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sábado, septiembre 16, 2000

Nuevo Pacto Social, Urgencia Democrática

La ampliación de la vida democrática es aspiración de todos los pueblos en todas las épocas de la vida. Muchas han sido las luchas emprendidas para alcanzar este objetivo, este anhelo. En México se llevó a cabo la revolución social más grande de este siglo y tuvo como base, fundamentalmente, una aspiración de cambio democrático, algo tan intangible para muchos de los participantes, como sólo pueden serlo la no reelección y el sufragio efectivo.

Hasta hoy, estas aspiraciones no han podido ser cumplidas a cabalidad. No existe respeto al sufragio, ni hay las condiciones necesarias para lograrlo, por lo menos, ésta es la percepción del ciudadano de este país cuando acude a ejercer su derecho al voto.

Sin embargo, no pueden negarse en forma gratuita los grandes avances logrados por los mexicanos. El voto a la mujer, la reducción de la edad para obtener la calidad ciudadana, los diputados de partido, la representación proporcional y la integración de organismos electorales cuya composición representa las distintas tendencias y partidos políticos nacionales y a la sociedad civil misma, son muestras claras de estos avances.

El proceso electoral de 1988 fue un parteaguas y marcó para siempre la vida de los mexicanos. Mucho ha cambiado el estilo de actuar de los políticos en este país. La discutidísima elección de Salinas de Gortari modificó las reglas conocidas hasta entonces. A partir de ese momento, ya nada ha sido igual. Como parte de la estrategia general destinada a la recuperación electoral del partido de la revolución institucionalizada, se hizo un nuevo ordenamiento electoral cuyo contenido fue negociado con los panistas para lograr su aprobación en un Congreso dominado, en el papel, por la oposición.

Con el Código Federal de Instituciones y Procesos Electorales (el multicriticado Cofippe), hubo mayores márgenes de seguridad para el partido del gobierno. Los famosos candados y las cláusulas de gobernabilidad impedían, de facto, la repetición del ardiente verano de 1988.

Por otra parte, el uso del Pronasol como un mecanismo de penetración en lugares donde el PRI había sido barrido en ese año, permitió la recuperación electoral del partido oficial en 1991. Victoria tan grande e inesperada como la obtenida ese año, rompió muchos de los planes de los estrategas salinistas y se llevó entre las piernas a quienes habían inscrito como candidatos a diputados o asambleístas plurinominales. El caso más sonado fue el de Marcelo Ebrard, quien vio pasar ante sí la coordinación de los asambleístas, en el DF.

Mas no todo ha sido coser y cantar para los salinistas (mejor dicho, para los priístas). El Cofippe mostró carencias y la imposibilidad de ser, por sí mismo, arma para ganar todas las elecciones, en todas las circunstancias. La segunda ley electoral modificó en forma sustancial la situación, aun cuando mantuvo la existencia de candados de gobernabilidad en beneficio del PRI.

Pero como ya lo probaron los salinistas del PAN, se puede ganar en elecciones locales si existen, por lo menos, estas condiciones como mínimo: un padrón confiable, autoridades electorales merecedoras de la credibilidad de los partidos políticos participantes en el proceso, voluntad política de las partes para respetar la decisión ciudadana y un gobierno necesitado de un maridaje con la segunda fuerza electoral.

Ninguna de las variables existe para siempre ni en cualquier circunstancia. Todo depende aún de la voluntad presidencial. La coyuntura rige la vida en este país. No existe un proyecto político viable y sufrimos una profunda crisis financiera. México da tumbo tras tumbo. Chiapas, Guerrero, Tabasco, Ruta 100 y los profesores, son muestras claras y evidentes.

Los problemas han crecido desde la toma de posesión de Ernesto Zedillo Ponce de León: el error de diciembre, los tres recortes presupuestales de este año, el "secado del circulante" al extraer 30 millones diarios y por eso, ahora no basta una reforma electoral para paliarlos. La oposición, tanto panista como perredista, ha crecido. A pesar de las recientes derrotas electorales del PAN en Chihuahua, Durango y Zacatecas, el PAN ha crecido en forma geométrica en relación con el PRI. Por su parte, los perredistas, a más de gobernar el defeño, lo hacen en varias ciudades importantes del país, entre ellas Colima y Veracruz, pero ahora, finalmente, gobiernan un estado de la república: Zacatecas.

Para resolver los problemas del país, se requiere llegar al establecimiento de un nuevo pacto social, de nuevas reglas, de nuevas alianzas y de abrir la puerta para invitar a todos los actores a participar. No es algo fácil, más cuando Zedillo ha reiterado su convicción de no dar un paso atrás en el mantenimiento de la política económica.

Sin embargo, quienes crecimos en un país donde el nacionalismo era una ideología con sentido social y la obra revolucionaria un proyecto con valores claramente definidos como bienestar social, democracia, justicia y libertad, sabemos que por encima de nuestras múltiples y naturales diferencias de opinión, se encuentra el supremo interés de la nación, de ahí la importancia de alcanzar la reconciliación a través de la unidad nacional.

