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jueves, diciembre 28, 2000

La amistad excluye la crítica, según los panistas

28 de noviembre de 2000

Agenda Política

Miguel Acosta Vargas

Cuando hice el primer señalamiento público a algunas de las acciones emprendidas por el alcalde panista Enrique Michel Ruiz, se sorprendieron algunos amigos y otros no tan amigos y hasta algún autodenominado enemigo personal. No entendían, me dijeron, murmuraron, cuchichearon, las razones de haber hecho público mi disenso de las políticas públicas realizadas por el alcalde panista.

Por supuesto, lo primero fue hacer ver la distancia enorme que existe entre el discurso falsamente democrático del candidato Michel Ruiz y sus hechos ciertamente autoritarios como primera autoridad en el municipio.

Más de uno de mis amigos panistas me hizo un reclamo abierto; otros, simplemente mostraron su cara de sorpresa y dolor. Para ellos, mis palabras escritas iban en contra de mis hechos, dado que me habían colocado en la clásica dicotomía de amigo–enemigo, donde los roles son mutuamente excluyentes. Si eres amigo, no criticas, y menos en público. Así suelen ser los panistas, la prueba está en que ya corrieron a Portillo, Rogelio y ahora van por Pizano, Manuel por los mismos actos presuntamente cometidos: dar a conocer públicamente lo que debe mantenerse en la secresía panista.

En este sentido, nada mejor que reproducir la parte sustantiva, desde mi punto de vista, del artículo publicado hace algunos días por Federico Reyes Heroles, denominado “El nuevo oficialismo”

“(...) El antiguo régimen mexicano, para utilizar la expresión de Tocqueville, los regímenes nacidos de la revolución, se sustentaron en un extraño tejido de argumentos, algunos modernos y otros no. Acabar con los latifundios fue moderno, no así sojuzgar a millones a una nueva esclavitud agraria. Fueron modernas las reivindicaciones laborales, no así el control corporativo. Fue de avanzada fomentar la industrialización, no el proteccionismo y los monopolios. El laicismo fue moderno, no la simulación. El fomento cultural fue pionero, no el control informativo. Fueron estos claroscuros los que edificaron un pensamiento oficialista pesadísimo. Oficialista era aplaudir al sindicalismo sin cuestionar el corporativismo. Oficialista era hablar de la reacción, sin mirar las limitaciones democráticas. Oficialismo era rechazar las comparaciones. México era único, faltaba más. Oficialista era callar los atropellos y aceptarlos por la "justicia social". Oficialismo era rendir loas a la estabilidad a cualquier costo. Oficialismo era aceptar el carácter intocable del Ejército y por supuesto del "señor Presidente". Cualquier oficialismo, al ser acrítico, es contrario a la modernidad. Democracia Verdadera y oficialismo son incompatibles.

Todo esto porque presiento que estamos ante el surgimiento un nuevo pensamiento oficialista. La añorada y tan postergada alternancia federal, la muy reciente vida democrática, pueden haber provocado algún humo que nos impide leer con claridad. La alternancia justifica todo, pareciera rezar la primera consigna. Como el que la logró se llama Vicente Fox, hay que ser condescendientes con él. No importa tanto lo que va a hacer, sino lo que ya hizo. El populismo que ya se anuncia, el protagonismo sin límites, el culto a la personalidad, son asuntos menores frente a la gran hazaña histórica. El beneficio de la duda, según esta consigna expresa hoy, hoy, no debemos ser muy severos pues hay que conceder un plazo para que las aguas cobren su nivel. El razonamiento es engañoso, no se invita a dar un plazo razonable para que las cualidades fragüen. Se nos invita a dudar de la veracidad de los evidentes errores de hoy, hoy, a dudar de nosotros mismos. En las sospechas, por extraños motivos, de una transgresión de la laicidad por los crucifijos y las bendiciones a los trabajadores, el que está errando es el crítico. Si algo similar hubiera hecho un funcionario priísta nos lo hubiéramos comido vivo. Allí los hechos nos hubieran permitido las dudas. Si no señalamos esas desviaciones hoy, hoy, el beneficio de la duda se transformará rápidamente en el perjuicio de la duda. Por dudar de hacer las críticas permitimos que las desviaciones se agigantaran.
La democracia autoriza lo que antes estaba prohibido. En el autoritarismo la intromisión de la familia en la vida pública estaba mal, en la flamante democracia no. El culto a la personalidad estaba mal en Perón, en Castro, en López Portillo o Echeverría, pero no en la democracia de Fox. La ruptura de cánones, la alteración de preceptos y la violación de reglamentos, son pecata minuta para un Presidente que, en esencia, es democrático. Los mismos hechos en manos de los autoritarios del PRI sí eran preocupantes porque, en esencia, no eran democráticos. Otra argumentación: ellos sí que violaban leyes "importantes", no bobadas. En la democracia foxista la medición cambió.
Y, finalmente, todo lo que se diga contra Fox es para favorecer al PRI. En esta lectura se olvida que 6 de cada 10 mexicanos no votaron por Fox y que en el país caben muchas más versiones que la lectura plebiscitaria, bipolar y maniquea de demócratas igual a foxistas y todos los demás, autoritarios, luego priístas. El nuevo oficialismo es una amenaza seria. A México lo dañó mucho carecer de una crítica consistente y sistemática a las desviaciones del poder. La crítica no puede tomar vacaciones. Debemos evitar la repetición. En eso consiste una mínima modernidad. Hacia atrás no hay cambio. Qué triste será que los otrora críticos se conviertan en los arquitectos del nuevo oficialismo
(...)”.

Hasta aquí lo escrito por Federico Reyes Heroles. Por supuesto, como en el dedicado a los amigos, éste también lo suscribo a cabalidad.

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1.- Desear lo mejor para el próximo año ha sido tradicional y los seres humanos somos tradicionalistas. Así, deseo a todos que alcancen todas las metas que se propongan.

Por mi parte, espero que las bases para mi pesimismo no sean firmes y que todo sea menos negro de cómo lo espero.

2.- Mañana se cumplirán veinte años de haberme unido a una mujer maravillosa. De esta unión han nacido tres hijos. Hoy, soy veinte años más feliz.

3.- “Porque las mejores palabras de amor son las que no se pronuncian” Jaime Sabines

jueves, diciembre 21, 2000

Ayuntamientos y gestión pública eficaz

21 de diciembre de 2000

Agenda Política

Miguel Acosta Vargas

La función de un buen gobierno es mantener el equilibrio entre los distintos actores sociales. La idea de los gobiernos capaces de hacer todo por sí mismos ha quedado atrás con el agotamiento del Estado de bienestar. A lo largo del proceso de formación del Estado, el trazado de límites con la sociedad civil sufrió diversas alternativas. Aunque se debe recordar un hecho: los procesos de intervención de los gobiernos no fueron juegos de suma cero, es decir, aquellos donde lo ganado por uno de los actores es pérdida automática para el otro participante.


