Uno de los asuntos mas difíciles para cualquier organización política es la de seleccionar a sus candidatos a los distintos cargos de elección popular, así como los dirigentes partidistas.
Los conflictos en partidos tan diversos en tendencia ideológica como el PAN y el PRD, muestran claramente la verdad del comentario anterior. En el PRD, se dieron hasta con la cobija; se dijeron hasta de qué iban a morir y se provocaron fisuras, abandonos y expulsiones en un partido que no ha cumplido, todavía, dos años de haber sido fundado, es decir, que está en construcción (como dicen los propios perredistas).
Ejemplo claro de lo anterior, son las disputas que existen aun por el control de la dirigencia estatal del PRD en Colima. Las acusaciones y las aclaraciones de ambos grupos las conocen todos aquellos que participan en la política local. Los desplegados a página entera, las cartas aclaratorias y los ataques directos han estado a la orden del día.
En el PAN marchan en forma similar estos asuntos. La exclusión de Jesús González Schmall (ya tratado ampliamente en esta columna) de la lista de candidatos a diputados federales por el principio de la representación plurinominal, armó un pequeño ciclón y dejó una secuela de inconformidades y actitudes de abandono, sobre todo debido a que los dirigentes nacionales dejaron la impresión de que el castigo era por haberse integrado en el Foro Doctrinario.
Aunque la mayoría de los implicados en este asunto asumieron la actitud de institucionalidad, en el sentido de que no abandonarían las filas del blanquiazul, la verdad es que muchos panistas están dispuestos a hacerse a un lado ante las injusticias cometidas por sus dirigentes contra uno de los miembros mas destacados de su partido.
En el PRI, las aguas están a su máximo nivel. Todo ha contribuido a crear un clima de aparente intranquilidad política. Los priístas colimenses se han agrupado y tras las decisiones respecto de los candidatos a diputados federales y locales y a senador, esperan con ansiedad la nominación de quienes competirán por las alcaldías, regidurías y sindicaturas.
Es cierto, las designaciones no dejaron satisfechos a muchos. Sin embargo, debe reconocerse el esfuerzo realizado por concertar con todos los grupos políticos para lograr un mayor consejo en torno de los elegidos.
Algunos dirigentes de sectores u organizaciones esperaban que la mayoría de los candidatos les correspondiesen. No fue posible. Nunca lo es. Dejar satisfechos a todos no se puede lograr.
Lo preocupante es que haya corrido la especie de una supuesta corrupción, en la cual estarían involucrados miembros de la representación nacional priísta.
Este es un asunto que debe aclararse a la mayor brevedad. Por el bien del partido y de los propios involucrados. No se duda que todo haya sido un manejo hecho por algún inconforme, pero hay que probarlo y, en caso necesario, llegar incluso a la expulsión de aquel cuya responsabilidad en el asunto quede debidamente demostrada.
Así, los priístas renovarán su credibilidad en los dirigentes del partido.
De otra manera, podría haber graves problemas.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
Uno. Luis Gaytán Cabrera tiene ante sí la gran posibilidad de ser el nominado por el PRI a la presidencia municipal de Villa de Alvarez.
Perdidas todas las posibilidades de Héctor Dueñas González, (aún es Secretario de Educación, Cultura y Deporte, lo que lo inhabilita), la disputa final se dará, entre Gaytán Cabrera y Ramona Carbajal Cárdenas.
Con ello, el director de Coplade municipal tiene todo el camino abierto para llegar a la presidencia municipal.
Dos. La Universidad de Colima elabora un disco compacto para el Fondo de Cultura Económica que contendrá el catálogo general del Fondo.
Igualmente, podría hacerse un contrato con la Suprema Corte de Justicia de la nación para la elaboración de dos discos compactos.
Tres. El poder es para ejercerse. Ahora o nunca.