “Heil, Fox”, “Sig Heil”, les faltó gritar al tiempo abalanzarse la turba contra una persona. Así fueron valientes: todos contra uno. Así mostraron con claridad a los mexicanos su capacidad para discutir de forma civilizada sus diferencias, así mostraron ser de tolerantes y respetuosos de las opiniones ajenas. Y esto es apenas el comienzo. Insisto: ya lo vivió antes la humanidad: Hitler y Mussolini son dos excelentes ejemplos, pero también tenemos los de Hugo Chávez en Venezuela y Fujimori en Perú. Las dictaduras han llegado por la vía electoral al poder, no necesariamente por el golpe militar.

Pero no fueron esas las únicas formas de intolerancia, mentira, chantaje y toda laya de culebras, sapos prietos, chinches, arañas, pulgas, alacranes y demás miembros de la fauna foxista, lanzados vía correo electrónico contra articulistas de diversos medios que opinaron en contra de las propuestas de Fox o que descreen de sus propuestas o las analizaron de manera objetiva, clara y serena ( cosa que los foxistas son, en su inmensa mayoría, incapaces de hacer) y por ello se ganaron el odio de las juventudes hitlerianas, perdón, foxianas.

La voz de alarma debe cundir. Sin exageraciones. En Alemania, muchos vieron con indiferencia, y hasta divertidos, como eran golpeados muchos alemanes y destruidas sus propiedades. La historia la contaron muchos, pero es tiempo de releer a Bertolt Brecht y recordar como el terror y la persecución fue contra quienes pensaran diferente o fueran o actuaran de manera diferente a la de los nazis. ¿Cuántos nazis había en Alemania? Muy pocos, pero no fue sino hasta después de su llegada al poder, cuando la adoración al Fhurer los hizo cometer toda suerte de crímenes de lesa humanidad. ¿Cuántos deben ser golpeados, injuriados, amenazados en sus personas, sus bienes y sus familias, para que veamos el grave riesgo que subyace en el foxismo? ¿Cuántos?

Dicen que el mejor gobernante no es el mayor coeficiente de inteligencia, ni el más preparado formalmente, ni el de más recursos o apoyos, sino aquel que sea capaz de hacer salir las mejores emociones de sus gobernados. Coincido a plenitud con ello. E n cambio, el sectarismo de los devotos foxianos es cada día más patético.

Pero el mayor escándalo fue el de los supuestos, o reales, financiadores de la campaña de Fox. Aquí le hago una “somera” relación de los publicados en Excélsior, el miércoles de la semana pasada: “(…) Juan Sánchez Navarro, Lorenzo Servitje, Ricardo Salinas Pliego, Roberto Hernández, Alfonso Romo, Roberto González (a) Don Maseco, Ignacio Rodríguez Reyna, Alberto Bailleres, Alberto Santos de Hoyos, Eduardo Leaño e Isidro López del Río.

Respecto a los grupos empresariales, partidos y agrupaciones religiosas, resaltan: Coca Cola, Aeroméxico, Partido Republicano de Estados Unidos, Internacional Demócrata Cristiana, Fundación Konrad Adenauer, Legionarios de Cristo, Secta Moon, The Miami Herald y la poderosa Microsoft.

También hay personas distinguidas de la política e intelectualidad que mantienen relaciones "estrechas" con el candidato presidencial panista como Elba Esther Gordillo, Ross Perot, José Madariaga Lomelí, Manuel Aguilera, Porfirio Muñoz Ledo, Fausto Alzati, José Emilio Pacheco, Ignacio Morales Lechuga, Jorge Castañeda y Enrique Krauze, entre otras decenas. (…) Elías Villegas Torres, empresario leonés del ramo del curtido y la hotelería, "muy ligado a la ultraderecha", es el encargado de facilitar el transporte aéreo de Fox.

En la comunidad judía, Ricardo Alanís Posadas, de textiles Léon, con intereses en más de 34 países, ha sido el encargado de establecer amarres a través de la familia Kalach, propietaria de las empresas textiles más importantes del país.(…) José Luis González González, de Helados Bing, compadre del candidato panista, es el creador del proyecto "Amigos de Fox". Se conocen desde 1991, el primero es publirrelacionista de Coca Cola y de la imagen de Fox ante la opinión pública.

