Agenda Política
Por: Miguel
Acosta Vargas
Alito, por sus
pistolas
Hace unos días escribí en este espacio sobre la inexistencia del PRI en
Colima y expuse las razones, objetivas y subjetivas, para hacer tal afirmación.
Ayer nos encontramos con una novedad: el dirigente nacional del PRI, Alejandro
Moreno, realizó una modificación a los estatutos para extender su mandato hasta
2024, una vez haya concluido el proceso electoral.
La modificación estatutaria habría sido realizada en una supuesta reunión
del Consejo Político Nacional donde se habría modificado el estatuto en la
parte correspondiente a la elección de la nueva dirigencia y, en su caso,
extender la duración del mandato, al cambiar el concepto “tres meses antes del
inicio del proceso electoral”, por el concepto “noventa días hábiles antes del
mismo hecho”.
Para cualquier persona, cualquiera, tres meses es algo muy diferente a 90 días
hábiles. Estos últimos son poco más de cuatro meses.
Lo hecho por Alito Moreno y sus cómplices en el PRI, es una auténtica
chicanada.
Más allá de lo legal, es decir, de llevar el asunto al TEPJF o donde
corresponda, para clarificar si el Consejo Político Nacional tiene facultades
para modificar los estatutos del PRI o si esa facultad corresponde única y
exclusivamente a una Asamblea Nacional; más allá de eso, los priistas están
obligados a echar fuera a Alito, sus gamberros y sus adláteres.
¿Han perdido la decencia, la cordura mínima los priistas?
Quedan claras las razones para la ampliación del mandato de Alito Moreno y
sus cómplices hasta después del proceso electoral del 2024: en primer término,
cumplir el compromiso con AMLO de entregar todas las posiciones en manos del
PRI, asunto obvio para todos porque, desde su llegada a la dirigencia del
partido, todo ha sido cuesta abajo. Todo ha sido entregar las posiciones
ganadas en las urnas.
En segundo lugar, por supuesto, la asignación de las candidaturas en
municipios, estados y las federales para él y sus compinches.
¿Hay alguna duda al respecto?
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1. Una reunión de sexagenarios en un balneario rural fue noticia en medio
locales. Fue una nota basada en las imágenes de ciertas personas mientras
nadaban en un río o se bañaban en una cascada. Nada tendría de importancia tal
nota periodística, si en dicha reunión no hubiese estado presente Arnoldo
Vizcaíno Rodríguez, padre de la señora gobernadora, Indira Vizcaíno Silva.
Esto ocurre cuando la soberbia y la abyección caminan de la mano.
2. Mi solidaridad con Ciro Gómez Leyva por el intento de asesinato sufrido,
cierto, pero mucho más por las agresiones sufridas desde el púlpito mañanero
por parte de AMLO, quien se asume como el principal afectado por este hecho.
¡La desfachatez de AMLO de autodenominarse como el principal damnificado
por el intento de asesinato de Ciro Gómez Leyva no tiene parangón en la
historia de este país!
3. Apocarse es virtud, poder y humildad; dejarse apocar es vileza y delito.
Quevedo