Antier vino el secretario de Trabajo y Previsión Social del gobierno federal, Javier Lozano Alarcón. Fue una gira accidentada, muy accidentada, que tuvo mayor impacto en la prensa por sus incidentes anecdóticos, que por la esencia misma de los actos llevados a cabo durante su estancia en Colima.
El panista secretario dijo que Colima ocupa el penúltimo lugar en materia de crecimiento del empleo, al haber tenido un crecimiento negativo en 2009 de casi -800 empleos. En este sentido, el panista Lozano Alarcón no aclaró el sentido de sus palabras, porque, precisamente, uno de los mayores reclamos que los mexicanos le hacen a Felipe Calderón, FECAL, es que en el año 2009 se perdieron casi un millón de empleos. ¡Un millón de empleos perdidos en 2009!
Ahora bien, si Colima “contribuyó” a esa pérdida de empleos con casi 800, la aportación de Colima en el contexto nacional sería del orden de menos del 0.1 por ciento del total de los empleos perdidos en todo el país, ¿no?, es decir, sería menos de la décima parte del uno por ciento del total de los empleos perdidos en todo el país. Menos de uno por cada mil empleos perdidos habría sido de Colima.
En ese sentido, si la población de Colima es poco menos del medio punto por ciento del total de mexicanos y el número de inscritos en el padrón electoral representa más o menos el mismo porcentaje. Entonces, el número de desempleados debería rondar el mismo porcentaje, es decir, debería ser cinco veces mayor que el ¿denunciado? Por el panista secretario del Trabajo, Javier Alarcón. Como no es así, Colima debe estar muy por debajo de la media nacional en cuanto se refiere a la pérdida de empleos.
Ahora bien, si tan sólo en noviembre el gobierno anunció que había dejado de contratar a 940 personas que laboraban allí, entonces, con todo y eso, en Colima el asunto del desempleo es menor, muy menor, sobre todo si tomamos en cuenta lo afirmado por el panista secretario del Trabajo, quien aseguró que en Colima se habían perdido poco menos de 800 empleos en el 2009.
En este sentido, aplicado el modo subjuntivo, si el gobierno del estado no hubiera despedido, dado de baja o no recontratado (los términos son equiparables), a 940 trabajadores, Colima habría tenido un crecimiento positivo en materia de creación y mantenimiento de empleos, según las cifras manejadas por el panista Secretario Javier Alarcón.
Por otra parte, el señor secretario del trabajo –así, con minúscula, por favor- dejó de decir que, por citar sólo un dato duro, más de 900 empresas, ¡¡¡900!!!, dedicadas a la construcción de vivienda cerraron el año pasado, ahora, inscritas en el padrón del INFONAVIT, hay poco más de la mitad de las que había registradas en 2008. Esos son datos duros, inobjetables, concretos, que nos muestran lo malo que es como gobernante FECAL y los pésimos secretarios de despacho que tiene. Por eso no sorprenden los malos resultados que hemos tenido en materia económica hasta hoy. Por eso no sorprenden.
Hace tiempo, al hacer un comentario acerca de la presidente municipal de Villa de Alvarez, dije que su desempeño al frente del ayuntamiento es pésimo, pero que su manejo mediático es muy bueno. Así suelen ser los panistas. Lo mismo ocurre y ha ocurrido con Martha Sosa, Jesús Dueñas y, ahora, Locho Morán, pues su trabajo en las cámaras de senadores y diputados no le han servido, en términos reales, prácticamente para nada a los habitantes de Colima. ¡Ah, pero su presencia en los medios es inversamente proporcional a los apoyos traídos o gestionados para los colimenses! En este caso, también allí están los hechos.
Para terminar el asunto, debo decir que lo verdaderamente cómico fue la comedia de equivocaciones que el panista secretario del trabajo –de nuevo con minúsculas, por favor- interpretó de manera magistral. Casi me parecía ver una obra de Xavier Villaurrutia, interpretada por el lacrimógeno Lozano Alarcón, quien denunció haber sido víctima de maltrato y descortesías por parte del gobierno estatal, al no haberlo ido a recoger al aeropuerto y haber cancelado la conferencia de prensa.
Luego vinieron la contraversiones, al señalar que personal del secretario Lozano Alarcón dijo que sería la propia delegación de esa dependencia en Colima, la que se haría cargo de la recepción y traslado, pero, al parecer, no le informaron de ello al panista secretario o éste mintió al respecto: desde mi punto de vista, lo primero es más probable.
Lo de la conferencia cancelada es tan sólo una muestra más del agandalle con que los panistas suelen actuar en casi todo momento. Un agandalle impedido ofendió sobremanera al panista secretario Javier Lozano y por ello usó una teatral salida, fársica, si se me permite el término.
En fin, fue una visita que sirvió para demostrar que los panistas de FECAL están dispuestos a entrarle con todo en este año tan crítico para ellos, donde se han aliado hasta con su enemigo más grande, el PRD, con tal de alcanzar pírricas victorias en gobiernos estatales. Para ello han usado, y usarán, todas las armas a su alcance y ya dieron la muestra de cómo lo harán: antes de las elecciones intermedias, metieron a la cárcel a varios presidentes municipales y ahora, aliados como están al PRD, los liberaron, sin ni siquiera un:¡disculpe, usted, señor!
De igual manera, libraron orden aprehensión contra 15 funcionarios del gobierno de Oaxaca, por presunto mal uso de recursos públicos. Son asuntos de poder, de elecciones y FECAL va con todo por la gubernatura de Oaxaca. Ya veremos los resultados.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1. Murió Topiltzin Ochoa Cervantes, compañero periodista con muchos años de andar en el medio. Para su esposa, hijos y demás familiares, mi respeto y solidaridad en este momento de dolor. Deseo que pronto encuentren la resignación ante esta pérdida.
2. Ignacio Peralta Sánchez, Alcalde de Colima, fue uno de los tres mexicanos que fueron designados como líderes jóvenes globales. Más allá de la satisfacción personal por este logro, lo importante es ver cómo puede usar la enorme puerta que se le abre, para beneficiar a Colima, el municipio que gobierna. La oportunidad es enorme, tal vez mayor que el propio reconocimiento a las virtudes y capacidades evaluadas y ponderadas por los jueces a la hora de las decisiones. Bien por él, ojalá sea mejor para los colimenses.
3. La muerte es el mejor analgésico. Manuel Vincent
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