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jueves, mayo 20, 2010

Armería, La Barbarie Acecha

Editorial

Nuestras Noticias

La inseguridad ha aumentado en Colima. Esto ha pasado de ser una percepción de la sociedad para convertirse en una dolorosa y cotidiana realidad.

Más allá de los delitos federales, del secuestro, narcomenudeo y narcotráfico, los delitos del fuero común han aumentado de manera evidente. Casi no hay colonia, barrio o pueblo que se escape de esta situación.

Evidentemente, Colima, Villa de Alvarez, Tecomán y Manzanillo encabezan la lista de municipios donde más delitos del fuero común se cometen. Esta es una información dada por el Procurador de Justicia, Arturo Díaz Rivera.

Los robos se han incrementado y ahora, por citar sólo dos casos, se robaron la campana de una iglesia en Villa de Alvarez y aperos y enseres de labranza en un rancho en Tecomán.

El problema es que estos hechos no son aislados sino que forman parte de una serie que ya tiene preocupada y empieza a molestar a la sociedad.

Aunado a lo anterior, el Presidente de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, Roberto Chapula de la Mora, informó que hace días en Armería fueron detenidas unas personas que viajaban de Manzanillo a Colima, por un grupo armado autodenominado “protección ciudadana”.

Pero si esto es grave, más lo es que, según el relato de los quejosos, tras privarlos de su libertad, fueron llevados a las oficinas de la comandancia de la policía municipal y una vez allí, las autoridades locales se comunicaron con las personas y los dejaron en libertad.

¿Quiere esto decir que las autoridades municipales de Armería saben con precisión quiénes son integran este autodenominado grupo de “protección ciudadana” y lo alientan, toleran y solapan sus actividades al margen de la ley.

En Radiorama nos preguntamos si este hecho, tan evidentemente violatorio de todo orden legal, está consentido o tolerado por el presidente municipal de Armería, o lo que podría ser peor aún, que el alcalde de Armería ignore lo que sucede en su pueblo.

Por lo pronto, un acto de esta naturaleza requiere la intervención de todas las autoridades, del congreso local y hasta del procurador de justicia del Estado, para que investigue los hechos y sean castigados con todo el peso de la ley los responsables de este bárbaro acto.

De no hacerlo, podría entrarse en una peligrosa pendiente de ingobernabilidad que nadie quiere.

Y usted, amable radioescucha, ¿qué opinión tiene al respecto?

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