El informe del rector de la Universidad de Colima suele convertirse en el último acto político de importancia, a nivel estatal. Al tener como fecha el 15 de diciembre, prácticamente con ello se cerraba el año político en Colima.
A este acto suelen concurrir los miembros de la clase política local, quienes encuentran uno de los últimos lugares donde puedan verse con antes de las vacaciones de fin de año.
Este año no fue la excepción y el informe del rector Miguel Angel Aguayo, el primero de su segundo periodo rectoral, logró, nuevamente, ser el centro donde pudieron mirarse y reencontrarse, en algunos casos, nuestros políticos locales.
A más de la importancia intrínseca de saber qué se hizo en el último año en la universidad de Colima, el hecho de quién asiste y quién deja de hacerlo, qué se dicen y qué no se dicen quienes allí se encuentran, se abrazan y se saludan.
En esta ocasión la expectación era mayor. Uno de sus egresados, como en el caso de tres gobernadores electos por voto popular, estaría como el testigo de honor en este acto: Mario Anguiano Moreno, quien estudio Economía en la Universidad de Colima.
No era un asunto menor, su presencia en la universidad. Había expectativa y por qué no decirlo, hasta un poco de morbo, de curiosidad, por saber qué diría, por anticipar en gestos, miradas y movimientos corporales, filias y fobias.
El acto no decepcionó a nadie. A más de lo ya descrito en los medios de comunicación acerca de lo dicho por el rector y por el propio gobernador, desde mi punto de vista vale la pena hacer algunos comentarios sobre lo dicho por Anguiano Moreno.
De entrada, lo reconozco, hay un cambio fundamental en la visión y en el posicionamiento individual respecto de la universidad, cuando afirma, apenas en el tercer párrafo, lo siguiente: “Lo que soy y lo que aún puedo llegar a ser, se lo debo en buena medida a la generosidad de nuestra Casa de Estudios. Por supuesto que me siento comprometido a apoyar con todo lo que esté a mi alcance su consolidación y crecimiento.”
Luego, párrafos adelante, el gobernador describe cómo fueron las experiencias de colaboración entre el gobierno municipal que presidió y la universidad, al afirmar: “Cuando fui presidente municipal de Colima, siempre contamos con el respaldo de la Universidad y de su Rector, nuestro amigo Miguel Ángel Aguayo, para llevar a cabo aquellos proyectos en los que la intervención universitaria era posible. Nos fue muy bien. Alcanzamos las metas que nos propusimos”.
Inmediatamente después, explica en qué y cómo piensa mantener los canales de comunicación y colaboración con la universidad, al señalar que: “Ahora, ya en el Gobierno del Estado, encontramos esa misma actitud receptiva para llevar a cabo una serie de políticas estratégicas para nuestro desarrollo; tal es el caso de los estudios municipales de vocacionamiento económico que permitirán generar empleos, del programa jefas de familia que atenderá al segmento más vulnerable de nuestra sociedad y de las incubadoras de empresas que apoyan a los emprendedores colimenses”.
“Hemos reiterado al Señor Rector nuestra plena disposición para que este clima de diálogo, de entendimiento y trabajo en equipo, se mantenga en el transcurso de toda nuestra administración”.
Como se puede constatar, Mario Anguiano no sólo se declara orgulloso de ser egresado de la Universidad de Colima, sino que explicita su deseo de trabajar en equipo para bien de Colima y, por supuesto, de la propia Universidad.
Pero los párrafos siguientes definen qué busca Mario Anguiano y cuál es su perspectiva de la Universidad de Colima. Juzgue usted.
“La presencia constante, el aliento y la capacidad transformadora de la Universidad, dinamizan y otorgan sentido a la realidad colimense.”
“La Universidad y el Gobierno del Estado tienen ante sí una serie de retos, que habremos de superar en la medida de que sigamos trabajando de manera coordinada.”
“Todo puede ser superado con la inteligencia y la integridad, con la especulación, la técnica, el arte y la solución práctica de los problemas, que aportan los universitarios.”
“La universidad nos recuerda frecuentemente que los colimenses sabemos pensar y hacer cada vez mejor las cosas. Que tenemos una vocación de liderazgo nacional e internacional.”
“La Universidad educa el espíritu, nos ofrece los frutos de la inteligencia y nos prepara para la vida.”
“En la Universidad se estudia, se lucha y se trabaja por el desarrollo de Colima.”
“La Universidad es esfuerzo, disciplina y altura de miras.”
“Esa es la definición competitiva, de excelencia y crecimiento constante, que debemos mantener viva en esta universidad y en el resto del Estado.”
Son párrafos sin desperdicio, que demuestran a cabalidad qué piensa Mario Anguiano acerca de la Universidad de Colima y cómo piensa vincular a su gobierno con ella.
Por lo pronto, las cartas están puestas. Hay un cambio de actitud evidente. El gobernador pretende establecer una coordinación efectiva con la Universidad de Colima. El estilo es otro, muy diferente y favorable para encauzar a Colima por la amplia ruta de la tranquilidad social.
Bienvenida la actitud, sobre todo porque es por el bien de Colima.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1. Hoy inicia el vigésimo primer congreso extraordinario de la Sección Seis del SNTE. A más tardar mañana, habrá nueva dirigencia seccional. Hay muchos aspirantes, pero muy pocos candidatos. Veremos y opinaremos.
2. La idea de incrementar 10 comisiones ordinarias sin que se aumente el presupuesto para ellas, resulta una propuesta atractiva. Lo es, porque mejoraría el trabajo y disminuiría la carga que en la actualidad tienen algunas de ellas. De esa manera, cada uno de los 25 diputados podría presidir una, lo que los pondría en igualdad de circunstancias. Ojalá se concrete la propuesta.
3. Se predica contra muchos vicios, pero no sé de nadie que haya predicado contra el mal humor. Johann Wolfgang von Goethe