Actualmente, se cuestiona la facultad de cualquier grupo de la sociedad o del gobierno de constituirse en un poder por encima de otros y se demandan cambios en las reglas del juego, es decir, se busca una participación real de la sociedad en las tomas de decisiones. Por otra parte, los procesos de globalización significan una redefinición de la soberanía, dan un nuevo sentido al problema de la democratización y representan un desafío para los gobiernos, quienes no son precisamente víctimas sino actores importantes en estos procesos. Las demandas de cambios en las reglas del juego, se debe admitir, implican un reparto de las políticas y de las instituciones.


Del mismo modo, la forma y el contenido de la participación de alguna manera delimitan el quiénes deciden y quiénes deben ejecutar o acatar decisiones.


La burocratización transformó el orden de prioridades; se puso énfasis en las reglas, en la excesiva normatividad, y no en el ¿para qué? La razón instrumental no es un fin en sí misma, cabe recordar; cuando la burocracia se presentó como el mecanismo para consolidar la democracia representativa, Weber fue capaz de relacionar la razón instrumental con las necesidades de la sociedad de su época.


Si se desea una gestión pública capaz de generar los resultados demandados por la sociedad actual, el gobierno no debería instrumentar políticas públicas mediante mecanismos unilaterales de decisión. La gestión pública debería ser concebida como un sistema de cooperación social, con mecanismos e instituciones capaces de articular los intereses y la potenciación de capacidades del gobierno y de la sociedad.


La articulación de las exigencias y demandas nacionales con lo exógeno, de las políticas sociales con las económicas, y las distintas formas y complementariedad con los actores son, entre otros aspectos, componentes de una agenda básica de las funciones del gobierno para orientar las transformaciones de su perfil. Se requiere incrementar la capacidad de gobernar para un mundo cambiante y capacitar, con un contenido ético, a gobernantes y funcionarios públicos.

Lo razonable para la sociedad, el tipo de problemas públicos y la subordinación o preponderancia de la racionalidad a ciertas premisas relevantes para el desarrollo social son conceptos evolutivos en la interacción de las relaciones del Estado y la sociedad, de los gobiernos y la sociedad.

Nos encontramos con sociedades y gobiernos con deficientes capacidades para gobernar y se corrobora la ausencia de una teoría general viable para alcanzar un gobierno adecuado. En esta situación se debe elegir lo más acorde a nuestra realidad entre la diversidad de teorías y propuestas de solución. La perspectiva de mejorar la capacidad y perfil de los gobernantes y de los ciudadanos puede contribuir en esta búsqueda de soluciones a los problemas.

El objetivo de mejorar las capacidades de gobierno a partir de las actuales deficiencias para atender las necesidades sociales, permitirá afrontar en mejores condiciones los retos de fin del milenio y del futuro.

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1.- Deseo a todos los lectores de Ecos de la Costa que disfruten de estas vacaciones decembrinas.

2.- “Más vale una palabra a tiempo que cien a destiempo”. Miguel de Cervantes

3.- “Siempre es bueno dar consejos, pero darlos buenos es fatal”. Oscar Wilde

martes, diciembre 19, 2000

Transición y liderazgo, retos de Fox

19 de diciembre de 200

XERL "Angel Guardián"

Si queremos comprender las peculiaridades de la transición mexicana debemos empezar por el principio: la naturaleza del antiguo régimen.

Nada entenderemos si no comprendemos cuál estación abandonamos. Si el diagnóstico es simplista; es decir, que venimos de un autoritarismo sin adjetivos; un régimen equivalente al franquismo o a la dictadura de Pinochet, chocaremos una y otra vez con una dura realidad.

La diversidad y profundidad de los apoyos del régimen autoritario, la extensión de sus consensos, la existencia de una sociedad política cortesana, marcan el sistema que se disolvió lenta e irremisiblemente.

El rasgo definitorio de la mutación democrática tiene que ver con la naturaleza de los liderazgos políticos disponibles para pavimentar el cambio. He aquí la más miserable de las herencias del antiguo régimen. Son precisamente los hombres creados y cultivados por el viejo sistema quienes están encargados de reemplazarlo.

Nueva política, viejos políticos.

Es falso que la democracia está necesitada de liderazgos. Cualquier régimen bien asentado puede tolerar altos niveles de incompetencia durante cierto tiempo. El momento en que mayor talento se demanda de los actores, la etapa en que mayor responsabilidad se necesita, es el tiempo del cambio.

En efecto, los tiempos de transición son los tiempos del liderazgo. Ese es el gran vacío de nuestro tiempo: la ausencia de una camada de líderes políticos con sólidos anclajes sociales, con imaginación política, dispuestos al diálogo y a la negociación y conscientes de la urgencia de terminar con la transición y establecer firmemente el régimen democrático.

Los liderazgos que cubren el escenario mexicano en este tiempo de decisiones están muy por debajo de las exigencias nacionales. Podríamos detectar, en primer lugar, la incapacidad de múltiples actores para percibir la naturaleza de su propio tiempo. No son pocos los tropiezos que se originan en esta miopía.

En la cúspide de las instituciones nacionales, la Presidencia de la República, no existe conciencia precisa del significado de nuestra época. Vicente Fox dice y repite que México ha accedido a la "normalidad democrática" porque el viejo litigio electoral ha sido superado.

Se piensa entonces que la democracia se agota en la escrupulosa aritmética electoral sin detenerse a analizar las serias deficiencias institucionales que el país arrastra. Ahí el otro rasgo del liderazgo presidencial o, más bien, de la falta de éste: la política ondulatoria en donde se anuncia lo que no se persigue.

El establecimiento de un régimen democrático en México requiere de la participación de todos los partidos políticos, de todos los actores y de todos los mexicanos.

¿Estamos preparados para asumir nuestra parte?

lunes, diciembre 18, 2000

Los mediocres, según Fox

18 de diciembre de 2000

Agenda Política

Miguel Acosta Vargas

El presidente Vicente Fox Quezada lanzó su imperial cólera contra el republicano Andrés Manuel López Obrador por la reducción de salarios hechas a los funcionarios de primer nivel en el Gobierno del Distrito Federal, en contraposición con los elevadísimos salarios que el propio Fox y los miembros de su gabinetazo recibirán.

No contento con ello, Fox Quezada criticó severamente al perredista porque, dijo: “con ello recortará la capacidad de sus colaboradores y tendrá gente sin el talento suficiente”. La implicación es sencilla, elemental: “si le pagas poco dinero a tus empleados; entonces, son mediocres”. Una condicional perfecta, rotunda, evidente hasta para quienes reprobaron Lógica en el bachillerato.

Con esta argumentación como sustento, Fox Quezada justificó los altos sueldos para los secretarios de Estado, porque esto significa calidad en el desempeño de la labor y no caer en la mediocridad, según sus propias palabras. El panista fue aún más enfático, al señalar lo siguiente: "Yo sé que es difícil para las familias comprender por qué se les paga a los secretarios de Estado lo que se les paga o a un director. Se les paga porque son personas que cobran por hacer su tarea y conste que en el gobierno se paga mucho menos de lo que pagan las empresas. Un director de empresa gana el doble de un secretario de Estado".


