Mucho ha llovido desde el seis de julio de 1997. Muchas elecciones ha habido desde entonces y muchas lecciones se recibieron en esa fecha y, por desgracia, pocos fueron quienes supieron capitalizarlas en su provecho y la prueba está en los resultados electorales de 1998 y los que van de este año.
El PRI sólo ha podido ganar en 12 de las 18 gubernaturas disputadas en los últimos tiempos, es decir, ha ido en un franco retroceso o, en el mejor de los casos, la oposición en su conjunto ha incrementado su presencia entre ele electorado. La suma de derrotas priístas crece escandalosamente: Guanajuato, Jalisco, Baja California, El Distrito Federal, Nuevo León, Querétaro, Zacatecas, Aguascalientes, Tlaxcala, Baja California Sur y tal vez Nayarit, el Estado de México, Hidalgo y Quintana Roo.
Pero esos no son todos los problemas priístas. El mayor de ellos es que se ha perdido la noción de qué hacer, cuándo hacerlo, con quién hacerlo y, sobre todo, con quién hacerlo. Lo peor ocurrió la semana pasada en Campeche cuando el presidente Zedillo pretendió hacer una broma carnavalesca y le salió el tiro por la culata, porque apenas pudo hacer una farsilla referente a los candados y usó para ello al Secretario de Salud, Ramón de la Fuente, para hacer referencia a los candados. No es tiempo de hacerse bolas ni de andar con bromas de mal gusto o con ondas tipo Mónica Lewinsky, es decir, con jaladas.
Pero, para sorpresa de muchos, tanto Mariano Palacios como Carlos Rojas, presidente y secretario general, respectivamente, del CEN priísta, se fueron contra lo dicho por el presidente en el sentido de que De la Fuente podría ser candidato y de que los candados serían retirados o forzados mediante el uso de tremenda ganzúa digital desde la presidencia de la república. Hasta parecieron dirigentes de verdad por sus declaraciones. Parecía más chavos de 1968 y su famoso: ¡No pasarán!, que políticos puestos en sus cargos por la voluntad presidencial a la cual ahora dicen, ahí están sus declaraciones, oponerse total, rotunda y cabalmente.
Pero los mexicanos ya conocemos a los priístas y sus balandronadas. Conocemos también sus desplantes... y sus límites. Pocos tienen el tamaño suficiente para tener una estricta concordancia entre sus palabras y sus hechos.
Este es el año de prepararse mental, física y espiritualmente para la madre de todas las elecciones. El futuro de la nación está en juego. El destino de millones de mexicanos se verá afectado con los resultados del próximo año. Pero los priístas parecen empecinados en gastar sus fuerzas en pelearse contra ellos mismos, en vez de sumar fuerzas contra sus enemigos. Allá ellos.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1.- Buena, la medida preventiva tomada por el gobernador del estado en cuanto se refiere a los habitantes del poblado La Yerbabuena, allá en Comala. La situación del volcán dificulta hacer un pronóstico acerca de si habrá un estallido violento. Por ello, su traslado hacia un lugar más protegido es una medida acertada. Por supuesto, tendrán tiempo para ir a realizar sus actividades productivas, pero el periodo de tiempo en que estarán relativamente expuestos al riesgo se reducirá casi al 50 por ciento.
2.- Charlie Vázquez strikes again. Además de correr personal sindicalizado, de dividir a la organización sindical a la que pertenecen los trabajadores del ayuntamiento, de pelearse con el PRD colimense, de reducir al 50 por ciento la recolección de basura, de quitar los apoyos a la Junta Municipal de Tepames, de hostigar y provocar a los trabajadores y de pretender imponer su imperial voluntad a la republicana opinión de los ciudadanos colimenses, está metido en un brete político y social: su conflicto con los habitantes de las Amarillas llegó ya a niveles de paroxismo. Cancelar una obra que haría el gobierno estatal para beneficiarlos no hace sino demostrar que hay fallas estructurales en CVO. NO me lo explico de otra manera. He platicado con algunas personas que conocen a CVO desde hace muchísimos años y me dicen que, en realidad, siempre ha sido de esa manera. No lo sé. Tanto no sé, pero podría ser una explicación, es decir, salir con aquello de: ¡Así soy y qué!
3.- “Si no es tu amigo te dirá: "está bien", aunque en realidad no lo sea... pero si es tu amigo te dirá: "estás equivocado" Teresa Nava
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