Juan Sánchez Navarro, del grupo Modelo y a quien se considera el ideólogo de los empresarios, ha apoyado a Vicente Fox desde que era gobernador de Guanajuato; mediante la Fundación Adopte una Obra de Arte y de la Fundación Cultural Televisa promovió la restauración de iglesias y obras históricas en el estado.

Lorenzo Servitje, del Grupo Bimbo, a través de la Unión Social de Empresarios Mexicanos, estaría canalizando recursos humanos, financieros y de avío a la campaña de Acción Nacional a la Presidencia de México. Servitje habría sido el contacto con Roberto Hernández y Alfredo Harp Helú, de Banamex; Alfonso Romo, del Grupo Pulsar; Roberto González Barrera (a) Don Maseco; los hermanos Clariond Reyes Retana, del Grupo IMSA; Ricardo Salinas Pliego, de TV-Azteca, y su hermano Guillermo Salinas, de Dataflux.

Algunos otros empresarios estarían canalizando recursos al Instituto de Doctrina Social Demócrata para realizar tareas de ideologización, al tiempo que deducen impuestos.

En el caso de Ricardo Salinas, el documento señala que en TV-Azteca se desarrolla y cuida la imagen de Fox Quesada. El director de Análisis Político, Tristán Canales, es originario de Guanajuato y fue director de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación. "Es el centro del proyecto político de Vicente Fox, al convertir a TV-Azteca en la empresa receptora y beneficiaria de las empresas que apoyan la figura de Fox".

Alfonso Romo, del Grupo Pulsar, apoya financieramente la campaña del aspirante panista. En el Grupo Pulsar participa Pedro Aspe Armella, ex secretario de Hacienda. (…)”.

Hasta aquí parte de lo publicado en Excélsior. Ante la relación y la ausencia de un desmentido directo de Fox, le pregunto, amable lector, ¿Usted cree que Fox, de ganar la elección, gobernaría para los jodidos, o lo haría para sus ricos “Amigos de Fox”?

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1.- El foxismo no representa, como quieren sus publicistas, el resurgimiento del "México del futuro", ni el México del fast track, por aquello de que todo lo quiere arreglar en quince minutos, como Chiapas y la UNAM, para citar sólo dos casos. Por el contrario, el foxismo exhibe las dolencias de la nueva política universal. Fox ha detectado por dónde cogea la sociedad contemporánea y ha sabido manipular la conciencia herida del individuo de hoy. Fox no es producto de 500 años de lucha, sino un fruto fresco que emerge de la naciente política mediática y del marketing político. Es un producto fungible.

Bajo esta luz, Fox aparece como un político característico de este fin de siglo; un discípulo de Ronald Reagan y de la princesa Diana. Un seductor que entiende que en la comunicación está el asiento del poder. Un político narcisista que descubre el hartazgo frente a la solemnidad, articulando un lenguaje irreverente, intencionalmente grosero y pedestre. Fox es un manipulador que se apropia del sufrimiento y que se ofrece como representante universal de las víctimas del priísmo, sin reconocer en ningún momento que él mismo es un producto acabado del salinismo. Un político que pretende expulsar de la política el sentido de responsabilidad y la conexión con el logro: un político que quiere hacer de la política el puro imperio de la imagen, su imagen. Su mayor logro ha sido la transformación de la política en espectáculo.

Es cierto que el discurso foxista cambió de traje. Se vistió de pacifista, de demócrata, de indigenista, de plural. Sin embargo, tras los disfraces, subyace un movimiento que no cree en las elecciones, que no respeta la crítica, y que, sobre todo, carece de ideas.

Resulta lamentable pero es evidente que en nuestro tiempo se sigue imponiendo la autocensura por la Causa. Preguntar lo indebido, relatar lo inconveniente, mostrar lo que los ojos retratan, acercarse al adversario puede ser una complicidad imperdonable con el enemigo. El periodista ha de mentir o, por lo menos, callar por el triunfo de la causa: sacar al PRI de los Pinos.