Así, desde el punto de vista foxiano, cualesquiera personas que obtengan pocos ingresos al mes por su actividad laboral son unos simples y llanos “mediocres” y lo anterior no es una conclusión forzada por el autor de columna, sino la obtenida por el mismísimo Fox Quezada en persona al afirmar que: “si los funcionarios no recibieran esos altos ingresos significaría quedarse en la mediocridad y a la mera hora agarrar lo que caiga por ahí, pagar poquito, tener gente mediocre trabajando”.


Para abundar en su conclusión el panista explicó que si se pone el gobierno federal en manos de lo que “te caiga por ahí al paso de la calle, así nos va a ir. Yo creo que cuando los ciudadanos eligen a un presidente o a un jefe de gobierno, como en el caso del Distrito Federal, esperan lo mejor de lo mejor y si no se les puede pagar ese sueldo no tendríamos esa calidad de personas”.


De esta manera pasó Fox Quezada de una condicional simple: si pago buenos salarios, entonces no tendré mediocres como funcionarios, a una bicondicional o doble condicional, al afirmar tácitamente que: si y sólo si pago buenos salarios, no tendré trabajadores mediocres.


Y debo decir que, si Fox Quezada tiene razón, entonces, todos los trabajadores al servicio del estado somos mediocres, porque recibimos un pésimo salario y ello incluye a todos los trabajadores de la educación, del sector salud y de todas las dependencias del ejecutivo en sus tres niveles, así como de los otros poderes y podemos concluir que sólo Fox Quezada y sus gerentazos son los únicos bien pagados de este país y, en consecuencia, los únicos no mediocres.

¿Y qué es un hombre que gobierna un país de mediocres? Y si en tierra de ciegos el tuerto es rey; ¿en tierra de mediocres quien asistió a un curso de Miguel Angel Cornejo es el rey?


Averígüelo Vargas...

TRES COMENTARIOS AL MARGEN


1.- “A mí ningún desgraciado me insulta”, así inició, según mis fuentes, su respuesta el democrático y atingente síndico del ayuntamiento panista de Colima, Marco Antonio García Toro, al tiempo que se levantaba enfurecido con evidentes intenciones de agredir, también físicamente, al regidor priísta Jorge Vázquez Chávez, cuando éste le había hecho ver la evidente falsedad de lo dicho por el energúmeno funcionario panista.

Todo ocurrió en la sesión de cabildos celebrada el viernes de la semana anterior, en la que los panistas presentaron la lista de quienes serían designados como autoridades auxiliares.

Al razonar su abstención, Vázquez Chávez habría dicho que no podía votar a favor ni en contra porque desconocía los méritos, las cualidades y las capacidades de los propuestos. En contraparte, el síndico panista Marco Antonio García Toro dijo que la comisión integrada por el presidente municipal había hecho un trabajo profesional y exhaustivo en el que habían ponderado de manera primordial a las mujeres y los jóvenes.

Al concluir su intervención García Toro, el priísta Jorge Vázquez dijo que era falso que se hubiera tomado en consideración a las mujeres de la zona rural, puesto que del total de propuestos, 29, sólo 3 eran mujeres, es decir, apenas un poco más del 10 por ciento, lo que demostraba la falsedad de los afirmado por el panista.

Eso bastó para que el síndico panista, Marco Antonio García Toro se diera el levantón como si le hubieran puesto una calilla en la silla y soltara una serie de improperios y se pusiera fúrico, según mis informantes.

Por cierto, en esa sesión estuvieron presentes dos miembros de la dirigencia de la Canaco y uno de la industria restaurantera, quienes presenciaron la manera en que los panistas responden cuando se les señalan sus evidentes mentiras.

2.- Por cierto, permítame, amable lector, informarle algo, el ayuntamiento panista pretende dar marcha atrás en su absurdo intento de cobrar por extender los permisos a los particulares para podar árboles. Resulta que este concepto, que hasta antes de la llegada de los panistas tenía tasa cero, ahora pretendían cobrar dos salarios mínimos por esta licencia.

Me explico: el ayuntamiento está obligado a realizar la poda de todos los árboles que estén en la vía pública. Forma parte de sus obligaciones y es uno de los derechos de los ciudadanos. Sin embargo, sabemos que el ayuntamiento panista es incapaz de cumplir con las obligaciones que tiene y con sus responsabilidades. No importa, muchos ciudadanos estamos dispuestos a suplir esa falta de capacidad de las autoridades municipales y coadyuvamos con ellas, como ciudadanos corresponsables y deseosos de mantener en buenas condiciones nuestro entorno. Así, por nuestra cuenta y riesgo adoptamos varios árboles y nos responsabilizamos de cuidarlos lo mejor que podemos y, ya sea que lo hagamos personalmente o que paguemos porque un profesional realice la tarea, estamos en esa disposición y ánimo de participar activamente en la solución de los problemas de nuestra comunidad.

Lo que no admitimos, y por ello expresamos públicamente nuestra protesta, fue que el ayuntamiento panista encabezado por Enrique Michel Ruiz nos quisiera cobrar por su ineficiencia e incapacidad para cumplir a cabalidad con las responsabilidades que tienen.

Finalmente, debió ser la sociedad la que expresara su malestar por esta actitud prepotente, arbitraria, soberbia e incongruente. Pero no son capaces de admitirlo lisa y llanamente y pretenden “cuevearlo” como una fe de erratas a la iniciativa de Ley de Ingresos enviada al Congreso.

No le hagan al cuento, no fue “un error de dedo” lo que hicieron. Fue una salvajada, una acción criminal de lesa ecología, era la que intentaron llevar a cabo perdida en la sordidez de una iniciativa que poca gente tiene la probabilidad de conocer y revisar antes de que sea presentada al Congreso y, en su caso, aprobada.

3.- “Mis amigos me dicen que soy muy agresivo, pero me lo dicen a gritos” Jaume Perich

viernes, diciembre 15, 2000

Cuando quiero, donde quiero y con quien quiero

15 de diciembre de 2000

Agenda Política

Miguel Acosta Vargas

Hace algunos días, mi amigo Carlos Maldonado Villaverde, un panista de hueso colorado, respondió airadamente a una aseveración del gobernador Fernando Moreno Peña, en el sentido de que estaría dispuesto a debatir sobre algunos aspectos relacionados con el desarrollo democrático de nuestro estado, con un representante del PAN y uno del PRD. La aseveración fue hecha en el marco del foro realizado por la Universidad de Colima en torno del proceso electoral de este año.

Más rápido que inmediatamente, mi amigo Carlos Maldonado “echó mano a sus fierros, como queriendo pelear” y se autoproclamó “el panista elegido” y, a su vez, propuso que el perredista fuera Enrique Armando Salazar Abaroa, quien a la hora de redactar estas líneas tal vez esté a punto, o ya ha ocurrido, de ser eliminado del padrón de militantes del sol azteca, por razones del todo conocidas para quienes leen de manera regular los diarios locales.

El gobernador desdeñó olímpicamente a Maldonado Villaverde y éste se sintió “humillado y ofendido” –tal como uno de los personajes de Dostoievsky, ¿así se escribe?, en una de sus novelas– y nos endilgó a los lectores la relación completa de sus cartas que lo acreditaban como idóneo, digno y contumaz rival para el debate con el Gobernador.

