18 de diciembre de 2000
Agenda Política
Miguel Acosta Vargas
El presidente Vicente Fox Quezada lanzó su imperial cólera contra el republicano Andrés Manuel López Obrador por la reducción de salarios hechas a los funcionarios de primer nivel en el Gobierno del Distrito Federal, en contraposición con los elevadísimos salarios que el propio Fox y los miembros de su gabinetazo recibirán.
No contento con ello, Fox Quezada criticó severamente al perredista porque, dijo: “con ello recortará la capacidad de sus colaboradores y tendrá gente sin el talento suficiente”. La implicación es sencilla, elemental: “si le pagas poco dinero a tus empleados; entonces, son mediocres”. Una condicional perfecta, rotunda, evidente hasta para quienes reprobaron Lógica en el bachillerato.
Con esta argumentación como sustento, Fox Quezada justificó los altos sueldos para los secretarios de Estado, porque esto significa calidad en el desempeño de la labor y no caer en la mediocridad, según sus propias palabras. El panista fue aún más enfático, al señalar lo siguiente: "Yo sé que es difícil para las familias comprender por qué se les paga a los secretarios de Estado lo que se les paga o a un director. Se les paga porque son personas que cobran por hacer su tarea y conste que en el gobierno se paga mucho menos de lo que pagan las empresas. Un director de empresa gana el doble de un secretario de Estado".
Así, desde el punto de vista foxiano, cualesquiera personas que obtengan pocos ingresos al mes por su actividad laboral son unos simples y llanos “mediocres” y lo anterior no es una conclusión forzada por el autor de columna, sino la obtenida por el mismísimo Fox Quezada en persona al afirmar que: “si los funcionarios no recibieran esos altos ingresos significaría quedarse en la mediocridad y a la mera hora agarrar lo que caiga por ahí, pagar poquito, tener gente mediocre trabajando”.
Para abundar en su conclusión el panista explicó que si se pone el gobierno federal en manos de lo que “te caiga por ahí al paso de la calle, así nos va a ir. Yo creo que cuando los ciudadanos eligen a un presidente o a un jefe de gobierno, como en el caso del Distrito Federal, esperan lo mejor de lo mejor y si no se les puede pagar ese sueldo no tendríamos esa calidad de personas”.
De esta manera pasó Fox Quezada de una condicional simple: si pago buenos salarios, entonces no tendré mediocres como funcionarios, a una bicondicional o doble condicional, al afirmar tácitamente que: si y sólo si pago buenos salarios, no tendré trabajadores mediocres.
Y debo decir que, si Fox Quezada tiene razón, entonces, todos los trabajadores al servicio del estado somos mediocres, porque recibimos un pésimo salario y ello incluye a todos los trabajadores de la educación, del sector salud y de todas las dependencias del ejecutivo en sus tres niveles, así como de los otros poderes y podemos concluir que sólo Fox Quezada y sus gerentazos son los únicos bien pagados de este país y, en consecuencia, los únicos no mediocres.
¿Y qué es un hombre que gobierna un país de mediocres? Y si en tierra de ciegos el tuerto es rey; ¿en tierra de mediocres quien asistió a un curso de Miguel Angel Cornejo es el rey?
Averígüelo Vargas...
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1.- “A mí ningún desgraciado me insulta”, así inició, según mis fuentes, su respuesta el democrático y atingente síndico del ayuntamiento panista de Colima, Marco Antonio García Toro, al tiempo que se levantaba enfurecido con evidentes intenciones de agredir, también físicamente, al regidor priísta Jorge Vázquez Chávez, cuando éste le había hecho ver la evidente falsedad de lo dicho por el energúmeno funcionario panista.
Todo ocurrió en la sesión de cabildos celebrada el viernes de la semana anterior, en la que los panistas presentaron la lista de quienes serían designados como autoridades auxiliares.
Al razonar su abstención, Vázquez Chávez habría dicho que no podía votar a favor ni en contra porque desconocía los méritos, las cualidades y las capacidades de los propuestos. En contraparte, el síndico panista Marco Antonio García Toro dijo que la comisión integrada por el presidente municipal había hecho un trabajo profesional y exhaustivo en el que habían ponderado de manera primordial a las mujeres y los jóvenes.
Al concluir su intervención García Toro, el priísta Jorge Vázquez dijo que era falso que se hubiera tomado en consideración a las mujeres de la zona rural, puesto que del total de propuestos, 29, sólo 3 eran mujeres, es decir, apenas un poco más del 10 por ciento, lo que demostraba la falsedad de los afirmado por el panista.
Eso bastó para que el síndico panista, Marco Antonio García Toro se diera el levantón como si le hubieran puesto una calilla en la silla y soltara una serie de improperios y se pusiera fúrico, según mis informantes.
Por cierto, en esa sesión estuvieron presentes dos miembros de la dirigencia de la Canaco y uno de la industria restaurantera, quienes presenciaron la manera en que los panistas responden cuando se les señalan sus evidentes mentiras.
2.- Por cierto, permítame, amable lector, informarle algo, el ayuntamiento panista pretende dar marcha atrás en su absurdo intento de cobrar por extender los permisos a los particulares para podar árboles. Resulta que este concepto, que hasta antes de la llegada de los panistas tenía tasa cero, ahora pretendían cobrar dos salarios mínimos por esta licencia.
Me explico: el ayuntamiento está obligado a realizar la poda de todos los árboles que estén en la vía pública. Forma parte de sus obligaciones y es uno de los derechos de los ciudadanos. Sin embargo, sabemos que el ayuntamiento panista es incapaz de cumplir con las obligaciones que tiene y con sus responsabilidades. No importa, muchos ciudadanos estamos dispuestos a suplir esa falta de capacidad de las autoridades municipales y coadyuvamos con ellas, como ciudadanos corresponsables y deseosos de mantener en buenas condiciones nuestro entorno. Así, por nuestra cuenta y riesgo adoptamos varios árboles y nos responsabilizamos de cuidarlos lo mejor que podemos y, ya sea que lo hagamos personalmente o que paguemos porque un profesional realice la tarea, estamos en esa disposición y ánimo de participar activamente en la solución de los problemas de nuestra comunidad.
Lo que no admitimos, y por ello expresamos públicamente nuestra protesta, fue que el ayuntamiento panista encabezado por Enrique Michel Ruiz nos quisiera cobrar por su ineficiencia e incapacidad para cumplir a cabalidad con las responsabilidades que tienen.
Finalmente, debió ser la sociedad la que expresara su malestar por esta actitud prepotente, arbitraria, soberbia e incongruente. Pero no son capaces de admitirlo lisa y llanamente y pretenden “cuevearlo” como una fe de erratas a la iniciativa de Ley de Ingresos enviada al Congreso.
No le hagan al cuento, no fue “un error de dedo” lo que hicieron. Fue una salvajada, una acción criminal de lesa ecología, era la que intentaron llevar a cabo perdida en la sordidez de una iniciativa que poca gente tiene la probabilidad de conocer y revisar antes de que sea presentada al Congreso y, en su caso, aprobada.
3.- “Mis amigos me dicen que soy muy agresivo, pero me lo dicen a gritos” Jaume Perich
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