El PRI ha convocado a una
nueva asamblea nacional. Lo hace tras haber recuperado la presidencia de la
república y justo antes de participar en 14 elecciones estatales, en donde una
de ellas, la de Baja California, es la cereza del pastel porque es el primer
estado perdido por ese partido y porque ya estuvieron a punto de recuperarlo.
Pero esta asamblea nacional
también corre un serio riesgo de convertirse en una mera farsa, precisamente
porque hay presidente de la república, hay jefe máximo.
Por otra parte, todavía hay inercias que pesan demasiado:
esperar a ver qué opina el presidente de la república, el gobernador, de hacer tal o cual actividad, esperar por la
línea, no expresar libre y abiertamente las opiniones, descalificar a quien
hace señalamientos o críticas que contradigan las tesis oficiales, sin analizar
los argumentos, y otras prácticas similares.
El PRI corre hoy el riesgo de
volverse más sumiso, si ello es posible. Desde
el año dos mil y hasta hoy, los gobernadores tuvieron control pleno del
Partido en sus estados, y algunos hasta en estados gobernados por otros partidos. En los PRI
estatales se hacía lo que los gobernadores querían y eso aún ocurre, porque
nada ha cambiado en realidad e ese sentido.
Si los priistas realmente
quieren tener un partido moderno, actuante, articulado con la sociedad, deben
determinar, libre y abiertamente, qué tipo de partido, de principios, de
estatutos y de dirigentes desean tener. Deben discutir en forma amplia y
libérrima acerca de estos asuntos. De esto dependerá lo que el pueblo diga,
resuelva y haga con el partido, es decir, la aceptación que el PRI tenga en los
próximos comicios y en el destino del país.
En mi opinión, la gran tarea
pendiente del Partido Revolucionario Institucional radica en asumir las causas
del pueblo como propias; ser vocero, mandatario de los mexicanos, serlo, a
fondo y de veras, en cada instancia de gobierno y frente a cada una de ellas.
Y estas posiciones deben ser
respecto de la crisis económica, el empleo, las deudas, los precios, los
salarios, la educación, la vivienda y el campo, el IVA en alimentos no
procesados y medicinas, la inversión
privada en la energía eléctrica y en el petróleo.
En fin, se trata de los
asuntos de todos los días y de todos los mexicanos, salvo unos cuantos, los más
afortunados.
Los priistas se encuentran
ante la oportunidad histórica de hacer realidad su compromiso –con el nacionalismo,
la soberanía, la libertad, la democracia y la justicia social.
El PRI está ante la coyuntura
de convertirse en un verdadero un partido político, en un partido realmente
democrático. La democracia no se agota en los procesos electorales. Esta es una
frase discursiva que debe hacerse realidad en la vida cotidiana del partido.
Hoy, las candidaturas y los cargos de dirigencia
partidista deben ser de quienes los priistas decidan mediante su voto libre,
directo y secreto. Nunca más cargadas, nunca más decisiones “in pectore”.
Los políticos priistas deben escuchar
el sentir del pueblo, sus anhelos, sus agobios y desesperanzas. El político no
sólo debe ver la superficie sino la profundidad de los problemas. Sus
soluciones y los posibles reflejos a futuro.
Pero ante todo, el político
debe escuchar a sus compañeros de partido, a sus correligionarios, a sus
partidarios. Escuchar sus razones, sus objeciones y sus lamentos. Escucharlos
de veras, no como mero acto demagógico. Luego, debe cumplir sus promesas, hacer
todo lo posible y necesario para cumplir a cabalidad.
Estas son las tareas. Habrá
tiempo para ver cómo las realizan.
El PRI debe pensar en su todavía incierta asamblea nacional como la oportunidad de
iniciar otro capítulo de su historia, quizá el más importante de su historia,
precisamente cuando la nación mexicana abre un nuevo capítulo de la suya.
Si el pueblo atrapado en la crisis más
grave de su historia moderna quiere y necesita soluciones suficientes y
oportunas, es decir, soluciones de fondo, el partido no puede cambiarlas por
ponencias; no puede sustituirlas por discursos; y sobre todo, no puede
ignorarlas.
Este es el reto, largo es el camino,
veremos cuál es el ánimo con que se transita.
Tres Comentarios al Margen
1. Cada uno de los diputados
federales recibió 10 millones de pesos para obras e los municipios que comprendan
su distrito electoral o su jurisdicción plurinominal, según el caso. Al parecer,
el municipio de Manzanillo podría resultar el más beneficiado, porque la señora
diputada federal plurinominal, Martha Sosa de Rodríguez García, nacida en la
primera mitad del siglo pasado, Nabor Ochoa López y Pico Zepeda aportarán
destinarán recursos para la cabecera distrital, es decir, para el municipio manzanillense.
En buena hora llegan los recursos, porque los municipios están, literalmente,
en la inopia.
2. Las comparecencias no
tienen sentido. Es un tiempo inútil donde los diputados hacen preguntas a modo
y, lo más importante, los funcionarios pueden mandarlos olímpicamente al carajo
y nada pasa. Sólo sirve para que los tontos útiles se “luzcan” en tribuna. No
es un ejercicio democrático donde se hacen preguntas concretas y se reciben
respuestas puntuales, sino un mero espacio mediático. Nada más.
3. “Más de una vez me siento expulsado y con ganas
de volver al exilio que me expulsa
y entonces me parece que ya no pertenezco
a ningún sitio, a nadie.
¿Será en indicio de que nunca más
podré no ser un exiliado?
¿Qué aquí o allá o en cualquier parte
siempre habrá alguien que vigile y piense,
éste a qué viene?
Y vengo sin embargo tal vez a compartir cansancio y vértigo
desamparo y querencia
también a recibir mi cuota de rencores
mi reflexiva comisión de amor
en verdad a qué vengo
no lo sé con certeza
pero vengo.” Pero vengo. Mario Benedetti
de volver al exilio que me expulsa
y entonces me parece que ya no pertenezco
a ningún sitio, a nadie.
¿Será en indicio de que nunca más
podré no ser un exiliado?
¿Qué aquí o allá o en cualquier parte
siempre habrá alguien que vigile y piense,
éste a qué viene?
Y vengo sin embargo tal vez a compartir cansancio y vértigo
desamparo y querencia
también a recibir mi cuota de rencores
mi reflexiva comisión de amor
en verdad a qué vengo
no lo sé con certeza
pero vengo.” Pero vengo. Mario Benedetti
Twitter: @macosta68
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