No contentó con ello, me metió en su trifulca, aunque en su caso me endilgó un papel similar al de Severo Mirón –aquel periodista que tenía una sección en un programa televisivo denominada “platícame un libro” y que escribía de espectáculos en la revista “Orbita”– en donde el gobernador sería el beneficiario de las lecturas de este columnista. En realidad, la cita era gratuita y con ganas de que alguno de los aludidos por mi amigo Carlos Maldonado le entrara al quite, pues el gobernador, reitero, había desdeñado olímpicamente el reto y le había dado su real dimensión.

Luego, mi amigo Carlos Maldonado se lanzó contra Topiltzin Ochoa Cervantes, a quien señaló como un conspicuo complotista en contra de Enrique Michel en el año de gracia de 1997, vía un programa conducido por el autor de Pizarra Colimota, quien no tardó nada para contestarle a mi amigo Carlos Maldonado. En una segunda vuelta, publicada el jueves 14 de diciembre, justo ayer, Ochoa Cervantes me incluyó entre una serie de personas y personajes vinculados a los medios de comunicación o la política local, o a ambos.

A este respecto, deseo hacer algunas consideraciones: en primer término, agradezco a mi amigo Carlos Maldonado la mención que hizo referente a mi persona aun cuando su aserto sea sólo una presunción o una especulación y no una realidad. Su propensión a actuar como el compañero de un caballero andante de noble memoria, está bien en función de sus intereses políticos, de su deseo de debatir, confrontar y hasta oponer ideas y argumentos acerca de la evolución de nuestra sociedad, pero –ojalá que comparta mi punto de vista– ésta no es una tarea trivial; por el contrario, es un trabajo que requiere toda nuestra atención, nuestra disposición de ánimo y capacidad, para darle la importancia y trascendencia que tiene.

Con mi amigo Carlos Maldonado compartimos el deseo de trabajar lo mejor posible para, entre todos, hacer de ésta una sociedad, más informada, más deliberativa, más participativa, más solidaria, más crítica y más exigente. Cada uno desde nuestra trinchera, cada uno con nuestro bagaje cultural –en este sentido reconozco estar en desventaja ante mi amigo Carlos Maldonado, pues mi dominio del inglés es ligeramente superior al 60 por ciento y en computación no le llegó ni a los talones, por lo tanto, no podría debatir en ese idioma ni tampoco hacerlo sobre manejo de lenguajes usados para programar en computación– con nuestras virtudes y nuestras carencias, con nuestras obsolescencias de todo tipo y con nuestros convicciones y compromisos políticos o personales.

Discutir, analizar, intercambiar puntos de vista, escuchar y exponer argumentos que expresen cabalmente nuestra visión del mundo y de la vida, forma parte de las actividades cotidianas de los seres humanos. No requiere, necesariamente, un ejercicio frente a frente. Son los hechos los que desmienten a nuestras palabras y no a la inversa. En este sentido, como consta a muchos, he estado siempre dispuesto a expresar mis propios puntos de vista y a rebatir los de los demás.

Lo he hecho cuando lo he considerado pertinente y donde lo he juzgado oportuno.

Siempre he escogido con quien hacerlo, cómo cuándo y dónde.

He seleccionado, siempre, tiempo, terreno y rival.

Así ha sido, así es y así será.

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1.-Se engañan los defensores oficiales y oficiosos del alcalde panista Enrique Michel Ruiz cuando argumentan que se le critica por ajustarse al mandato constitucional, al elegir la vía del dedazo, es decir, la designación personalísima y obtener la aprobación del cabildo por la vía del mayoriteo, para designar a las autoridades auxiliares.

Cierto, el alcalde tiene la opción y eligió el dedazo. Es su derecho, ejercido contra viento y marea, contra la opinión de la gente. Dado este sexenio a los refranes populares, a las misas encabezadas por los funcionarios públicos, vale recordar algunos: ¿pero qué necesidad? ¿Para qué tanto problema? ¿Para qué tanta prisa por imponer, por ejercer la autoridad con tanto brinco, estando tan parejo el camino de la consulta democrática a la sociedad?

Enrique Michel causó grandes expectativas, sobre todo después de su derrota en 1997, pero su gente lo está llevando por el camino del roce y el enfrentamiento innecesario. El asunto de las autoridades auxiliares, el de los impuestos y el de los catequistas lo ha enfrentando a sectores muy importantes de la sociedad.

Para que usted juzgue la enorme distancia existente el discurso y los hechos del alcalde panista Enrique Michel Ruiz, transcribo a continuación parte de los dicho por él en su ponencia “Poderes públicos en Colima”: “La corresponsabilidad se manifiesta, de hecho en el quehacer público como una necesidad de establecer mecanismos de inclusión de los ciudadanos en lo particular o en forma organizada, que permitan captar las propuestas y la valoración de desempeño que la ciudadanía hace de sus gobernantes. Al otro lado de la mesa, este acuerdo de principio pone en manos del gobernante la posibilidad de comprometer en el trabajo a los ciudadanos de su estado o municipio, pues si existen los canales formales y fáciles de transitar para que nuestra opinión sea tomada en cuenta, entonces tendremos el compromiso de participar en las transformaciones propuestas”.

¿Desea el alcalde ciudadanos corresponsables? ¿O desea ejercer el poder de manera despótica, a la usanza de los arcaicos hacendados, sin ciudadanos entrometidos en la cosa pública?

Las respuestas las tienen el alcalde y sus defensores oficiales y oficiosos.

2.- A mi amigo Jaime Salazar Silva, al rector Carlos Salazar Silva y a sus demás familiares, les expreso mis más sinceras condolencias por el fallecimiento de su padre. Espero que encuentren pronta resignación ante esta pérdida tan lamentable.

3.- “Vivir la vida de tal suerte que viva quede en la muerte” Santa Teresa de Avila

martes, diciembre 12, 2000

¡Qué chulada de gobierno!

12 de diciembre de 2000

Agenda Política

Miguel Acosta Vargas

Si los problemas que teníamos los mexicanos con los funcionarios priístas era enorme, ahora, en la era foxiana se han incrementado y nadie, o casi nadie, entiende nada. Si antes llamábamos “demagogos” a quienes decían mentiras, ahora decirles “conductores del pueblo” a los foxistas ya no significa nada.

Ahora, para entenderlos, se deberán haber leído, por lo menos, los mamotretos de Luis Pazos –flamante diputado panista y único doctor en economía egresado de las Academias Vázquez, según escribía Manuel Buendía– y de Miguel Angel Cornejo.

La prueba cabal de ello es la Secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, quien nos dice cómo debemos pensar ahora los mexicanos respecto de los problemas de nuestro país: “Nunca más "guerras contra la pobreza". De hoy en adelante: “Caminos, rutas, puentes, catapultas de prosperidad”. Como quien dice, no importa qué hagamos, lo importante es cómo lo denominemos. La demagogia en pleno, pues.

El mensaje de la secretaria Vázquez Mota es rotundo y preciso: no importa qué hagamos para mejorar realmente la paupérrima vida de 40 millones de mexicanos, lo verdaderamente trascendente es cómo llamemos a esos compatriotas en desgracia. La magia de las palabras, de los sueños, de las ilusiones, como sustituto de los prosaicos programas que mejoren su condición miserable.

