Nos guste o no, estos son
tiempos de política, pero antes debemos dejar claro un asunto: la política, en ocasiones incomprendida o vista con recelo,
es, ante todo, sinónimo de acuerdo. Es entendimiento para conducir los cambios
necesarios en un lugar y un momento determinados.
Por eso, la política debe ser
propositiva, seria y conciliatoria. Nunca imposición, encono, o ruptura.
Quienes la ejercen, sin excepción,
deben estar preparados, deben ser fieles
a ideales, a compromisos. Deben entenderla como la más alta responsabilidad
que una persona puede desempeñar en aras del interés colectivo. La gente es sabia y no se equivoca. Quiere
gobiernos honestos, transparentes.
Por eso, los políticos
requieren capacidad, sensibilidad, madurez y serenidad. El costo de sus fallas
es generalmente muy alto, lesionan a las comunidades, a las familias. Sus
errores lastiman a hombres y mujeres de carne y hueso.
Por eso, la política no debe
estar en manos de malos políticos, de improvisados y mucho menos, en manos de
políticos deshonestos que la ensucian y la desprestigian.
Nada tienen que hacer quiénes
no tengan claro que la política sirve para disminuir tensiones entre diferentes
puntos de vista o entre intereses encontrados.
Por eso, la política verdadera
es respeto a la divergencia. Por eso, los políticos serios son plurales y
tolerantes.
La política exige congruencia
con la defensa de un ideal social y demanda siempre actuar en consecuencia.
El propósito de la política no
es obtener el poder por el poder mismo, se llega al poder para ponerlo al
servicio de los ciudadanos. La política debe entenderse como el instrumento
privilegiado que la sociedad se da a sí misma para que prevalezca, sobre
cualquier otro interés, el interés colectivo.
Debo reconocer, no sin azoro,
que quienes entienden mejor esto son las mujeres. Las demandas que ellas plantean,
por las que se movilizan y actúan, luchan y desvelan, tocan las fibras más
humanas y sensibles del interés colectivo.
Las mujeres están al pendiente
de la educación, de la salud, de la atención a los grupos especiales. Están al
frente del activismo por la seguridad pública, en la lucha contra la violencia,
en la defensa ecológica, y sobre todo velan por la familia, por sus hijos.
Hoy, quién puede negar que las
mujeres han asumido un papel radicalmente diferente, en el mundo social y económico,
al que tenían hace unos lustros. Por eso hoy deben abrírseles las puertas
también en el mundo de la política, apenas medio abiertas.
Muchos ciudadanos queremos más
mujeres metidas en la política. Mujeres más actuantes, más activas. Las mujeres
deben estar en los procesos electorales, en las campañas. Se necesitan en las
casillas, en el activismo de cada barrio.
Las mujeres deben estar
también en el debate, en la toma de conciencia, definiendo las elecciones en
favor de sus partidos.
Pero después, ya pasadas las
elecciones, las mujeres deben mantenerse
luchando para hacer valer su
participación y exigir el cumplimiento de la agenda pendiente: mayor equidad
para las mujeres mexicanas.
Por eso, éste es el momento de
que las mujeres hablen, insistan, se asocien, propongan.
Deben exigir de este nuevo
gobierno políticas públicas que impulsen más decididamente la inclusión de una
visión que reivindique su género, que erradique de nuestro inventario cultural
y político, los estereotipos que marginan a las mujeres.
Este es un momento crucial
para las mujeres, el momento de proteger
sus derechos, de fortalecer sus capacidades, de atender sus necesidades
sociales, de reconocer su trabajo y de eliminar la violencia y
discriminaciones.
No le demos vuelta: darle voz
y escuchar a las mujeres es más que reconocer capacidad, es más que atender una
demanda insistente, es un asunto de justicia.
No sé qué piense usted al
respecto, amable lector, pero en mi caso, las mujeres merecen mucho más de lo
que hasta hoy han conseguido.
Tres Comentarios al Margen
1. El presupuesto federal fue
aprobado en diciembre y ya el director del Centro SCT Colima, Benito García,
había explicado cuánto dinero se había destinado a nuestra entidad y en qué
proyectos u obras ya en proceso se aplicarían. Ahora el gobernador del estado,
Mario Anguiano Moreno, junto con otros miembros de su gobierno, se entrevistó
con el Secretario de Comunicaciones y Transportes y anunció que la dependencia
federal y el gobierno estatal “acordaron” una inversión de poco más de un mil
millones de pesos. ¿Y?
Desde mi punto de vista, el
gobernador no le creyó al Diario Oficial de la Federación, ni a los diputados
federales, ni al director del Centro SCT Colima; por ello, visitó al secretario del ramo para enterarse
de manera directa. Pero no fue a acordar algo, no fue a negociar, el gobernador
Mario Anguiano Moreno y sus colaborares fueron a México para ser informados de
los recursos que invertirá la dependencia en Colima en el 2013.
2. Hoy se aprueba en Colima la
reforma al artículo tercero constitucional. La duda es si serán 23 o 24 votos a
favor.
3.
Dejar de reaccionar ante la opinión ajena es un síntoma alarmante, una
superioridad fatal adquirida en detrimento de nuestros reflejos y que nos sitúa
en la posición de una divinidad atrofiada, feliz de no moverse más porque
encuentra que nada merece que se haga ni siquiera un gesto. Por el contrario,
sentirse existir es empecinarse en aquello que es manifiestamente mortal, es
dedicar un culto a la insignificancia, irritarse perpetuamente en el seno de la
inanidad, buscarle tres pies al gato. Emile M Cioran
Twitter: @macosta68
2 comentarios:
TU habilidad expresiva casi manifiesta mi sentir,quisiera que todos los mayores de edad te leyeran , pero ante la imposibilidad me conformaría que la clase política si lo hiciera tus escritos son formativos,y que principalmente las mujeres fueran más participativas,NO QUEREMOS FUNCIONARIOS CORRUPTOS,QUE PACTEN CON MALEANTES;QUE NO SAQUEEN LOS MUNICIPIOS;LOS ESTADOS Y EL PAIS. Amigo Miguel me gusto demasiado el contenido te FELICITO una vez más ..SALUDOS.sebesahi
Gracias por tus conceptos, SBSH. La amistad hace que tus palabras sean más elogiosas, pero igualmente las agradezco, amigo. Un abrazo
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