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martes, julio 03, 2012

EPN, Cumplir Promesas



Los números mostrados en el Programa de Resultados Electorales Preliminares son contundentes: Enrique Peña Nieto ganó la elección presidencial. Más de tres millones de votos sobre el segundo lugar, Andrés Manuel López Obrador, muestran la enorme distancia entre uno y otro. De entrada, es casi 12 veces mayor la ventaja del priista sobre el candidato de las izquierdas, que la lograda en 2006 por Felipe Calderón Hinojosa sobre el mismo AMLO.
Más allá de si AMLO decide reconocer su triunfo o no, resulta muy importante  que la diferencia entre el primero y el segundo lugar sea de más de tres millones de votos. Es un triunfo contundente, que da certidumbre, que contribuye a fortalecer la decisión tomada por más de 18 millones y medio de mexicanos de mexicanos.
El discurso de la candidata del PAN, la señora Josefina Vázquez Mota, donde reconoció su derrota y la que el propio presidente de la república, Felipe Calderón Hinojosa, hizo un par de horas después, ayudaron a distender la tensión que existía en el ambiente.
Las redes sociales, los sitios en línea de los medios de comunicación y los propios de los organismos electorales, estuvieron siempre abiertos y aunque el proceso de carga del PREP fue lento, permitió ir siguiendo los resultados. La tendencia fue evidente casi de inmediato. Es cierto: AMLO ganó en varias entidades, pero fue e el DF donde tuvo dos a uno a EPN, quien no pudo hacer lo mismo en EDOMEX.
Es evidente que hay quienes aún intentarán hablar de fraude, de manipulación del proceso electoral, de la compra de votos, de todo lo imaginable y de todo lo que se ha acusado antes. Han sido tan recurrentes, tan obvios, tan sin sentido los insultos, los mitos y las leyendas urbanas creadas acerca de los resultados.
Pero hay un hecho en le que muchos hemos insistido, e incluso, trabajado un poco sobre ello: las encuestas. Es evidente que las empresas encuestadoras, en términos generales, sufrieron un serio revés con le proceso electoral de este año. La diferencia entre la última encuestada publicada y los resultados oficiales es enorme. ¿Qué pasó?
Desde mi punto de vista, el problema reside en la fórmula aplicada hasta hoy para la asignación de los indecisos a cada uno de los participantes. Insisto: éste es uno de los puntos que más dolor de cabeza dan a los encuestadores. Es la principal razón por la que sus estudios suelen distanciarse tanto de los resultados oficiales: la distribución de los indecisos.
Este es un hecho que se hizo evidente en Michoacán en noviembre de 2011, cuando una encuestadora regional, Proyecta, en su último trabajo publicado aseveró que el candidato del PRI, Fausto Vallejo, tenía una ventaja de 2.5 puntos porcentuales sobre el segundo lugar, la señora Luisa María Calderón Hinojosa, la famosa Cocoa.
Sin excepción, todas las encuestadoras  “de renombre” daban entre 3 y cinco puntos porcentuales de ventaja a la candidata del PAN, Cocoa Calderón. El resultado oficial fue de 2.7 de ventaja para el candidato del PRI a la gubernatura.
Pero, más allá de los detalles técnicos, hay un hecho incontrovertible: Enrique Peña Nieto es el ganador de las elecciones para presidente de la república y ahora a él, le corresponde cumplir sus promesas  y a los mexicanos nos corresponde vigilar que lo haga.
En esas vamos a andar.


Tres Comentarios al Margen

1. El gobernador del Estado, Mario Anguiano Moreno, líder del PRI en la entidad, según los usos y costumbres de ese partido, tuvo un enorme acierto al designar a Oscar Zurroza Barreda como el responsable estratégico de todas las campañas del PRI en la entidad. Los resultados hablan por sí mismos: desde 1994, hace ya 18 años, no se ganaban todas las posiciones federales en disputa, todas. Presidencia de la república, senadurías y diputaciones federales quedaron en manos del PRI.
Más aún, a pesar de haber perdido siete diputaciones locales, su partido mantendrá la mayoría en el congreso local, al ser el partido con mayor número de votos y en consecuencia con el mayor porcentaje de votación efectiva, podrá tener hasta cuatro diputados plurinominales y quedarse con un total de 11 diputados en  total y que, sumados a los dos de mayoría y uno plurinominal del PANAL, tendrá la mayoría absoluta en la siguiente legislatura.
De las nueve diputaciones de mayoría ganadas por la coalición PRI-PANAL, dos, los distritos VII y XIII, fueron asignados al PANAL.
Ahora bien, de acuerdo con la nueva ley electoral, los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional, de la Revolución Democrática, del Trabajo y Verde Ecologista de México, tendrán una diputación plurinominal cada uno por haber obtenido 2.5 por ciento o más de la votación efectiva y el resto, cuatro, serán asignados, en primer lugar,  al partido que haya obtenido la mayor votación efectiva, el PRI, que tendría 37.99 por ciento y su tope de diputados sería de hasta 10 puntos más, a cuatro puntos por cada uno, lo que equivaldría a 11 diputados.
Así,  el congreso quedaría conformado de esta manera: PRI, 11 diputados; PAN, 7; PANAL, 3; PRD dos y el PT y Verde, con un diputado cada uno.
Así, el gobernador Mario Anguiano tendría un congreso con mayoría absoluta, al reunir 14 diputados entre los de su partido y el PANAL, lo que le daría una mayor tranquilidad a la segunda parte de su sexenio. 
2. Comala, Coquimatlán, Cuauhtémoc y Manzanillo. Cuatro ayuntamientos perdidos. Cuatro donde las mediciones de Eficaz Marketing resultaron disparatadas, por decir lo menos. No se diga de las siete diputaciones perdidas. Las mediciones previas, las domingo 24 de junio, daban el triunfo absoluto al PRI, 10 de 10 ayuntamientos y 16 de 16 distritos electorales de mayoría. La encuesta de salida ya “sólo” daba al PRI nueve de 10 ayuntamientos y 15 de 16 distritos. ¿Qué pasó? En teoría, la empresa no tiene la obligación legal de dar explicaciones al público. Si acaso, deberá darlos a sus clientes. Pero en el ámbito de lo ético y de la responsabilidad profesional,  más le valdría hacerlo. Su descrédito va como el dólar: a las nubes. Si hablamos de eficacia, ésta anda por los suelos, pues fue de apenas 60 por ciento en ayuntamientos y de 56 por ciento en diputados locales. Casi lo mismo que un volado, donde las probabilidades son del 50 por ciento.
¡Ah, cuánta ayuda y que poco eficaz resultó ser Eficaz Marketing!
3. La oposición social al PRI que se organizó en las últimas semanas de la campaña debe ser tomada con seriedad. Con cierta arrogancia podría decirse que las movilizaciones no tuvieron impacto electoral: que fueron visibles, ruidosas e intrascendentes. Pero ningunear la discrepancia por no haber podido descarrilar a Peña Nieto sería un costoso error de la soberbia. El PRI está obligado a demostrar que gobernará democráticamente, como se lo exigen las voces más críticas. Debería admitir las fuentes de esa desconfianza profunda y terca que es, a fin de cuentas, saludable y necesaria. Para el PRI debe actuar como vacuna, un recordatorio de que no puede haber vuelta atrás. Jesús Silva Hérzog Márquez
Twitter: @macosta68

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