Igual que Benito Mussolini: explotar a los pobres hasta lograr su desaparición, por muerte, por inanición. ¿Para qué son pobres? ¿Quién les manda no creer en los sueños?

En este tiempo de manejo mediático por los políticos y los empresarios, sin importar la calidad del producto ofrecido, Fox Quezada ha determinado incrementar un 12 por ciento lo destinado por Ernesto Zedillo en este año para el rubro de la difusión. Realmente mostró pronto lo que le importa al presidente y a sus gerentes: el manejo de su imagen. Realmente no le importa destinar más recursos para la educación, ni para atender la infraestructura básica en estados y municipios, a él y sus monitos sólo les interesa su imagen. En realidad, decir que sólo les interesa su imagen puede sonar, y ser, una exageración, por ello debo rectificar y decir que al presidente y a sus gerentazos les preocupa, fundamentalmente el manejo de su imagen y por ello el incremento del 12 por ciento en el presupuesto federal para este rubro.

Hasta este día, los mexicanos han esperado de los miembros del gabinete que sepan cómo hacer las cosas en la administración pública y así ha sido en muchos ámbitos, aunque también nos hemos encontrado con cada sorpresa.

Pero ahora, lo que preocupa a muchos en la estandarización de las bendiciones, del manejo de los sueños como alternativa y con muestra en cada acto público, en cada decisión oficial de la ignorancia y la soberbia. Y ambas son preocupantes, porque ya conocemos el costo de tener funcionarios ignorantes o soberbios, o ambos. Pedro Aspe, Ernesto Zedillo, Herminio Blanco, Angel Gurría, Chema Córdova, Guillermo Ortiz y tantos y tantos más que hemos padecido ya y ahora tenemos a los nuevos soberbios e ignorantes.

Los anuncios son muy ominosos: los foxistas esperan que los ciudadanos hagamos todo el esfuerzo. Que soñemos, que despertemos, que ahorremos, que nos apretemos, una vez más, el cinturón. La misma canción con el mismo tono, la misma amenaza, si no pagas impuestos, si no aceptas la reforma fiscal.... en tu salud, educación y demás demandas básicas lo hallarás.

Tenemos un gobierno que pide, exige, restricción del gasto a los ciudadanos pero que destina más recursos para manejar su imagen publicitaria y propagandística.

¡¡¡Qué chulada de gobierno!!!

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1.- “Es que en nuestro país, las leyes se han hecho para consolidar un proyecto de nación que busca la democracia representativa y que impide la participación de la ciudadanía. Esto es muy malo para la vida del país, pues vuelve a los funcionarios electos propietarios de la soberanía durante su período de gobierno. A nadie le tienen que consultar a nadie le rinden cuentas...... La democracia no se agota en los procesos electorales, la democracia exige que exista igualdad de oportunidades de los ciudadanos para influir en la vida pública. Todos los ciudadanos deben poder participar sin discriminaciones de carácter político, religioso, racial, de género, ideológico, sexual o de cualquier otra especie. La participación debe ser continua e informada. Las leyes deben propiciar este cambio de perspectiva..... El respeto que nos merecen los demás miembros de la sociedad, a pesar de que piensen diferente que nosotros. Esto nos obliga, como autoridad, a conocer y reconocer la diversidad de opiniones que pueden existir en torno a cada tema que implique decisiones de gobierno. Tendremos que aceptar aún el tono y los canales que los ciudadanos y los habitantes de nuestro estado que no fueran ciudadanos empleen. El respeto no está en oír y olvidar, sino en escuchar, considerar y responder. No podemos simular el respeto y agotarlo en un plan de relaciones públicas de los poderes. Para cada propuesta se exige una respuesta.”.

Los anteriores conceptos fueron expresados por Enrique Michel Ruiz, presidente municipal de Colima y ahora los traigo a colación, sin ánimo de descontextualizarlos y sí de pedir congruencia entre el discurso y los hechos.

En negritas se destacan los conceptos principales cuya extensión y contenido chocan frontalmente con los hechos del alcalde, quien se niega a hacer una verdadera consulta a las comunidades rurales para que sean los pobladores de éstas quienes elijan a las autoridades auxiliares. Nada pierde el ayuntamiento con validar la selección hecha por los ciudadanos. Por el contrario, gana en sensibilidad, acercamiento con la gente y, sobre todo, en hacer realidad su propio discurso.

En fin, es su oportunidad de mostrar su verdadero rostro.

2.- La carrera por el 2003 ya se inició en todos los partidos, incluido el aún en ciernes de Carlos Vázquez Oldenbourg. Por lo pronto, las declaraciones poco razonadas de Antonio Morales de la Peña, diputado purinominal panista y secretario general de ese partido, y Héctor Velasco, coordinador del grupo parlamentario priísta en el congreso local, en el sentido de que PAN y PRI buscarían hacer alianzas para ganar las elecciones del 2003, suenan más a gritos guajiros y a despropósitos que otra cosa.

Los panistas, por boca de su novel diputado plurinominal, dan muestra de una ansiedad insospechada y de una flaca memoria, pues hace muy poco otros panistas de mayor categoría formal habían descalificado al PRD y exigían que primero arreglara sus asuntos internos y luego se vería si los nuevos ricos –políticamente hablando– se aliaban con los bocabajeados perredistas.

A su vez, los perredistas, por boca de uno de sus líderes reales, Carlos Sotelo, dijo que el PRD podría hacer alianzas con cualquiera, hasta el PRI, menos con el PAN.

El sensato en este asunto fue el presidente del comité directivo estatal priísta, Alberto Vázquez, quien dijo que, primero, el PRI tenía que pensar en cerrar filas y hacer una alianza real con la sociedad y con los grupos y fuerzas que lo integran.

En fin, así terminan los políticos este año.

3.-“El lenguaje de la verdad debe ser simple y sin artificios” Séneca



XERL, 12 diciembre 2000

Los hechos desmienten a las personas y más en el caso de los políticos. Enrique Michel Ruiz, alcalde panista de Colima, hizo durante su campaña muchas promesas, entre las que sobresalen las de consultar a la sociedad para los asuntos de trascendencia.

En los hechos, ha incumplido su palabra respecto de dos temas: el incremento a las contribuciones y el asunto de las autoridades auxiliares.

Durante un foro habido en la Universidad de Colima hace pocos días, El alcalde Michel Ruiz dijo: “(...) En nuestro país, las leyes se han hecho para consolidar un proyecto de nación que busca la democracia representativa y que impide la participación de la ciudadanía. Esto es muy malo para la vida del país, pues vuelve a los funcionarios electos propietarios de la soberanía durante su período de gobierno. A nadie le tienen que consultar a nadie le rinden cuentas...... Todos los ciudadanos deben poder participar sin discriminaciones de carácter político, religioso, racial, de género, ideológico, sexual o de cualquier otra especie. La participación debe ser continua e informada. Las leyes deben propiciar este cambio de perspectiva..... Esto nos obliga, como autoridad, a conocer y reconocer la diversidad de opiniones que pueden existir en torno a cada tema que implique decisiones de gobierno. El respeto no está en oír y olvidar, sino en escuchar, considerar y responder. No podemos simular el respeto y agotarlo en un plan de relaciones públicas de los poderes. Para cada propuesta se exige una respuesta. (...)”. Fin de la cita.