Esta unidad nacional la entendimos siempre como la condición básica para alcanzar juntos las soluciones a nuestros problemas. Esta forma de concebir el concepto implica suma de voluntades y esfuerzos y mantiene su validez a pesar de estar tan manoseada por los políticos, de todos los partidos, en sus discursos. Unidad en la pluralidad de concepciones e ideas no es un camino fácil, pero sí el único seguro para consolidar a nuestra nación. De esta manera, unidad nacional se vuelve, se puede volver, sinónimo de libertad y soberanía.

Muchos hablan a todas horas de la transición a la democracia, lograda a golpe de votos, pero este proceso democracia requiere una convicción incluyente. Entender con claridad que todos estamos obligados a participar en la discusión, análisis y toma de decisión de hacia dónde queremos ir, cómo queremos ir y cuándo queremos ir. La responsabilidad es de todos. Nadie es dueño de la verdad absoluta. En la discusión cabemos todos.

En el ámbito de la práxis lo política, la tarea primigenia debe ser la de echar abajo el viejo aparato, la nomenklatura, las estructuras caducas, para arribar a un nuevo estadio de evolución donde podamos definir el nuevo destino de este país.

Pero reitero, la obligación es de todos. Los políticos han convertido a este país en casi un estercolero. Estamos obligados a devolverle su dignidad a la acción política cotidiana. Debemos recuperar la confianza de la sociedad, la credibilidad en las palabras de los dirigentes y actores políticos.

Este puede ser un primer paso importante. De nosotros depende.

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1.- " (…) Después de la exposición gráfica del informe financiero se generaron por parte de los consejeros una serie de cuestionamientos referentes a que muchos de los gastos presentados carecen de justificación, destacando otros aspectos que en los egresos de la presidencia se transfirieron gastos generados para la campaña de gobernador como por ejemplo los de los anuncios espectaculares y otros que incrementan en más de un millón de pesos los egresos correspondientes a la presidencia lo cual advirtió el diputado Jaime Salazar por ser del conocimiento general al momento de auditar por parte del Instituto Electoral del Estado se darán cuenta que estos gastos mayúsculos corresponden a la campaña con lo cuál se rebasaron topes de campaña poniendo en riesgo al partido de una fuerte sanción e inclusive hasta la pérdida del registro o bien el retiro del financiamiento público (…)".

Lo anterior es un párrafo del acta de la sesión ordinaria del Consejo estatal panista, realizada el seis de septiembre de 1997. Pero al tratar el punto cuarto del orden del día, referente al informe del tesorero del Comité directivo estatal panista, se dieron discusiones muy fuertes y en tono nada comedido e incluso violento y tomaron varios acuerdos al respecto y rescato para los lectores de esta columna el cuarto acuerdo tomado en relación con los gastos de campaña: " (…) CUARTO: Se autoriza al Tesorero para que en la medida de lo posible ajuste los gastos de campaña que fueron cargados a los de la presidencia para que puedan ser presentados ante el Organo Electoral tal y como lo establece el Codigo Electoral del Estado, esto con la finalidad de no afectar al partido en lo externo, sin embargo en lo interno se procederá con los responsables en base a las investigaciones de la Comisión de Vigilancia. (…)".

Vale la pena aclarar que las citas textuales han sido precisamente eso: textuales. Por ello, los errores de ortografía y sintaxis son responsabilidad del escribiente del acta.

Y para documentar su optimismo acerca de la ética, honorabilidad, honestidad, congruencia y honradez de los panistas, reproduzco otras líneas de dicha acta.

"(…) En el quinto punto del orden del día correspondiente al informe del proceso electoral se le concedió el uso de la voz al sr Roberto Huerta Duarte, Secretario de Acción Electora quien rindió un informe perfectamente detallado de todo el proceso electoral…(…) con relación a la campaña de Gobernador hizo un recuento del tiempo en que el candidato visito los municipios de Manzanillo, Tecomán, Armería, Ixtlahuacán y Minatitlán, concluyendo que el tiempo empleado por el candidato Enrique Michel fue muy poco por lo que se presume que esa fue la principal causa de la derrota de nuestro candidato, independientemente de que se hayan presentado una serie de irregularidades, finalmente comparó los resultados a nivel estatal de las elecciones de 1994 en el cual Acción Nacional obtuvo 64 000 votos aproximadamente con un presupuesto de 300 000 pesos , contra 74 000 votos obtenidos el pasado 6 de julio con un presupuesto de 5 000 000 lo cual nos dá una idea del costo de cada voto para nuestro partido, (…)".

Hasta aquí la transcripción de algunas partes del acta de la sesión panista. Los comentarios acerca de si existe concordancia entre los dichos y los actos de los panistas los haremos en otra ocasión.

2.- Mal hace quien culpa a los demás de sus propios errores. Peor actúa quien públicamente cuando muestra su enfado por su poca imagen en los medios de comunicación. Peor aún cuando a quien le reclama es una mujer que nada tiene que ver en el asunto. Fueron muchos los testigos del injurioso trato dado a esta persona.

Por supuesto, cada quien tiene lo que se merece.

Habrá más.

3.- "(…) Me obligan a tocar esos intereses bastardos, y no puedo evitar combatirlos, porque no podemos estar sentados sobre un barril de mierda, a sabiendas. Pero limpiar el barril es afectar el equilibrio interno. Nos obligan a pelear adentro y afuera...Las cosas están siempre en contra, hasta que empiezan a estar a favor. De eso se trata este juego. Y lo vamos ganando. (…)" Héctor Aguilar Camín.

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