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martes, diciembre 05, 2000

Fox, el Gran Demagogo

Agenda Política

Miguel Acosta Vargas

Seguí con mucha atención las actividades de Fox Quezada el uno de diciembre. Desde la expresión pública de su religiosidad, hasta su acto apológico en el Auditorio Nacional, pasando por su rendición de protesta como presidente de todos los mexicanos.

Ir a desayunar a Tepito me pareció un acto propio de Luis Echeverría Alvarez, intrascendente por sí mismo y carente de sentido real, pero sirve para la foto y la nota de color y ello incluye la tremenda enchilada que le pusieron al guanajuatense.

El discurso en San Lázaro fue muy bueno. Francamente muy bueno. Dejó ver que iba por todas las canicas. Su manejo del escenario fue excelente. Se vio muy superior a los priístas que intentaron apabullarlo con el grito de Juárez, Juárez y que el propio Fox terminó coreando. El mantenimiento de un estado laico fue uno de sus compromisos, otro el de no privatizar PEMEX y la CFE. En cambio, deslizó muy quedito el aviso de la próxima privatización del IMSS, cuando dijo:” (...) propongo democratizar el acceso a los servicios de salud pública, contar con un sistema en el que los beneficiarios tengan voz en las decisiones que les afectan, y una mayor libertad en la elección del prestador del servicio, hasta llegar a que cada familia elija a su propio médico. Si el 2 de julio mexicanos y mexicanas pudieron elegir a su Presidente, no veo por qué no puedan elegir a su médico. El cambio implica brindar protección financiera en materia de salud a toda la población, para que al finalizar el sexenio todas las familias mexicanas cuenten con un seguro básico de salud. Implica también que los servicios públicos de salud se otorguen no sólo con calidad, sino con el respeto, la calidez y la sensibilidad que todos queremos ver.(...)”.Fin de la cita.

La parte final de su discurso fue un rosario de buenas intenciones, rematadas todas con el ya famoso “hoy” y entre ellas quiero destacar la referente a la de los jubilados y pensionados, a quienes ofreció: “(...) A los jubilados les digo que lucharé por pensiones justas, que les permitan vivir con dignidad, con la dignidad que se merecen hoy.(...)”. Fin de la cita. Muchos de esos jubilados y pensionados reciben el equivalente a un salario mínimo mensual. Esta sería una primera acción digna de tomarse en cuenta, de reconocerse y hasta de aplaudirse.

Pero lo que me preocupa, como a otros mexicanos, es el asunto de los símbolos religiosos manejados por Fox y el de hacernos creer que elegimos a una familia y no a un “mono”, como me dijo un amigo panista. Más allá del respeto irrestricto a la religiosidad y la libertad para exhibir en público sus preferencias religiosas, o sexuales, es necesario tener mucho cuidado y no jugar con el asunto de una religión oficial, o el de la reivindicación de viejas luchas perdidas por el clero católico. El Presidente Fox está obligado a que sus acciones no den lugar a nadie a pensar que sus fueros han reverdecido, que otra vez el cerro del Cubilete es el centro de nuestra Patria, que en las ceremonias oficiales deba iniciarse con el añejo ¡¡¡Viva Cristo Rey!!! O que la leyenda que deba sustituir al revolucionario “Sufragio Efectivo, No Reelección” deba ser el de "Religión y Fueros”. En este sentido, el populismo de derecha ultramontana y decimonónica es tan estupidizante, salvaje y perjudicial para el advenimiento ( palabra usada para estar a tono con el nuevo vocabulario oficial) de una sociedad plenamente democrática, contemporánea, libre y dispuesta a cambiar para bien de todos. Insisto: es incuestionable la libertad de Fox Quezada para profesar en forma pública o privada la religión y relación sexual de su preferencia, pero no se vale incorporar sus gustos y preferencias religiosas a las acciones, fórmulas y actividades propios de un estado laico. Que bendiga a su familia, a sus amigochos y amigochas del PAN o del gabinetazo, pero que a los millones y millones de mexicanos que no concordamos con él, o que somos respetuosos de la religiosidad de los demás y que ejercemos a plenitud nuestra libertad en materia de religión, nos deje en sana paz. Esta muy bien que nos diga que es un cristiano practicante, pero que no parezca que tenemos, más que un presidente cristiano, uno gobernante cristero.

Ya con una guerra cristera tuvimos. ¿Desea promover otra desde la presidencia?

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1.-Triste rol jugaron los priístas en el Congreso, durante el acto de la toma de protesta a Fox. Mal y de malas. Fueron ninguneados los legisladores por el presidente, al ser tratados como chamacos carentes de razón, como adolescentes. Y es que Fox supo salirles al paso y ganarles los gritos y sombrerazos. Acostumbrados a apoltronarse en las curules y soltar los viva México y demás consignas para responder a sus opositores. Entrenados a aplaudir a rabiar a cada giro de lenguaje del presidente en turno, andaban perdidos. Novatos la inmensa mayoría en el uso de la interpelación, fueron vencidos por quien estuvo contra Salinas de Gortari y está más acostumbrado al uso del lenguaje picaresco y descalificador.

Peor se vio Sauri Riancho cuando cuestionó el hecho de que Fox se hubiera dirigido primero a sus hijos y lanzado un estentóreo “Hola”, antes de usar la protocolaria fórmula de: “Honorable Congreso de la Unión”. Cierto, al rendir protesta Fox cambió la fórmula constitucional. Por ello, debería recibir una amonestación pública, porque sus actos deben ajustarse estricta y cabalmente a lo estipulado en la Carta Magna y no hacer cuanto le venga en gana, o, en su caso, enviar una iniciativa al Congreso para modificar dicha fórmula y punto.

En fin, ojalá aprendan los priístas en el Congreso a ser verdadera oposición. No es tan complicado, cuando se tienen convicciones democráticas, sentido histórico y, sobre todo, inteligencia para saber dónde y en qué momento se vive.

2.- Colima es uno de los municipios donde los ciudadanos que viven en poblados de la zona rural no podrán seleccionar a tres o cuatro de sus conciudadanos para que de ellos el Cabildo, entiéndase el presidente municipal y “sus regidores”, designe a las autoridades auxiliares en poblados, rancherías y Juntas municipales. En este sentido, le doy toda la razón a Enrique Michel cuando, al participar en un foro acerca de las elecciones en este año, dijo lo siguiente: “(...)No podemos limitar la participación de los ciudadanos en el quehacer público y mucho menos evitar que los espacios de participación ganados por la sociedad sean eliminados del espectro político simplemente ignorándolos.(...)”. Fin de la cita.

Como suelen decir en mi pueblo: “... cúmplase la palabra de Dios... en la parcela de mi compadre...”. ¿Congruencia entre el discurso y los hechos? Esto difícilmente lo aplican la mayoría de los políticos. Por cierto, vale la pena aclarar un hecho: las modificaciones hechas a la Ley Orgánica del municipio Libre no obligan a los presidentes y los cabildos a designar a las autoridades auxiliares. No mientan.

3.-“(...) Un error no se convierte en verdad por el hecho de que todo el mundo crea en él. Tampoco una verdad puede transformarse en error cuando nadie se adhiere a ella (...)”. Mahatma Gandhi

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