Los anteriores conceptos fueron expresados por Enrique Michel Ruiz, presidente municipal de Colima y ahora los traigo a colación, con ánimo de pedir congruencia entre el discurso y los hechos.

Este discurso choca totalmente con los hechos del alcalde, quien se niega a hacer una verdadera consulta a las comunidades rurales para que sean los pobladores de éstas quienes elijan a las autoridades auxiliares. Nada pierde el ayuntamiento con validar la selección hecha por los ciudadanos. Por el contrario, gana en sensibilidad, acercamiento con la gente y, sobre todo, en hacer realidad su propio discurso.

Tampoco consultó a los ciudadanos para el asunto de los impuestos y ya hay quejas al respecto.

¿Qué va a hacer el alcalde Michel Ruiz?

No lo sé, pero estoy seguro de que sus actos le harán perder credibilidad ante la sociedad.

jueves, diciembre 07, 2000

Repensar al PRI


7 de diciembre de 2000

Agenda Política

Miguel Acosta Vargas

El día que fue electo Gustavo Vázquez Montes como presidente del comité directivo estatal del PRI, me permitieron hacer uso de la palabra y dije, entre otras cosas, lo siguiente: “ Tras haber perdido la presidencia de la república y la mayoría absoluta en el Senado, han surgido grandes polémicas. Si nos sobresaltan las ventiladas en los medios, no nos inquietan menos las surgidas en la conciencia de los priístas. Eso lo sabemos perfectamente, aunque muchos no lo digan en voz alta.

Es tiempo de cambiar Todos hablamos de cambios. Como ya se ha dicho, todo cambia. Cambió México. Cambiamos los mexicanos. Pero es preciso cambiar donde debe hacerse: en el fondo de las cosas. Ahí se requiere el cambio, porque ahí se halla la raíz de los problemas. No sigamos la vieja tradición de los cambios gatopardianos, no cambiemos sólo en la superficie. No tengamos miedo al cambio. Hagámoslo nuestro.

En nuestra historia ha habido confusiones, vacilaciones, retrocesos. Los priístas hemos sido responsables de esto, por acción o por omisión; y hemos pagado el precio de la obsecuencia o del silencio. Es un alto precio: ayer fue la vergüenza; hoy, además, la derrota.

Ninguno deja de interrogarse sobre la suerte futura de su partido. No hay quien no se alarme por el constante egreso de correligionarios: unos decepcionados, iracundos otros. El clamor se incrementa cada día. Los priístas ya no deseamos apechugar con los errores cometidos por dirigentes y candidatos y tampoco deseamos guardar silencio.

Vivimos con el corazón encogido, porque desconocemos el destino de nuestro Partido. ¿Cómo confiar ahora en quienes ya demostraron con suficiencia su incapacidad para llevar al PRI a puerto seguro?

Las ambiciones andan sueltas. Cada quien tiene la suya y la agita como bandera al viento. Pero la disputa es, debe serlo, por la nación y por el partido, no por sus restos.

Pero volvamos a la razón de mi presencia en esta tribuna, la más alta para un militante en Colima; una asamblea deliberativa y ejecutiva a la vez, donde hay capacidad y talento, razón y entendimiento. Estoy aquí para hablar de los cambios y de la corresponsabilidad por lo ocurrido el dos de julio.

Hace dos años, en esta misma tribuna, hablé de la necesidad de construir un verdadero partido; para lograrlo, dije, requeríamos avanzar en seis puntos, dos de ellos indispensables: solvencia económica y libertad real para elegir dirigentes y candidatos a todos los cargos de elección popular. No lo hicimos así y los resultados están a la vista. Hoy, las premisas tienen mayor vigencia y urgencia.

Hay un evidente vacío de poder en el PRI y vamos hacia un abismo. Perogrullo tiene la receta para este mal: evitar el vacío y colmar el abismo. Eso debe hacerse en el PRI. Con hechos, no con discursos; con rectificaciones, no con regaños. Debe hacerse pronto y a fondo. Bien y rápido.

Oigo a mis conciudadanos, a mis amigos, preguntarse por el destino inmediato de esta embarcación navegante en aguas inciertas. No es una travesía sencilla ni hay claridad en el rumbo. Pero es preciso seguir adelante. Sin embargo, surge una pregunta: ¿hacia dónde? Porque es tiempo de precisar rumbo y destino y después, elegir al capitán para conducir la nave. No es tarea sencilla, pero hay capacidad, valor y talento en muchos priístas, como para cumplirla con éxito.

Circulan muchos nombres. Cada uno llena la imaginación, el corazón y la inteligencia de un grupo de priístas. Los postulantes se han echado a la calle y con ellos comienza el desfile de sus seguidores, quienes ya tienen banderas particulares, a falta de grandes banderas generales. Son desfiles arriesgados en horas de peligro. Pero así están las cosas.

Esos abanderados tempranos ya nos han dicho sus propósitos. Sí, ellos quieren, quieren, quieren. Por lo pronto, querer es todo. Y quieren ser investidos. O dicho de otra forma: quieren el poder, compañeros; ansían el poder del partido. Quieren el mando, el liderazgo. El poder a puños.

Nos debe interesar esta reflexión. No importa quién quiera ser el presidente del partido a nivel nacional; necesitamos saber para qué quiere dirigirlo, con qué proyecto, hacia qué horizonte. Lo necesitamos para saber si sus propuestas coinciden con las nuestras, o si son mejores. Por lo pronto, no sabemos qué quieren quienes tanto quieren.

En el gran vacío provocado por la derrota del dos de julio, afloraron muchas ambiciones y ahora debemos oír las propuestas. ¿O acaso deseamos permanecer en la discreción y el silencio mantenidos durante tantos años? Difícilmente sucederá tal cosa. Por eso necesitamos saber qué quieren hacer con el Partido, a qué dedicarán el poder anhelado y en qué invertirán el apoyo solicitado. Así sabremos a qué le tiran ellos y a qué le tiramos nosotros.

El dos de julio nos dejó una tarea impostergable: repensar a México y repensar al PRI. Repensar quiere decir pensar de nuevo, para descubrir a la nación y formular el plan de viaje de los mexicanos. Después, debemos movernos en esa dirección, en forma enérgica y resuelta. Debemos hacerlo porque México impone su nueva presencia y exige soluciones de veras: ni ambiciones, ni dogmas, ni espejismos. Estos seducen a quienes los proponen, y agravian a quienes los padecen.

Hoy, nos dolemos de políticas económicas cuya aplicación ha lacerado al país y ensombrecido sus días: de ellas procede ese inmenso contingente de mexicanos en pobreza extrema, esto es, en franca y dolorosa miseria. Un contingente de millones, no sólo un puñado. Ayer, nos avergonzaba impulsar la pretensión de justicia social y hoy nos dolemos de haberla abandonado y sustituido por un catálogo aséptico de medidas administrativas.

