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viernes, abril 16, 2010

Autopista, las irregularidades continúan


Editorial

Nuestras Noticias

Los problemas en la autopista Colima-Manzanillo continúan, a ciencia y paciencia de las autoridades de las Secretarías de Comunicaciones y Transportes y de la Policía federal Preventiva, del gobierno federal.

La empresa Tribasa, concesionaria del tramo comprendido entre Armería y Manzanillo, es la responsable del pésimo estado que guarda la carpeta asfáltica en varios tramos y de los riesgos que para la seguridad de los viajantes tiene el tramo, debido a los ilegales e irregulares cortes que sufre el tramo en varias partes.

Como le hemos informado ya, los tractocamiones y otros vehículos de carga, provenientes de Campos son asaltados por unos vivales que mediante una cadena atravesada sobre el único tramo sin muro de contención permiten el paso a quien paga una cuota y sólo así se puede retornar al puerto.

Además todo esto ocurre a sabiendas de la empresa TRIBASA, concesionaria de la autopista, y de las autoridades de Comunicaciones y Transportes y de la Policía Federal Preventiva.

Empresa y autoridades federales son las responsables de la inseguridad existente, porque quienes vienen circulando en ambos sentidos por esta vía, sin previo aviso se encuentran con vehículos que están haciendo maniobras en plena carretera, sin que haya señalamientos previos, ni nada parecido.

La complicidad o la indolencia son las únicas explicaciones posibles para este asunto y esto lo decimos porque las autoridades de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y la Policía Federal Preventiva no han hecho, hasta hoy, nada para terminar con estas irregularidades que dañan y afectan gravemente la seguridad de los usuarios de la autopista, en este tramo tan peligroso.

Inseguridad y negocios al margen de la ley es lo que se configura en este asunto que se ha vuelto tan importante por los miles de vehículos que todos los días circulan por este tramo tan peligroso y oneroso para los viajantes.

¿Y el cumplimiento de la ley?

Durmiendo el sueño de los cómplices o los indolentes.

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