El operativo realizado por fuerzas especiales de la Secretaría de Marina, demostró con claridad meridiana que se puede combatir a la delincuencia organizada de manera exitosa, sin que haya daños colaterales y sin que los criminales se fuguen o desaparezcan misteriosamente.
Podemos hablar de una efectividad muy alta, porque los resultados así permiten hacerlo y aunque estoy convencido de que hay quienes pueden argumentar que esta vez fue la excepción, lo cierto es que es el primer gran enfrentamiento entre fuerzas federales y narcotraficantes, con los resultados ya conocidos.
Es cierto, el comando fue, exclusivamente, de fuerzas especiales de la fuerza naval del Pacífico, concretamente, de las acantonadas en Manzanillo. La coordinación fue realizada con las demás fuerzas, pero el peso de la acción y, sobre todo, de la jefatura y planteamiento de estrategia y tácticas a seguir, correspondió a la Secretaría de Marina.
El ejército cumplió una función, las fuerzas de la Secretaría de Seguridad Pública cumplieron otra función, las de vialidad municipal cumplieron otra función y las fuerzas de la policía estatal y ministerial cumplieron otra. No se trata de ver el nivel de protagonismo de cada una de las fuerzas participantes, sino de las acciones que les correspondió realizar para el éxito del operativo.
Sin embargo, hay algunas preguntas que vale la pena hacer: ¿por qué se refugiaron en ese lugar los criminales, si era una trampa mortal, un lugar sin escapatoria posible?, ¿hubo tiroteo durante el trayecto a Colima?, ¿por qué los criminales no utilizaron en el camino los lanzagranadas?, ¿por qué decidieron los criminales encerrarse en la Quinta Las Glorias, si pudieron haberse ido hacia Tepames y perderse por esa zona?
No sé si usted, amable lector, tenga respuestas para estas preguntas. Por mi parte, espero que las autoridades respectivas nos ayuden a esclarecerlas.
TRES COMENTARIOS AL AMRGEN
1. Hacen bien las autoridades del ayuntamiento de Manzanillo, al estimular a los agentes que participaron en la captura de cuatro criminales que, presuntamente, participaron en varios actos delictivos en nuestra entidad, desde el año pasado a la fecha.
Aunque los criminales traían un rehén consigo, se entregaron sin disparar un tiro. Mayor mérito para Nabor Ochoa, Miguel Salazar Abaroa, presidente municipal y director de seguridad pública, respectivamente, y para las fuerzas de seguridad de ese municipio.
2. Cecilio Lepe Bautista, dio en el clavo: quien llegue a la API, deberá trabajar por Manzanillo., por eso organizó la bienvenida a Enrique Michel Ruiz como el nuevo director de esa paraestatal. Más allá de la militancia partidista, están Manzanillo, Colima y México. Ahora, Michel Ruiz debe mostrar por qué fue designado para el cargo.
3. El secreto de la demagogia es parecer tan tonto como su audiencia, para que esta gente se piense a sí mismos tan inteligentes como el demagogo. Karl Kraus
macosta68@gmail.com
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