Hoy nos dolemos del olvido de una Revolución popular en aras de un breviario de programas, acciones, metas y lineamientos carentes de espíritu y, por lo visto, también de cuerpo. De todo eso, y más, nos dolemos hoy. Por todo eso, y más, debemos repensar a México y rehacer su camino y su destino.

Los asuntos a tratar son numerosos y apremiantes. Cada uno constituye un paso adelante en la ardua tarea de repensar a México. No es fácil, y hasta sería arbitrario, colocar algún tema a la cabeza y los otros después, como asuntos aplazables o secundarios. Los mayores temas de México poseen una rara virtud: todos son principales e impostergables. Urgen y tocan a nuestra puerta. Si no hay respuesta, la derribarán. Por eso debemos abordarlos en haz, todos de una vez.

Ahora bien, ¿cómo hacerlo si no hemos hecho, previamente, ese ejercicio de reflexión para definir qué nación queremos ser y hacia dónde nos debemos enfilar? No sólo con quién nos debemos afiliar. Entonces, abramos primero la discusión sobre el tema del país. Ese es el orden del día, y ese es el orden de los temas en estos días.

Antes de poner en unas manos el partido, debemos poner en las manos de todos la decisión sobre el destino de este partido. Es decir, antes de elegir a una persona debemos repensar a la nación y al partido. Luego se entregará la estafeta, con un mandato riguroso: recobrar el rumbo perdido, reencontrarnos con la gente y devolverle al partido su condición de gobernante y mayoritario.

Sólo así tendremos un partido con rumbo, aprovisionado con el ánimo, el espíritu y el mandato de todos. Sólo así contaremos con los instrumentos para mover las fuerzas del país. Me pregunto y pregunto: ¿no es esto cuanto deseamos, cada vez con mayor anhelo y con más urgente necesidad? ¿Cómo podemos contribuir a este gran esfuerzo de reflexión para repensar a México y redefinir al PRI?

Aceptando la responsabilidad tenida en la debacle del dos de julio, porque cada uno, desde nuestro nivel de participación y responsabilidad, estamos obligados a asumir la parte correspondiente por la pérdida catastrófica, aunque previsible, sufrida en los idus de julio.

Cada uno debemos asumir las culpas y las consecuencias de éstas. Debemos rechazar responsabilidades colectivas y automáticas. Ni traducen la realidad ni se avienen con la justicia. Así, quienes fuimos responsables de la conducción partidista debemos hacernos a un lado para dejar a otros –más preparados y capaces; más entusiastas y efectivos– la tarea de guiar al partido en su nueva etapa. Esta es una acción insoslayable. Poco aportamos al partido quienes ya demostramos ser ineficientes dirigentes o malos candidatos.

No se trata de huir, ni de rehuir responsabilidades; por el contrario, se trata de dejar en absoluta libertad a la nueva dirigencia para asignar responsabilidades a quienes puedan desempeñarlas mejor.

Por estas y otras razones, me congratula compartir estas reflexiones con ustedes, justo cuando es momento de reasumir el nacionalismo revolucionario, subyacente en el cimiento del PRI. Reasumirlo con éste o con otro nombre, pero siempre con su espíritu genuino. No sugiero desandar el camino recorrido. Eso sería imposible y además, absurdo. Sólo propongo recuperarlo y continuarlo.

El PRI es un partido histórico: legatario y transmisor de las mejores causas populares. Lo es, pese a sus errores y tropiezos. Lo es, por encima de las claudicaciones y los atropellos de sus militantes, por quienes no debemos responder todos, ni estamos dispuestos a hacerlo”.

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1.-El diputado plurinominal panista Antonio Morales de la Peña, secretario general del comité directivo estatal de ese partido, hizo unas declaraciones simpáticas en el sentido de ir ante uno de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para hacer una denuncia de hechos acerca de lo ocurrido en torno del asunto de los magistrados amparados, la resolución de la propia Corte al respecto y la manera en que el titular del poder ejecutivo, Licenciado Fernando Moreno Peña, cumplió esta orden.

Lo interesante del asunto es cómo el propio diputado plurinominal panista reconoce un hecho inobjetable y vital: su acción no está contemplada en la Constitución ni en ninguna ley, no tiene valor legal, sólo es un acto para dar a conocer a uno de los ministros del Poder Judicial Federal –al ponente de la resolución, precisamente– y en este sentido, el reconocimiento es tácito: la acción emprendida por este diputado está al margen de la Constitución General de República, de la particular del Estado y de las leyes de ellas dimanadas.

Por ello, me pregunto si Antonio Morales de la Peña, quien juró guardar y hacer guardar todos los anteriores ordenamientos, se dedica a llevar a cabo acciones al margen de la Constitución y las leyes vigentes en Colima y en México y no sólo eso, sino, cachazudamente, lo reconoce y se ufana de ello.

Así, tenemos al diputado plurinominal panista Antonio Morales de la Peña, secretario general del comité directivo estatal de ese partido, muy ufano y por la calle gritando a cielo abierto su irrespeto por la Constitución y las leyes vigentes en Colima y en nuestro país y satisfecho por actuar al margen de la Constitución.

Por otra parte, anunció la entrega de copia del diario de los debates donde se encuentran las intervenciones de los diputados panistas y de todos quienes intervinieron en esas sesiones, para fijar sus posiciones al respecto. Tales documentos son para fundamentar su chisme, su argüende.

2.- ¿A qué hora nos ponemos de pie, nos despertamos, nos levantamos la inmensa mayoría de los mexicanos? ¿5:30? ¿5:45? ¿6:00? No lo sé, pero conozco a muchísimas personas y prácticamente todas ellas se levantan alrededor de las 5:45 de la mañana. Levantar a los hijos, preparar el desayuno, llevarlos a sus respectivas escuelas son tareas cuyo cumplimento cotidiano exige levantarse a esa hora.

Usted se preguntará, amable lector, a qué viene todo este rollo y la respuesta es inmediata: a la alharaca levantada por los periodistas de radio y televisión, principalmente, porque Andrés Manuel López Obrador habrá de iniciar sus labores oficiales a las 6:30 horas con una reunión con su Secretario General, el de Seguridad, el Procurador y algunos más para ver el primer reporte y tomar decisiones al respecto.

Desde mi punto de vista, estos vales se ahogan en un vaso de agua y, sobre todo, le hacen al cuento. ¿A qué hora se levantan los responsables de los noticieros cuyo inicio es a las seis de la mañana, como el de Ricardo Rocha, por ejemplo?

Conozco a muchos políticos cuyas actividades se inician desde muy temprano y aquí en la capital del estado tenemos dos ejemplos directos: el gobernador del estado y el presidente municipal. De ambos me consta su capacidad y disposición de ánimo para estar desde temprano atendiendo asuntos oficiales. Nadie puede hablar de poses o actitudes populistas y sí de continuar una añeja costumbre de alzarse a primera hora.

