El rector de la Universidad de Colima, Miguel Angel Aguayo, fue claro: los inversionistas tienen hasta el 31 de diciembre para iniciar trabajos del puerto seco de Tecomán, de otra manera, vamos a cancelar el convenio, por incumplimiento de la contraparte.
Más claro, ni el agua. Si no hay acción en este año, la Universidad dará por cancelado el convenio suscrito debido a la incapacidad de los inversionistas de dar inicio real a los trabajos necesarios para echar a andar el famoso puerto seco de Tecomán.
El rector también señaló que en caso de que se cancele el convenio, la Universidad ni ganará, ni perderá, sino todo lo contrario, añadiría por mi parte. Esto sería debido a que la Universidad no habría dejado de recibir nada, ni habría invertido un solo peso en esta obra, sino que su aportación sería con las 120 hectáreas de terreno y nada más.
Además, el rector dejó en claro que la Universidad puede encontrarle otro destino a esas tierras, entre las que estaría la instalación de una armadora automotriz, por señalar un caso concreto.
Lo importante es que la Universidad esté en posibilidades de participar de manera activa en el desarrollo y evolución de nuestra sociedad. Esta es una de sus funciones primordiales: contribuir no sólo a la preservación de la cultura, la ciencia y las artes, sino en vincularse con los distintos sectores productivos y proporcionar no sólo el personal requerido para esas áreas, sino ser sujeto activo, y no sólo referente, en el mejoramiento de nuestra sociedad.
La universidad, a más de ser lugar donde se discuten los asuntos que interesan a nuestra comunidad, al estado, al país y al mundo, es el lugar donde se hace ciencia, donde se promueven, y no sólo se difunden, las artes en sus distintas manifestaciones.
La Universidad es el lugar donde nos encontramos todos, sin distingo alguno, porque hay espacios para reflexionar y para escuchar a todas las voces. Es el espacio natural para aprender a negociar a partir de las diferencias, porque es el lugar donde se enseña a respetar y valorar lo diferente.
Por eso da gusto que el rector diga: ya basta. Es tiempo de que alguien dijera ya basta. No se trata de ver a qué horas o cuándo se les va antojar dar inicio a las obras. La vida es dinámica y la universidad no puede estar sujeta a negligencias o caprichos de nadie.
Bien por el rector.
Tres Comentarios al Margen
1. ¿El alcalde de la capital está obligado a responder a sus detractores y críticos permanentes? Desde mi punto de vista, sí. Fue electo por la mayoría de los que votaron para cumplir una responsabilidad específica. Ahora bien: es cierto que la ciudad está más sucia que antes; también es cierto que la ciudad está más oscura que antes y, de igual manera, hay baches en varios rumbos de la ciudad.
Estas son las tareas cotidianas del alcalde de la capital. Es cierto. Ahora, el alcalde debe informarnos a los ciudadanos, a los pobladores de este municipio, qué ha hecho y por qué están las calles como están y qué ha estado haciendo para remediar estas situaciones.
2. Nunca es tarde para no hacer nada. Jacques Prévert
3. El progreso consiste en el cambio."Miguel de Unamuno