Felipe Calderón Hinojosa, ha optado por privilegiar su rol de jefe de partido gobernante sobre el de su mandato constitucional como presidente de todos los mexicanos. En la Hora de las Definiciones –así, con mayúscula inicial-, FECAL ha preferido ser panista, antes que jefe de estado y de Gobierno. Allá él.
El presidente panista Felipe Calderón ya demostró a todos los mexicanos que no es un hombre en quien se pueda confiar. No es una persona que cumpla su palabra. No le interesa actuar apegado a los valores éticos que rigen la vida en común de los mexicanos. Un hombre que no tiene respeto por su palabra, no puede tener respeto por nada… y ya vimos que así actúa el panista presidente Calderón Hinojosa.
El asunto de las alianzas entre los panistas y los partidos de izquierda, particularmente el PRD, ha mostrado con claridad que por encima de los valores intrínsecos de los partidos, están los intereses de Calderón Hinojosa y los muchachos que tiene como encargados del comité nacional del PAN.
FECAL sabe que a esta acción corresponderá, según la tercera ley de Newton, una reacción de la misma intensidad, pero de sentido contrario. Los resultados se verán en el congreso de la Unión. Las primeras evidencias de ello están ya en la propuesta de reforma política presentada por el senador Manlio Favio Beltrones y el discurso de la presidente nacional del PRI, Beatriz Paredes, en el aniversario de la CTM, el miércoles 24 de febrero.
Por considerarlo de sumo interés, reproduzco partes sustanciales de dicho discurso.
“La vida política, económica y social de México atraviesa por unos momentos verdaderamente graves y dolorosos. La derecha ya demostró que no puede ni sabe gobernar. Al desempleo y a la incertidumbre en la vida de los trabajadores mexicanos y de sus familias se añade, para completar el cuadro, la creciente hostilidad del gobierno hacia los trabajadores y sus organizaciones.
No podemos olvidar, precisamente hoy, en el aniversario del nacimiento de la CTM, que el joven Fidel Velázquez, entonces muy joven, contribuyó de manera determinante en la discusión y en la elaboración de la Ley Federal del Trabajo de 1931, como tampoco podemos ni debemos ignorar que fue la Confederación de Trabajadores de México, sus principales dirigentes, sus abogados, y sus legisladores, participaron de manera muy activa en la elaboración de la actual Ley Federal del Trabajo.
Dirigentes sindicales, diputados y senadores obreros e intelectuales al servicio del proletariado, contribuyeron de manera determinante en todo el proceso político, social y legislativo que culminó con la promulgación de la legislación laboral vigente.
Las leyes, compañeras y compañeros trabajadores, son los cauces por los que debe discurrir la vida de toda sociedad que aspire a desarrollarse de manera civilizada y en un marco armonioso. Son los instrumentos de la convivencia social, son también los instrumentos que equiparan a los ciudadanos en condiciones de igualdad cuando la legislación es de carácter social.
En nuestro país la legislación laboral, perfectible como es en todo momento, hizo posible el tripartidismo y la representación sindical en la discusión de los problemas de carácter laboral. Garantizó que las conquistas que el movimiento revolucionario había plasmado en el Artículo 123 Constitucional pudiesen reglamentarse en cada título, en cada artículo de la Ley Federal del Trabajo se encuentran concentrados la historia y el presente de muchas de las luchas que dieron los trabajadores de México.
El gobierno de la derecha, con una insistencia digna de mejor causa, dice que en nuestro país es indispensable o una nueva ley laboral o unas reformas que las modifiquen sustancialmente.
¿De qué se trata? ¿Se trata de debilitar a los sindicatos de trabajadores? ¿Se trata de esterilizar la esencia de la contratación colectiva? ¿Se trata de reglamentar excesivamente el derecho de huelga hasta el punto de hacerlo desaparecer en la práctica? ¿Se trata de que las empresas y el gobierno se entrometan en los asuntos sindicales que sólo competen a los trabajadores? ¿Se trata de abaratar el despido, de facilitar el despido de los trabajadores en nombre de una supuesta modernización o de una engañosa flexibilización de las relaciones laborales? ¿Se trata de facilitar la proliferación de esos negocios que para evadir la ley dan servicios a ciertas empresas cuya misión más que producir es eludir a los sindicatos y abaratar la mano de obra? ¿Se trata de organizar un registro selectivo de sindicatos? ¿Se trata de una administración pro empresarial de las llamadas tomas de nota? ¿Es que la paz laboral quiere decir explotación sin protestas y ausencia de defensas de los intereses de los trabajadores?
¡Óiganlo bien, si de eso se trata, si de eso pretenden, si a eso aspiran, que no cuenten con nosotros, que no cuenten con la fuerza política, social y parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional!”. Hasta aquí la cita.
Como se puede ver, las consecuencias de una acción tan estúpida como la cometida por el presidente Calderón y sus muchachos, seguramente tendrá consecuencias desastrosas para el país.
Bien dice Facundo Cabral que un estúpido comete estupideces y un gerente, gerenteces.
Calderón Hinojosa ha actuado en la Hora de las Definiciones como el clásico gerente descrito por Cabral.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1. El delegado del ISSSTE, Ulises González García, entregó los primeros 50 de 1,500 botiquines de primeros auxilios, al dirigente de la sección 6 del SNTE, Jesús Villanueva, para que sean distribuidos entre el gremio magisterial.
Igualmente, se instalará un módulo especial de vacunación contra la influenza A/H1N1, donde lo disponga el dirigente sindical, para proteger a maestros, alumnos, padres de familia y personal administrativo de las escuelas de la entidad.
2. La lealtad tiene un corazón tranquilo. Shakespeare
3. Contra la estupidez, hasta los dioses luchan en vano. Goethe
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