3.- “Algunos llaman razonamiento a encontrar argumentos para seguir creyendo lo mismo”. Robinson


martes, diciembre 05, 2000

Fox, el Gran Demagogo

Agenda Política

Miguel Acosta Vargas

Seguí con mucha atención las actividades de Fox Quezada el uno de diciembre. Desde la expresión pública de su religiosidad, hasta su acto apológico en el Auditorio Nacional, pasando por su rendición de protesta como presidente de todos los mexicanos.

Ir a desayunar a Tepito me pareció un acto propio de Luis Echeverría Alvarez, intrascendente por sí mismo y carente de sentido real, pero sirve para la foto y la nota de color y ello incluye la tremenda enchilada que le pusieron al guanajuatense.

El discurso en San Lázaro fue muy bueno. Francamente muy bueno. Dejó ver que iba por todas las canicas. Su manejo del escenario fue excelente. Se vio muy superior a los priístas que intentaron apabullarlo con el grito de Juárez, Juárez y que el propio Fox terminó coreando. El mantenimiento de un estado laico fue uno de sus compromisos, otro el de no privatizar PEMEX y la CFE. En cambio, deslizó muy quedito el aviso de la próxima privatización del IMSS, cuando dijo:” (...) propongo democratizar el acceso a los servicios de salud pública, contar con un sistema en el que los beneficiarios tengan voz en las decisiones que les afectan, y una mayor libertad en la elección del prestador del servicio, hasta llegar a que cada familia elija a su propio médico. Si el 2 de julio mexicanos y mexicanas pudieron elegir a su Presidente, no veo por qué no puedan elegir a su médico. El cambio implica brindar protección financiera en materia de salud a toda la población, para que al finalizar el sexenio todas las familias mexicanas cuenten con un seguro básico de salud. Implica también que los servicios públicos de salud se otorguen no sólo con calidad, sino con el respeto, la calidez y la sensibilidad que todos queremos ver.(...)”.Fin de la cita.

La parte final de su discurso fue un rosario de buenas intenciones, rematadas todas con el ya famoso “hoy” y entre ellas quiero destacar la referente a la de los jubilados y pensionados, a quienes ofreció: “(...) A los jubilados les digo que lucharé por pensiones justas, que les permitan vivir con dignidad, con la dignidad que se merecen hoy.(...)”. Fin de la cita. Muchos de esos jubilados y pensionados reciben el equivalente a un salario mínimo mensual. Esta sería una primera acción digna de tomarse en cuenta, de reconocerse y hasta de aplaudirse.

Pero lo que me preocupa, como a otros mexicanos, es el asunto de los símbolos religiosos manejados por Fox y el de hacernos creer que elegimos a una familia y no a un “mono”, como me dijo un amigo panista. Más allá del respeto irrestricto a la religiosidad y la libertad para exhibir en público sus preferencias religiosas, o sexuales, es necesario tener mucho cuidado y no jugar con el asunto de una religión oficial, o el de la reivindicación de viejas luchas perdidas por el clero católico. El Presidente Fox está obligado a que sus acciones no den lugar a nadie a pensar que sus fueros han reverdecido, que otra vez el cerro del Cubilete es el centro de nuestra Patria, que en las ceremonias oficiales deba iniciarse con el añejo ¡¡¡Viva Cristo Rey!!! O que la leyenda que deba sustituir al revolucionario “Sufragio Efectivo, No Reelección” deba ser el de "Religión y Fueros”. En este sentido, el populismo de derecha ultramontana y decimonónica es tan estupidizante, salvaje y perjudicial para el advenimiento ( palabra usada para estar a tono con el nuevo vocabulario oficial) de una sociedad plenamente democrática, contemporánea, libre y dispuesta a cambiar para bien de todos. Insisto: es incuestionable la libertad de Fox Quezada para profesar en forma pública o privada la religión y relación sexual de su preferencia, pero no se vale incorporar sus gustos y preferencias religiosas a las acciones, fórmulas y actividades propios de un estado laico. Que bendiga a su familia, a sus amigochos y amigochas del PAN o del gabinetazo, pero que a los millones y millones de mexicanos que no concordamos con él, o que somos respetuosos de la religiosidad de los demás y que ejercemos a plenitud nuestra libertad en materia de religión, nos deje en sana paz. Esta muy bien que nos diga que es un cristiano practicante, pero que no parezca que tenemos, más que un presidente cristiano, uno gobernante cristero.

Ya con una guerra cristera tuvimos. ¿Desea promover otra desde la presidencia?

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1.-Triste rol jugaron los priístas en el Congreso, durante el acto de la toma de protesta a Fox. Mal y de malas. Fueron ninguneados los legisladores por el presidente, al ser tratados como chamacos carentes de razón, como adolescentes. Y es que Fox supo salirles al paso y ganarles los gritos y sombrerazos. Acostumbrados a apoltronarse en las curules y soltar los viva México y demás consignas para responder a sus opositores. Entrenados a aplaudir a rabiar a cada giro de lenguaje del presidente en turno, andaban perdidos. Novatos la inmensa mayoría en el uso de la interpelación, fueron vencidos por quien estuvo contra Salinas de Gortari y está más acostumbrado al uso del lenguaje picaresco y descalificador.

Peor se vio Sauri Riancho cuando cuestionó el hecho de que Fox se hubiera dirigido primero a sus hijos y lanzado un estentóreo “Hola”, antes de usar la protocolaria fórmula de: “Honorable Congreso de la Unión”. Cierto, al rendir protesta Fox cambió la fórmula constitucional. Por ello, debería recibir una amonestación pública, porque sus actos deben ajustarse estricta y cabalmente a lo estipulado en la Carta Magna y no hacer cuanto le venga en gana, o, en su caso, enviar una iniciativa al Congreso para modificar dicha fórmula y punto.

En fin, ojalá aprendan los priístas en el Congreso a ser verdadera oposición. No es tan complicado, cuando se tienen convicciones democráticas, sentido histórico y, sobre todo, inteligencia para saber dónde y en qué momento se vive.

2.- Colima es uno de los municipios donde los ciudadanos que viven en poblados de la zona rural no podrán seleccionar a tres o cuatro de sus conciudadanos para que de ellos el Cabildo, entiéndase el presidente municipal y “sus regidores”, designe a las autoridades auxiliares en poblados, rancherías y Juntas municipales. En este sentido, le doy toda la razón a Enrique Michel cuando, al participar en un foro acerca de las elecciones en este año, dijo lo siguiente: “(...)No podemos limitar la participación de los ciudadanos en el quehacer público y mucho menos evitar que los espacios de participación ganados por la sociedad sean eliminados del espectro político simplemente ignorándolos.(...)”. Fin de la cita.

Como suelen decir en mi pueblo: “... cúmplase la palabra de Dios... en la parcela de mi compadre...”. ¿Congruencia entre el discurso y los hechos? Esto difícilmente lo aplican la mayoría de los políticos. Por cierto, vale la pena aclarar un hecho: las modificaciones hechas a la Ley Orgánica del municipio Libre no obligan a los presidentes y los cabildos a designar a las autoridades auxiliares. No mientan.

3.-“(...) Un error no se convierte en verdad por el hecho de que todo el mundo crea en él. Tampoco una verdad puede transformarse en error cuando nadie se adhiere a ella (...)”. Mahatma Gandhi