En este mes que se festeja la libertad de expresión y ello significa libertad para criticar, para analizar, para juzgar, pero no para sojuzgar, es importante recordar que esta libertad, luchar por esta libertad, ha costado muchas vidas, muchos golpes, muchos llanto. Si nos importa el periodismo, esa mecánica irremplazable de la sociedad liberal, debemos apreciar los esfuerzos por liberar de sus territorios los ímpetus de sacralización. Se extingue en los medios el culto presidencial pero surgen en algunos espacios intentos por levantar figuras incuestionables y excomulgar, en nombre del progresismo, a los herejes. Salgamos en defensa del periodismo. Simple y llanamente. En defensa del periodismo. Nada más, pero nada menos.

2,. “Cuando era niño, me dijeron que cualquiera podía llegar a ser presidente; ahora estoy comenzando a creerlo” Clarence Darrow

3.- Nada más peligroso que una amplia idea en un cerebro estrech”. Nietzsche
Comentarios: macosta@demasiado.com


martes, junio 06, 2000

Las Tareas del PRI

Como dije la semana pasada, en el PRI el cemento que durante muchos años ha mantenido unidos a quienes militan en ese Partido, ha sido la disciplina a ultranza –diría que hasta la ignominia– y no la ideología, la comunión de ideas, las esperanzas en que todo será mejor para este país. Por encima de todo, una disciplina vertical, reproducida en todos los niveles, hasta llegar a la base. A quienes exponen sus ideas sin solicitar permiso para ello, o sin haber recibido “línea” al respecto, suelen echarles encima a los perros, o, en el mejor de los casos, suelen hacer caso omiso de sus opiniones y las atribuyen a ciertos o supuestos resentimientos por no haber alcanzado éste o aquél cargo de elección popular, de dirección en el propio partido o, por último, en la administración pública. En muchas otras ocasiones, se desestiman los señalamientos porque se juzga a quien los hace y no la veracidad o falsedad de los argumentos presentados.

Esto es y esto ha sido el PRI desde su nacimiento en 1929. Pocos pueden rebatir lo anterior. Muchos, en cambio, estarán de acuerdo conmigo. Pero este partido también ha sido el impulsor de la democracia en este país. También ha impulsado a los partidos de oposición y de su propio seno han nacido varios. Ciertamente, faltan muchas cosas por hacer: falta más democracia al interior del partido, falta mayor capacidad de movilización, se carece de una verdadera cultura de análisis de los problemas que enfrenta el Partido y el país mismo, porque aún se padece la subcultura de “la línea”; aún se está a la espera de qué dirá el presidente de la república, el gobernador o el presidente municipal, en su caso. No es el PRI un verdadero partido en el sentido de que pueda obligar a sus miembros que ocupen cargos de elección popular a que ayuden económicamente al sostenimiento de su partido. Quienes llegan a ocupar cargos de elección popular o en la administración pública y otorgan apoyos económicos a su partido, de su propio bolsillo, lamentablemente son la excepción y no la regla.

El PRI es un partido que se reinventa cada tres años. Suelen los priístas echar todo a la basura y decir que hay un nuevo PRI. Y suele haberlo. Nuevos dirigentes, cambio de loción, un discurso punzante, aunque más contra los propios priístas, sus antecesores en el control del Partido, que contra sus adversarios de la oposición. Porque éste es un rasgo distintivo más de los priístas: se desbaratan entre ellos para alcanzar las candidaturas. Suelen darse toda clase de golpes. Se exhiben unos a otros y cuando ya se han sacado todos los trapos al sol, uno de ellos es nominado candidato y viene la subsiguiente dispersión. Luego, ya en plena campaña, los principales enemigos de los priístas son sus propios compañeros de partido. Hablan mal de sus propios candidatos, señalan supuestos o reales defectos, hacen todo lo posible por boicotear sus actos de campaña, llegan incluso hasta hacer campaña en contra de él. Esto lo hemos visto antes… y lo vemos ahora.

