El destape de Enrique Peña Nieto ha sido la nota de la semana y ha obligado a los políticos profesionales a declarar en un sentido u otro. Tanto las críticas, como los elogios, han sido hechos por parte de militantes priistas y de otros partidos. Todos han metido su cuchara para decir qué piensan acerca de este hecho.
En el caso del PRI, resulta evidente que muchos miembros de ese partido están jubilosos porque perciben que tienen en Peña Nieto a un priista capaz de ganar la elección de 2012 y regresar al PRI a Los Pinos.
Esta es la percepción general en el priismo: con Peña Nieto ganan a pesar de todo lo que pueda hacer FECALHIN y sus panistas.
Pero los problemas graves, serios, los tiene el PRI en su interior. Es evidente que EPN tiene enemigos y rivales políticos al interior de su partido. Las rivalidades y enemistades de otros partidos son naturales, por ello no se consideran en este comentario.
Es evidente también que el destape de EPN estuvo a punto de producir una avalancha de adhesiones y pronunciamientos en su favor, lo que fue contenido por el dirigente nacional de ese partido, Humberto Moreira, no sin esfuerzo.
Las expresiones de los beltronistas fueron, evidentemente, de rechazo a la forma, es decir, a haberlo hecho vía Televisa. Tanto los partidarios como los rivales de Peña Nieto sabían que el anuncio sería el día posterior a la conclusión de su mandato constitucional. “No hubo sorpresa alguna...”, dice la canción. Peña Nieto cuidó las formas políticas y mostró que es un hombre que sabe cómo causar impacto mediático.
Lo importante de todo esto es saber cómo va a procesar el PRI este asunto. Manejar el proceso de sucesión ha sido un verdadero problema para el PRI. Desde 1999 a la fecha esa ha sido la ruta de su perdición. La postulación del candidato se ha convertido en la verdadera madre de todas las batallas en el PRI y los resultados han sido funestos para este partido.
Por eso resulta tan interesante saber qué van a hacer los priistas y cómo lo van a hacer. Este es la parte toral del asunto: cómo resolver este galimatías en que se puede convertir el proceso de elección del candidato a presidente de la república sin que se pierdan los precarios equilibrios que existen en la actualidad.
Si bien es indudable la fortaleza territorial del PRI, también es muy evidente que la falta de acuerdos puede llevar a este partido a una debacle similar a las ocurridas en 2000 y 2006.
Mantengo mi dicho: los priistas tienen una indudable capacidad para hacerse pedazos. Lo han demostrado en elecciones en todos los niveles. Lo interesante es constatar si son capaces de resolver con éxito esta situación.
Tres Comentarios al Margen
1. Joel Padilla Peña logró su objetivo y realizó el mitin más importante que haya hecho en su carrera política en Colima. Más de 10 mil personas estuvieron en ese mitin político organizado por el dueño real de los CENDI “Tierra y Libertad”.
Para el dirigente del Partido del Trabajo, lo más importante era hacer una demostración de fuerza y probar hasta dónde le va a ser permitido su juego por las autoridades de todos los niveles.
Más allá del evidente daño económico ocasionado por el bloque de los carriles de acceso y salida a la ciudad de Colima, más allá de los problemas de salud originados por esa acción, más allá de la molestia y el enfado de quienes, sin deberla ni temerla, resultaron víctimas de este acto de chantaje político realizado por Joel Padilla Peña y sus adláteres.
Más allá de las razones aducidas de que el gobierno federal no le ha entregado 35 millones de pesos del presupuesto destinado para una institución privada -es decir, para un negocio particular- , más allá de las consideraciones de si el gobierno está obligado a mantener negocios privados en el ámbito educativo, no sólo a apoyar, sino, esencialmente, a financiarlos en su mayor parte.
Más allá de las futilidades expresadas por el titular de la Oficina de Servicios Federales de Apoyo a la Educación (OSFAE), Adán Blanco Campos, al afirmar que estas manifestaciones, tienen tintes políticos y por lo tanto existe un ingrediente electoral.
Más allá de todo esto, existe el hecho indudable de que este tipo de situaciones deben terminarse ya, las afectaciones han sido graves y los del PT en Colima han logrado irritar a muchos ciudadanos. El pago lo recibirán en las urnas.
2. Michoacán requiere especial atención periodística. Las amenazas a candidatos, aun cuando no son nada nuevo, le dan un tinte especial a estas elecciones. Es grave el asunto y debe ser tratado con mucho cuidado y responsabilidad en los emdios.
3. Yo desconfío del amor de un hombre a su amigo cuando no lo veo esforzarse en comprender al enemigo. José Ortega y Gasset
Twitter: @macosta68
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