Se ha pretendido armar un escándalo mediático debido a la decisión del gobierno estatal de apoyar con 700 pesos anuales a los trabajadores de la educación federalizados pertenecientes a los niveles de educación básica, que comprende educación inicial, preescolar, primaria, secundaria y grupos afines.
Cosa de poca importancia, decía León Felipe, parecen 700 pesos anuales como un apoyo del gobierno estatal; sin embargo, son el producto de un largo proceso en donde la gestión fue hecha por una organización integrada por jubilados y pensionados que en activo pertenecieron a la Sección Seis del SNTE, es decir, eran personal federalizado.
Cabe hacer una aclaración: los niveles de bachillerato o profesional no están federalizados. Por esa razón, los trabajadores de la educación de los CEBTI’s, CEBTA’s, CET del MAR y Tecnológico de Colima, no reciben ninguna compensación ni estímulo de parte del gobierno estatal, porque ellos aún dependen del nivel central, es decir, directamente de las direcciones generales o de la Subsecretaría correspondiente de la Secretaría de Educación Pública del gobierno federal.
Todos estos trabajadores están homologados con las prestaciones que reciben los trabajadores del Instituto Politécnico Nacional y otros centros federales de educación superior.
De esta manera, la acción de la organización encabezada por el profesor Liberato Estarrón Arámbula fue bien recibida por sus agremiados y más por quienes no lo son, porque no hay condición de pertenecer a organización alguna para recibir el beneficio del apoyo del gobierno estatal.
Se ha manejado, no sé si por falta de información o por otras razones, como si el apoyo es para todos los jubilados y pensionados por el ISSSTE en Colima, o que debió haber sido también para los del IMSS y absurdos más como éste.
Ahora bien: recuerdo que en una columna publicada hace tiempo, se informaba de todos los beneficios logrados por su organización y se agradecía al gobernador en turno el apoyo dado para tal fin. Pero ahora se juzga mal que el gobernador Anguiano Moreno haya respondido positivamente a la petición de entregar un apoyo permanente para todos, todos, los trabajadores de la educación jubilados o pensionados del nivel básico de la Secretaría de Educación.
El apoyo, cabe aclarar, no se está condicionando a nada. Se pide, sí, que quien desee recibirlo vaya a las oficinas de esa organización y presenten su talón de cheque del último mes y su credencial expedida por el ISSSTE, que lo acredita como pensionado o jubilado. Nada más.
El beneficio no es sólo para los miembros de la organización que gestionó el apoyo, sino para todos los que cumplan con los requisitos marcados.
Hay quienes han hecho escarnio de la irrisoria cantidad que será entregada a cada uno de los beneficiarios, pero es destacable que ya se logró y que será permanente y conociendo al profesor Estarrón Arámbula, tenga usted por seguro que seguirá en su lucha para incrementar el monto de dicho apoyo.
Desconozco si la organización tiene oficinas en todos los municipios, pero en todo caso, valdría la pena hacer el esfuerzo para que los beneficiarios de otros municipios no tuvieran que desplazarse hasta la capital del estado para recibir el apoyo.
Esta es una primera etapa, pero los agremiados a la organización presidida por el profesor Liberato Estarrón saben que aún tienen una lucha que librar y esa es contra el gobierno federal para la regularización de su aguinaldo. Hay precedentes exitosos y hay tozudez y determinación reconocidas.
Ojalá pronto puedan los trabajadores de la educación federalizados, ahora ya como jubilados o pensionados por el ISSSTE, tener noticias positivas acerca de esta lucha que aún mantienen.
Por lo demás, me parece que la Sección Seis del SNTE podría aprovechar su estructura para hacer llegar al mayor número posible de personas este beneficio que otorgará anualmente el gobierno estatal.
Tres Comentarios al Margen
1. Los senadores aprobaron en los general lo que se ha denominado Reforma Política, es decir, una serie de modificaciones constitucionales como la reelección de legisladores, hasta por dos periodos los diputados y por uno los senadores, las candidaturas ciudadanas, la escala de mando ante la ausencia total del presidente de la república y otros asuntos más relativo a la afirmativa ficta en hasta dos iniciativas del presidente y que ahora podrá hacer observaciones, de manera total o parcialmente, al presupuesto aprobado por el congreso.
Falta aún la aprobación en lo particular y se prevé una gran discusión, sobre todo porque le senador perredista Pablo Gómez se reservó el total de los artículos, 16, que contiene la llamada Reforma Política.
Seguramente será aprobada también en lo particular y después deberá ser analizada, discutida y, en su caso, aprobada por la cámara de diputados y, hasta aquí, todo parece ir viento en popa, pero le problema viene, precisamente, después de que salga el asunto del congreso de la Unión.
Mire usted, como la iniciativa contiene reformas constitucionales, ello obliga a que la mayoría aritmética, 16, de los 31 congresos estatales, el DF no cuenta porque es Asamblea Legislativa y no legislatura estatal, apruebe dichas reformas.
Aquí es, precisamente, donde la peruca puede torcer el rabo, porque dudo mucho que 16 congresos locales aprueben antes del 1 de julio de este año dicho paquete. Parece como si hubiera mucho tiempo, pero en realidad no lo hay.
Mire usted: hay muchos intereses en juego y muchos querrán meterle mano a la iniciativa. No hay un poder cohesionador que apresure los tiempos y muchos verán qué ocurre en la Cámara de Diputados, primero, para saber cómo se vendrá todo lo demás.
Por ello, pensando que sea aprobada por el congreso de la Unión y por 16 de los 31 congresos locales, por lo menos, tal vez no alcance a estar lista antes del 30 de junio y no podría aplicarse en las siguientes elecciones federales, porque, además, debe aún modificarse el Código Electoral y de Procedimientos Electorales para ajustarlo a dichas reformas.
Mucho trabajo aún y muy poco tiempo disponible para ello.
De esta manera, podría ser hasta el 2015 cuando estas reformas podrían aplicarse por primera ocasión.
2. La mejor forma del perdón es el olvido. Jorge Luis Borges
3. Toda la historia de un hombre está en su actitud. Julio Torri
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