“Amigos y Amigas:
“Hoy el el cierre oficial de
mi campaña, a las
6 de la tarde los espero en el
auditorio
Miguel de la Madrid (Antigua
central
camionera).
Quiero aclarar que SÍ se
rifará la casa que
desde un principio se anunció
para este
evento, no tengo palabra y
nada ni nadie
impedirá que cumpla a los colimenses, así
que no se preocupen todos
aquellos que
tienen su boleto.
¡Los espero, no falten!”
Así anunció Pedro Peralta
Rivas, candidato del PAN a la presidencia municipal de Colima, su decisión de retar a las autoridades
electorales del estado de Colima, que le informaron que, como medida cautelar,
debía suspender el sorteo de la casa que ofreció para quienes fueran a sus
mítines previos y al cierre de campaña, donde se les entregarían los boletos
respectivos, es decir, condicionó la entrega de los boletos a la asistencia a
sus actos de campaña.
Primero, no pensé que fuera
cierto lo que decía el post que vi en Facebook, sino que era parte de la guerra
sucia, pero luego confirmé el punto por las declaraciones del propio Peralta
Rivas a los medios, particularmente a la radio local.
Ahora bien, más allá de que
sean las autoridades las que informen acerca de si es una conducta que viola o
no el código electoral local, lo interesante es destacar la pose de Pedro
Peralta Rivas, la de retar a las autoridades, la de señalar que él está más
allá de las leyes y las normas a las que sujetamos nuestros actos todos los
colimenses.
No es algo nuevo, cierto, pero
este desplante, este reto abierto, público, nos muestra su talante autócrata,
intolerante. ¡El Estado soy yo!, parece decir Pedro Peralta Rivas, candidato
panista a la presidencia municipal de Colima.
Pero con todo, nos muestra que
eso no es un hecho aislado, toda la campaña de Pedro Peralta ha estado llena de
violaciones reiteradas a la ley electoral y al marco legal vigente. Eso puede
constatarse, precisamente, porque ya el Instituto Electoral del Estado de
Colima, (IEEC), le aplicó una sanción por actos anticipados de campaña.
La autoridad electoral ya
emitió una disposición y advirtió al candidato del PAN a la alcaldía capitalina
que no puede llevar a cabo la rifa de la casa como había anunciado. Ya vio
usted, amable lector, la reacción airada, descompuesta, del panista Pedro Peralta Rivas: no le importa lo que
diga la autoridad electoral. “nada ni nadie” le impedirá violar la ley. Eso
dice su anuncio.
Entiendo que e ese cierre
estarán los dirigentes estatales del PAN. Con su presencia y sus palabras serán
cómplices o solapadores de que un miembro de su partido se asuma como un
recurrente violador de la ley, como un panista que considera a Colima como tierra sin ley.
Perder una elección es parte
de la democracia, perder el sentido de la realidad y del entorno, denota otras
cuestiones que son ajenas a las que usualmente se tratan en este espacio.
Tres Comentarios al Margen
1. La queja presentada por el
PRI contra la consejera ciudadana maría Elena Adriana Ruiz Visfocri por
presunta parcialidad al apoyar con asesoría y redacción de documentos a los
dirigentes de los partidos Acción Nacional y Verde Ecologista de México,
Raymundo González Saldaña y Mariano Trillo Quiroz, para que éstos presenten
quejas e contra de los priistas en el IFE.
De igual manera, acusaron a la
señora Ruiz Visfocri de asesorar y orientar al candidato panista a diputado
federal, Milton de Alva.
Las hazañas de la señora Ruiz
Visfocri en materia electoral son ya casi legendarias, pues la impulsora de un
nuevo criterio para la modificación del resultado de las elecciones para gobernador en Colima: anular
el 20 por ciento de las casillas del municipio
de Tecomán, donde el candidato priista Gustavo Vázquez había sacado una
considerable ventaja al panista Antonio Morales de la Peña, para anular así las
elecciones en TODO el municipio de Tecomán y revertir el resultado de la
elección y declarar ganador al panista Morales de la Peña. En los archivos del
Tribunal Electoral de Colima, existe, o debe existir, el acta de esa sesión
donde la entonces presidente del Tribunal leyó su dictamen, el mismo que fue
rechazado por mayoría. Una huisachada de ese tamaño pretendió cometer la señora
Ruiz Visfocri, pero lo de ahora es diferente y debe ser probado a cabalidad.
Debe probarse que los correos son legítimos y debe probarse que los documentos
entregados o redactados, los actos realizados, son punibles.
En esas andamos a horas de que
las elecciones se lleven a cabo.
2. El diputado es, como el
actor, un fingidor profesional. Se dedica a representar un papel, a encarnar
falsamente lo que no es. Un diputado se dice representante de un distrito, de
un estado, de un pueblo pero no lo es, no lo puede ser. Cuando habla, nos dice
que expresa la voz de otros, la voz de su comunidad. Nos dice que lleva a la
política la voluntad del pueblo. Se pretende un simple trasmisor de las
instrucciones de sus electores cuando en realidad defiende sus propios
intereses. No es casualidad que el teatro y el parlamento sean espacios de la
representación: se trata de hacer presente lo que en realidad no existe. Zonas
de tolerancia para la mentira. El actor no es Hamlet, el diputado no es el
pueblo. Jesús Silva Hérzog Márquez
3. Me pregunto muchas veces
por qué soy así, por qué tengo que ser tan consciente de que la vida es una
mierda, que tal como la vivimos, tal como la sociedad nos impone una rutina,
unas obligaciones, unas normas, unas prohibiciones,... es difícil vivir, es un
sinsentido, esto no es vida, y a veces pienso que para vivir así, mejor no
vivir. E M Cioran
Twitter: @macosta68
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