La respuesta del gobierno federal a las demandas de incremento salarial al magisterio, puede considerarse normal, si tomamos en cuenta el monto probable del aumento real. En negociaciones con otros sindicatos, se habían logrado mejorías hasta en 23 %, por lo que los miembros del SNTE sabían que podían obtener una respuesta similar.
Días antes, el secretario de Programación y Presupuesto, Ernesto Zedillo Ponce de León, había dicho que el incremento tendría que ajustarse a lo programado con toda anticipación. Más claro: no podían manejarse cifras que pudieran romper el equilibrio presupuestal, meta de los funcionarios salinistas.
Sin embargo, la respuesta, en principio, parece responder a las expectativas creadas. Vale la pena comentar algunos aspectos del comunicado oficial donde se da cuenta de los términos en que se manejan los incrementos.
En primer lugar, destaca el hecho de que todos aquellos que tienen plaza inicial, tendrán un salario no menor a 900 mil pesos mensuales y más de la mitad del magisterio nacional (un 56 por ciento de los maestros que trabajan en el nivel de educación básica) recibirán más de tres salarios mínimos mensuales vigentes en el Distrito Federal.
Adicionalmente, se autorizaron incrementos en los llamados conceptos colaterales, entre los que destacan, el pago para la adquisición de material didáctico, el de quinquenios, las compensaciones por doble turno y las de zonas de bajo desarrollo.
Para que los miembros del SNTE puedan saber con claridad cuanto será el incremento neto que recibirán, deberán esperar hasta que la oficialía mayor de la SEP realice los cálculos necesarios para determinar cuánto corresponderá a cada plaza en preescolar y primaria, cuánto al pago por hora en secundarias y niveles afines; en fin, cuánto será su incremento nominal y cuanto recibirán efectivamente, es decir, cuál será la diferencia entre lo cobrado hasta el quince de mayo y lo que cobrarán a partir de la segunda quincena de este mes.
El incremento logrado no resuelve los problemas de los profesores. Es cierto. Sin embargo, visto en el contexto de la situación del país, es un esfuerzo del gobierno de la república por resarcir, siquiera un poco, el atraso brutal de sus salarios.
Vale la pena destacar que la dirigente nacional del SNTE declaró que las negociaciones no concluyen ahora, por el contrario, se mantendrán, porque aún existen asuntos que deben resolverse, como lo relativo a la compensación que deben entregarse el 15 de mayo para todos los miembros del sindicato, equivalente a 30 días de salario de cada trabajador, los 60 días de aguinaldo y otras cuestiones.
Un segundo paso (el primero se habría dado con aquel 25% directo al salario que cada trabajador percibía el año pasado) dado en beneficios de los trabajadores de la educación.
Por cierto, este incremento da un severo mentís a quien declaró que el tope sería un doce por ciento, más un mes de salario como compensación del 15 de mayo.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
Uno. El día de ayer, falleció la señora Elvia Barragán viuda de Arellano, madre de José Arellano Barragán. Para él y todos sus familiares, mi más sentido pésame.
Dos. Los asuntos de la selección de candidatos siguen en veremos. Me refiero a los priístas, desde luego. Tal vez este fin de semana haya luz verde para algunos casos. Habrá que estar atentos.
Tres. Según informó ayer Jorge Alberto Ruiz Chávez en su columna Perfil Político, podría darse hoy el nombramiento del sucesor de Bulmaro Pacheco Moreno como coordinador del CEN del PRI. Este nombramiento recaería en Antonio Fabila Meléndez, quien se desempeñaba como delegado de UNE en la entidad.
De confirmarse esta versión, se tendría un representante del CEN con pleno conocimiento de lo que acontece en Colima y con la total identificación de los grupos, organizaciones y personalidades políticas que existen al interior del partido, ello significaría una gran ventaja en el desempeño de sus funciones.
Por otra parte, se tendría necesidad de un nuevo delegado de UNE y, a propósito, otro en la CNC.
Esperemos.
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