Esto, fundamentalmente, tiene al PRI al borde del fracaso electoral. Para nadie es ajeno el hecho de que las actuales condiciones hacen probable una derrota priísta en la elección presidencial. Más allá de las bondades de Francisco Labastida Ochoa, el mayor daño lo han hecho los propios priístas al socavar las estructuras del poder y al impulsar un desdén, en el mejor de los casos, al candidato sinaloense. Por ello, no importa qué diga Fox Quezada, ni cuántas nangueras sea capaz de soltar en cada intervención, lo que en realidad subyace en muchos mexicanos es el deseo de cambiar. Simple y llanamente de cambiar, no importa si el gobierno foxista resulta peor que cualquiera de los priístas. Se trata de cambiar, no importa cómo ni para qué.

Y muchos en el PRI no saben qué hacer ni para dónde voltear. Están poco acostumbrados a las batallas y el olor a pólvora les revuelve sus blandos estómagos. Eran buenos para el rollo y ya ni siquiera eso les ha quedado. No pueden hablar de las bondades de su partido, de los gobiernos emanados de él. No pueden decir que cada acto correcto de gobierno, cada acto de buen gobierno (ojalá todos fueran así, aunque sabemos que no es el caso) es simplemente el cumplimiento de la responsabilidad que el propio pueblo ha conferido y en ese sentido, qué bueno que valuemos los programas, qué bueno que reconozcamos los avances, lo mismo que los rezagos; pero en esta nueva relación que debemos construir entre el estado y la sociedad mexicana debe prevalecer, ante todo, el sentido de responsabilidad y ese sentido de responsabilidad debe llevarnos únicamente al cumplimiento de los buenos actos de gobierno, al cumplimiento de la función para los que elegimos a nuestros mandatarios.

Por otra parte, muchos hablan de la justicia que se invoca en las procuradurías y se administra en los tribunales. A este respecto, conviene hacer un objetivo y riguroso "juicio de la justicia”. Es necesario. Pero hay otra justicia de la que debiera hablarse más: la justicia social. Este otro "juicio de la justicia" llega más lejos: por ese conducto se enjuicia a la sociedad y al Estado. En él participa un jurado irrecusable: los destinatarios de esa justicia, el jurado que integran los ciudadanos. Se trata, pues, de un verdadero juicio histórico, no menos objetivo y riguroso. Y esto es indispensable. Aquélla, la justicia de las procuradurías y los tribunales, es el árbol. La justicia social es el bosque. Ojalá que los árboles no nos impidan ver el bosque.

Los militantes priístas, y la sociedad en su conjunto, esperan que su partido reconozca y asuma las necesidades populares y promueva las soluciones que se requieren. En fin, esperan que haga lo que debe hacer un partido político con principios claros, compromisos ciertos y voluntad resuelta.

La justicia social ha sido una bandera constante del partido en sus diversas etapas, expresada de diferente manera. Está en su raíz y en su conciencia. También en su divisa. Por eso, el Partido Revolucionario Institucional debe recuperar el concepto y la exigencia que le son característicos: justicia social. Ante este hecho, los priístas debemos asumirnos como miembros de un partido que toma partido. Pero debemos hacerlo ya, hoy mismo, porque hacerlo mañana será demasiado tarde.

El pueblo, nuestro pueblo, se encuentra atrapado en la crisis más grave de su historia moderna y quiere y necesita soluciones suficientes y oportunas, es decir, soluciones de fondo, y el partido que aún representa a la mayoría de los electores no puede cambiarlas por ponencias; no puede sustituirlas por discursos; y sobre todo, no puede ignorarlas.

Velamos ya las armas para ganar las elecciones del dos de julio. Pero también están las próximas generaciones. No se trata de ganar aquéllas a cambio de perder éstas. Un partido político debe advertir que el futuro es uno solo, desarrollado en dos episodios: el de los comicios llega primero. Si el PRI lo sortea con acierto, podrá asumir el siguiente, a título de protagonista, no de opositor. La única forma de hacer ambas cosas es oír, atender, secundar las exigencias del pueblo; hacer de ellas bandera de partido y de gobierno. Si el partido asume esa determinación desde ahora, podría colocarse en el rumbo debido para emprender la dura prueba que afrontará el dos de julio de este año. Si no lo hace, habrá echado por la borda su última oportunidad de renovarse y pervivir.

