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sábado, septiembre 16, 2000

Carlos Vázquez, ausencia de inteligencia

AP 513 1998

Agenda Política

Miguel Acosta Vargas

“Al Ciudadano Ingeniero Carlos Vázquez Oldemburg,

Presidente Municipal de Colima:

(El hoy gran ausente en este importante acto para la vida municipal de Colima).

También, como me hubiera gustado que fuera testigo y escucha de mi informe de labores. Porque así es como hemos trabajado en el cumplimiento de la función que nos ha tocado desempeñar y porque entendemos que hoy, el Sindicalismo requiere de una política de permanente contacto con sus integrantes y de la permanente lucha en defensa de las conquistas laborales, pero, también es cierto que, en las relaciones laborales de Trabajador Patrón, tienen como condición indispensable que el Patrón, el Sindicato y el Trabajador establezcamos nuestras coincidencias en la productividad, en el esfuerzo, la eficiencia, la calidad y la eficacia por hacer llegar un mejor servicio a nuestro principal mandatario: el pueblo de Colima.

Pero, porque también es cierto que esas relaciones laborales en muchos de nuestros momentos están contagiadas de discrepancias por tratos injustos, por caprichos y por eficientismos mal entendidos, por la incapacidad o el desconocimiento o por el mismo abandono de las labores, y por ello requiere que, Patrón, Sindicato y Trabajadores, establezcamos puentes de diálogo permanente, de consensos, de entendimiento, de comprensión y respeto, aún, en lo que no estamos de acuerdo, pero hoy, nos dan, una vez más, la razón objetiva con su ausencia y con su desprecio al trabajador municipal.

En el Sindicato de Trabajadores al Servicio del Ayuntamiento de Colima, nos hemos propuesto practicar una política sindical en la que privilegiamos la moderación y la tolerancia ante el exceso y la prepotencia; en donde el diálogo, la negociación y el consenso lo anteponemos a la intolerancia, que con su ausencia nos indica que ya se sentó en la silla municipal.

Para el Señor Ingeniero Carlos Vázquez, queremos decirle que hemos sido congruentes con nosotros mismos y porque demandamos respeto también lo ofrecemos ante el maltrato o el improperio, ofrecemos razonamientos ante la cerrazón y la sinrazón; pero, más aún, nos hemos opuesto al elogio facial (sic?) y a la perversa y falsa modestia. Así­ lo hemos entendido los Trabajadores al Servicio del Ayuntamiento de Colima, porque hemos privilegiado la cohexistencia (resic?) del Sindicalismo renovado y fuerte con la negociación en los propósitos finales del patrón, pero, que no se nos malentienda y se confunda o aprecie como sumisión.

Al Señor Presidente Municipal, en donde se encuentre, nos permitimos informarle que nosotros si hemos promovido la invitación al diálogo, la concertación y la negociación en contra de la indiferencia, la confrontación estéril, el golpe bajo, la revancha o ante el mismo desdén. Hemos atemperado y prudenciado ante las amenasas (­gulp!) de despidos, liquidaciones o privatizaciones; hemos privilegiado las coincidencias y propósitos comunes donde la mediación y el entendimiento han registrado su principio contra la cerrazón, la venganza, la ambición, la mentira o la simulación.

Así­, para el señor Presidente Municipal, le queremos comentar que, hemos sido congruentes con la política sindical fuerte, renovada y en permanente lucha por los beneficios económicos, las prestaciones sociales y el bienestar familiar de los trabajadores. ­Y en ello, No Claudicaremos!; No (¡gulp!) traten de agobiar nuestra prudencia ni agotar nuestra tolerancia.

Sí señor presidente y donde usted se encuentre le informamos que, no nos dejaremos avasallar por quienes en aras del eficientismo, o por venganza, o por intolerancia, o por escalafón o por promoción, quieran vulnerar la autonomía y la unidad sindical. Con base en la Ley, pelearemos contra quien sea. Que quede claro, no nos dejaremos, porque los trabajadores al Servicio del ayuntamiento creemos fervientemente en el Sindicalismo combatiente pero respetuoso de la Ley, agresivo en nuestros derechos y conquistas laborales, pero, razonablemente tolerantes y plurales. Que no se engañen y confundan nuestra prudencia y nuestra tolerancia, porque en la lucha sindical sabemos ser los más fieles opositores.

Al Señor Ingeniero y Presidente Municipal ausenteno, (y ahora?) deseamos fervientemente que la administración que preside y que recién inicia no con tan buenos augurios, no permita que vaya ser manchada por la imprudente actuación de alguno o algunos de sus colaboradores; deseamos también, que interpreten adecuadamente su política y no golpeen primero y después quieran pedir la burda disculpa. ­Que no se equivoquen con nosotros!, porque así como llegaron, por Ley, también se tendrán que ir y nosotros en y con el cumplimiento de nuestro trabajo, nos quedaremos. ­De ello estoy seguro!

Tengan ustedes la seguridad que los trabajadores sindicalizados sabemos y sabremos seguir ganándonos el salario que percibimos y el aprecio y reconocimiento del público usuario; que desempeñaremos con eficacia las labores que nos toca cumplir y con eficacia alcanzaremos la productividad anhelada, porque seguros estamos, que así, lograremos contribuir para construir un Nuevo Colima.”.

Ustedes han de perdonar, amables lectores, la ortografía y la sintaxis. Pero, al margen de ello, vale la pena decirles que éste fue el mensaje leído por el secretario general del sindicato de trabajadores al servicio del ayuntamiento de Colima, al que, por supuesto, no asistió Carlos Vázquez Oldenbourg, alcalde capitalino y ninguno de sus funcionarios, excepción hecha de uno de los miembros del Cabildo, según mi informante.

Así, mientras el dirigente de los sindicalizados del ayuntamiento habla de sentarse a dialogar para llegar a acuerdos con la parte patronal y establecer compromisos que vayan en beneficio de la sociedad colimense, Vázquez Oldenbourg dice que si alguien quiere dialogar o negociar que vayan a buscarlo. ¡Eso querían!

En fin, más habrá de este asunto y se los daré a conocer en su momento.

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1.- José Luis Navarrete Caudillo, exalcalde porteño, dice que Martha Sosa miente y que no tenía un ingreso oficial de 26 mil pesos mensuales. Yo le creo a Navarrete Caudillo. Estoy absolutamente convencido de que no tuvo, es más, de que nunca tuvo, un ingreso total y real de 26 mil pesos mensuales. ¿Usted, amable lector, cree que Navarrete Caudillo tuvo ingresos mensuales por 26 mil pesos?

Por otra parte, también le creo cuando afirma que: “no es que faltara el valor civil para dar a conocer los salarios como se dijo, sino que no era esa la costumbre y nada nos obligaba a hacerlo”.

Sus palabras explican por qué el suyo es uno de los peores gobiernos que ha padecido Manzanillo: “nada nos obligaba a hacerlo” en beneficio de la mayoría de los manzanillenses.

2.- En los pocos días que lleva, una gran labor ha estado relizando el nuevo delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), Carlos Camacho. Cerró dos gasolinerías en Manzanillo y lo hizo con la ley en la mano. La defensa de los intereses de la sociedad está en primer plano. Ahora, lo importante es mantener el ritmo.

3.- “El Gran Duque ha dicho: “El que no tiene conciencia clara de sus objetivos no sabe replicar al enemigo”. Meng.

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