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jueves, agosto 30, 1990

AP 30/08/1990

30 de agosto de 1990

Agenda Política

Miguel Acosta Vargas

Son poco más de cien los priístas colimenses que asistirán como delegados afectivos a la decimocuarta asamblea nacional del partido. Hoy quienes asisten por la llamada estructura territorial y los que lo hacen por los sectores y la dirigencia estatal.

La conformación de la delegación colimense no es nada nuevo, ni sorprende a nadie que, a manera de ejemplo, alrededor de 45 delegados sean del sector popular, con la característica de que en este caso particular resultaron electos miembros representativos, generalmente dirigentes de organizaciones tales como: sindicatos, tianguistas, colonias, etcétera.

En los cinco meses que duró el proceso de discusión de la convocatoria y elección de los delegados en las etapas seccionales, municipales, sectorial y estatal, los priístas (según Bulmaro Pacheco, delegado general del PTI en Colima) coincidieron en tres propuestas fundamentales; la primera de ellas, se refiere la urgencia de que el proceso de selección de candidatos a cargos de elección popular y de dirigentes partidistas, sea plenamente democrático, la segunda se basa en la posición que el PRI debe adoptar ante los problemas nacionales, es decir, qué actitud y qué proyecto se tiene ante estos problemas y de qué manera van los priístas a contribuir para resolverlos; la tercera se refiere a la necesidad de adoptar al partido a los cambios que la sociedad ha sufrido para mantenerlo como el aglutinante de la sociedad mexicana.

Dada la característica del PRI, es apenas lógico suponer que habrá planteamientos similares de los delegados electos en los demás estados, por lo que puede decirse sin temor a equivocarse que la pretensión inmediata es mantener al PRI como un partido viable.

Sin embargo, existe coincidencia respecto del hecho de si no quedará todo en un gatopardismo ramplón. . Los argumentos son muchos y algunos demasiado evidentes: el clásico apoyo al presidente en turno para su confirmación en el cargo; la carencia de experiencia de los priístas en la discusión abierta y a fondo de los problemas; el inmovilismo y la espera subsecuente de línea para manifestarse en torno a un asunto específico; el usar la técnica de la crinolina, es decir, rodearlo todo sin tocar el centro y finalmente, los grandes intereses creados que pretenderán ser conservados por algunos priístas.

Por supuesto, habrá quienes acusen al comentarista de ser un pesimista recalcitrante o, en el colmo del furor, decir que existe incredulidad en la capacidad de los priístas para intentar, y lograr, cambiar de veras a su partido. El asunto sería responder anticipadamente que los elementos del juicio existentes hasta la fecha no permiten hacer juicios acerca de un futuro promisorio para el priísmo. Son demasiados los vicios que deben erradicarse y muy grandes los intereses que van a oponerse a modificaciones sustanciales en las prácticas que hasta hoy, han sido negocio para unos cuantos.

Lo fundamental de todo ello, es que los colimenses sepan el reto que enfrentan y que en todo momento sean capaces de expresar abierta y claramente sus puntos de vista respecto de cuales deben ser caminos que debe seguir el partido si quiere conservarse como el que aglutine a las mayorías.

El martes, sabremos hasta dónde fueron capaces de hacerse oír y qué tanto pudieron cambiar, al menos en el papel.

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

Uno. Según el director del Centro SCT, Jesús Luis Candanedo Bujanos, hoy se concluirán los trabajos de repavimentación en la carretera Colima-Manzanillo, en el tramo de las Golondrinas a los Ortices.

Por cierto, según se informó a Agenda Política, una vez que pese el temporal de lluvias, se solicitará a la dirección general de proyectos y laboratorios de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) que envíe personal para que realicen estudios para determinar qué conviene hacer en el tramo donde se dan frecuentes asentamientos, con la consiguiente destrucción de la carpeta asfáltica.

Esto permitiría ver cuánto costaría resolver definitivamente el problema y ver la posibilidad de considerarlo en el presupuesto de obra el próximo año.

Dos. La planta de leche industrializada Conasupo, S: A, (Liconsa), será puesta a la venta como parte del programa de reestructuración y privatización que se lleva a cabo en esa dependencia.

Al parecer, uno de los interesados en adquirir la planta Colima es el grupo Nestlé, aunque existe la posibilidad de que los productores locales se asocien para quedarse con ella. Para ello, intentarán plantear su problema al presidente Carlos Salinas.

Tres. Ojalá que fuese cierto lo que afirman militantes panistas en el sentido de que se maquilla Colima para que Salinas de Gortari no vea los problemas que padecemos. Lo cierto es que se pretende que el presidente vea qué se ha hecho y qué falta aún por realizarse.

Como en muchas ocasiones, mienten a sabiendas.

Hoy en que los tiempos han cambiado los usos políticos, resulta curioso que Salinas y sus colaboradores recurran a tan antiquísima práctica; sobre todo se considera que disponemos de muchos medios para resguardar la historia y vivimos, además, en un régimen en el que, bien o mal, se habla de democracia.

La explicación de los actos inauguratorios del gobierno priísta pudiera tener, sin embargo, una explicación más sencilla; inaugurar, para ellos, constituye el único modo de demostrar que algo están haciendo. La diferencia con los faraones es que, mientras aquellos mandaban construir templos, tumbas y monumentos con un sentido religioso y estético, los gobernantes del PRI lo hacen para dar un aire de credibilidad a su verbo.

Todo lo hasta aquí dicho resulta apenas una aproximación al tema. Alguien con mas tiempo y capacidad que yo podría encontrar una explicación más científica a todo.

Un psicólogo capaz podría incluso aventurar la hipótesis de que quienes padecen de inauguración, la padecen porque sufren menosprecio y tiemblan de inseguridad.