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1.- “Por un municipio de leyes”. ¿Suena bonito, no cree usted, amable lector? Pero no hay tal. Por una parte, el alcalde quitó propaganda a los perredistas y ahora, cuando se le señala una violación abierta y flagrante de SU candidato, al colocar propagada en un lugar prohibido. No importa, no es la primera y seguramente no será la última vez en que los hechos demuestren la falsedad de las palabras de Carlos Vázquez Oldenbourg, quien aspira a ser “el jefe máximo” de Colima y a endilgarnos a su propio “nopalito·”.

Carlos Vázquez Oldenbourg hizo un mal cálculo. Desea ser candidato a gobernador en el 2003 y para ello pretende dejar en su lugar a Antonio Ramos Salido y Herrera, cuñado del Secretario General del PAN, Francisco Javier Maurer Ortiz Monaterio, por cierto. Pero, insisto, hizo un pésimo cálculo político: primero, intentó convencer a Enrique Michel Ruiz de que no compitiera por la presidencia para que su protegido pudiera hacerlo. Por supuesto, el panista lo mandó a freír espárragos (melones habría sido más apropiado). Luego, intentó meter a su protegido como candidato del PRI por dedazo, pero también le falló porque ya había el compromiso de abrir la postulación de candidatos a la decisión popular. Tampoco hubo arreglo.

Luego, por razones que desconozco, cuando Héctor Arturo Velasco Villa anunció que competiría por el tercer distrito electoral local, más aún cuando ganó el proceso interno, CVO dijo que tal vez competiría por el tercer distrito electoral. No lo hizo y no sé por qué.

¿Qué desea Carlos Vázquez Oldenbourg? Ya lo dijo: ser gobernador de Colima. Para lograrlo, antes debe ser candidato y nada mejor que serlo de la derecha: por ello sus fallidos intentos de arreglo con el PAN y con el PRI. Pero su cálculo le falló: SU candidato no va a ganar, ello es harto evidente aún para el propio Carlos Vázquez Oldenbourg y él habrá sido barrido de la escena política por el ganador. Si gana el PRI estará perdido, pero si gana el PAN estará total y absolutamente acabado. Y, aunque parezca contradictorio, Carlos Vázquez Oldenbourg está con vertido en el principal soporte en un eventual triunfo del panista Enrique Michel Ruiz en Colima, porque los votos que consiga SU candidato, Antonio Ramos Salido y Herrera, servirán para apuntalar la victoria del panista. El segmento electoral al que apela el alcalde es el mismo que el buscado por los priístas, mientras que los panistas tienen su propia bolsa y no se ve cómo van a arrebatársela. Por ello, al dividirse el voto de la zona rural y la popular, Enrique Michel Ruiz transita hacia una victoria electoral gracias, sobre todo, a los oficios de Carlos Vázquez Oldenbourg y sus deseos de ser candidato a gobernador en 2003.

2.- Esta es la hora del cambio. Cambia México. Cambiamos los mexicanos. Sin embargo, también es verdad que ese cambio debe ajustarse al pensamiento, al sentimiento, a la voluntad, a la circunstancia y a la decisión de las mujeres y los hombres cuyas vidas están en juego. Es inadmisible que el cambio ocurra por decreto, casualidad o fatalidad. Construyámoslo entre todos. No somos dóciles a los vientos que corren, ni nos reconocemos como peones de unas leyes del mercado que administran la existencia e imponen sus designios, siempre en beneficio de unos cuantos y en perjuicio de la mayoría. Para alcanzar este cambio es indispensable que todas las fuerzas sociales del país, gobierno, partidos políticos, sindicatos, empresarios, industriales, maestros, mujeres y jóvenes, examinen y propongan un nuevo modelo político y económico que preserve y fomente la soberanía, la libertad, la justicia social.

3.-“(…) Hay que defender hoy las cosas que hemos conseguido tras haberlas deseado ayer, antes que dejárnoslas quitar por vivir mirando hacia las que soñamos para mañana(…)”. Epicuro.