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jueves, agosto 25, 2011

Medios y Políticos, Ignorancia y Manipulación

Una mentira es mucho más fácil de difundir y también es, ¡oh paradoja!, mucho más creíble que una verdad. Esta , desde luego, no es una verdad absoluta, pero sí una opinión sustentada en la observación de muchos casos.

Por supuesto, este hecho suele ocurrir con mayor frecuencia en el medio político y de espectáculos, ¿acaso son lo mismo?

Los políticos suelen tomar las declaraciones de otros políticos como verdades absolutas y las opiniones de los columnistas como “verdades de a kilo”, cualquier cosa que ello signifique, pero que implica que antes de pensar ordenadamente, se dedican a “creer”. Claro, esto será siempre y cuando las opiniones sean en su favor.

Los políticos presumen cercanía con la gente y cuando discursean presumen su sensibilidad social y su real interés por cuanto ocurre a “las grandes mayorías” y sus “ingentes necesidades”.

Uno de los problemas fundamentales de los políticos es que “creen”, pues no saben, no conocen, no analizan y basan sus decisiones en percepciones, sensaciones y creencias y en información no procesada, es decir, que no ha sido comprobada su veracidad.

Esto es la normalidad en política, no algo extraordinario, y ocurre en todos los niveles.

Sin embargo, nada hay de extraño en que ello ocurra así, porque los políticos son como muchos otros ciudadanos de este país, la mayoría tiene poca formación profesional, poca o nula experiencia para el cargo, bajo desempeño profesional y un nivel cultural, en el mejor de los casos, apenas mediano.

Muchos nos reímos de Vicente Fox cuando no supo el nombre de Jorge Luis Borges, pero muchos mexicanos tampoco lo conocen y muchos de los que conocen el nombre tampoco lo han leído.

Fox era, es aún, genuino representante del mexicano promedio. No le demos vuelta. Mire usted: dicharachero, entrón de palabra, amigable, chistosón, de mediano o francamente bajo nivel cultural, ducho en el retruécano verbal y echado pa’delante. Mexicano de medio pelo, como las harto conocidas obra de teatro y telenovela.

Pero Vicente Fox no es la excepción, sino la regla, la normalidad en la política. Se notó más porque fue presidente de la república y sus acciones lo hicieron ver grotesco, cuando en realidad es un mexicano de medio pelo, como somos muchísimos.

Por eso, en el periodismo y en la política, enredados helicoidalmente, la mentira pulula y se vuelve creencia general, absoluta, y más porque no hay quien salga a probar su falsedad.

El gran problema que tenemos es que la ignorancia reina en la política y el periodismo. Lo vemos todos los días. En quienes tenemos un micrófono, una cámara, un espacio en un medio cualquiera, no importa que sea el más desprestigiado.

Ikram Antaki, esa mujer que tanto habló y escribió sobre este tema, lo manejó así: “la ignorancia no es un problema muy grave. La ignorancia, que sabe que es ignorancia, es muy accesible, quiere aprender generalmente. La que es peligrosa, es la ignorancia que se ignora, es el pequeño saber, el que piensa que sabe porque sabe apenas algo, y entonces empieza a discutir y ya no es accesible ya no abre sus puertas.”

“Es lo que pasa muchas veces en las discusiones que tienen los jóvenes y los menos jóvenes, éstos que se pretenden politizados, por ejemplo: leyeron tres líneas, citan a Marx, no leen a Marx porque Marx es muy difícil, citan a Lenin, no lo han leído tampoco, no saben de historia. Tienen tres cositas en la cabeza, las manejan así, a lo bestia, y ya las saben: esa es la ignorancia que se ignora. El problema es que en un sistema democrático es la ignorancia mayor. Esos se ponen a decidir y hacen mayoría, generalmente hay un filósofo y tres mil ignorantes, y los tres mil ignorantes son lo que ganan. Este es el gran problema de la democracia. La ley del bulto. No la ley de la razón. Fin de la cita.

Así, tenemos a la ignorancia como motor de la política es parte de nuestra realidad cotidiana.

El asunto es que los políticos ahora dependen en absoluto de los medios. Viven para ellos y mueren por ellos.

Según la misma Ikran Antaki sostenía, éste es un riesgo enorme y de consecuencias fatales: “Los medios eran, originalmente, un contrapoder; hoy, se están transformando en poder. ¿Acaso vamos a pasar de la tan anhelada democracia a una mediocracia?

En la política tiene resultados funestos, los locutores han tomado el lugar de dirigentes políticos y pensadores profesionales.”

“Adquieren la fuerza de un formador de opinión. Los medios masivos representan el triunfo de los momentáneo, de lo efímero y lo desechable.”

“Deciden lo que merece existir o lo que puede caer en el olvido, han tomado lugares que antes ocupaban las instituciones como la escuela, el ejército, la religión, sindicatos, partidos y parlamentos.”

“Mientras los oyentes y espectadores sean consumidores no habrá cambio.”

“¿Cómo instituir un control de calidad en los medios? Este control no puede venir del mercado, no es limpio, no es sólo oferta y demanda.”

“Los medios se mueven en un totalitarismo y en un circuito cerrado. Fabrican el evento, hablan de él y sólo hablan de ellos mismos.”

“Los medios han desembocado en una mediocracia en la que los profesionales de la información, garantizan la mediación entre el poder político y la sociedad civil.” Fin de la cita.

Tres Comentarios al Margen

1. La lluvia de antier demostró la urgente necesidad del puente en la Avenida de Los Maestros. En el IMSS se siguió con suma preocupación la evolución de esa tormenta. Un aviso que viene a urgir al ayuntamiento capitalino para el inicio de las obras.

2. Algunas personas son amables sólo porque no se atreven a ser de otra manera. William Faulkner

3. Quien deja a un lado lo que se hace por lo que se debería hacer, aprende antes su ruina que su preservación. Maquiavelo

macosta68@gmail.com

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Twitter: @macosta68

1 comentario:

MarthaHita dijo...

Sabes? comence a leer... corri por el café y las galletas. Eso es lo que pasa cuando se ve mucha televisión. Me atrevo a insinuar que aprendo con mas clase en las redes sociales y es que, si los políticos se bajaran un poco de la nube para comunicar sus labores y contestaran habría mas certeza en lo que se dice, pues me parece que varios seriamos los que dejarían de creer en lo que nos comenta un reportero, pero por desgracia, no sucede asi.
Muy acertada la nota, lastima que quienes nos interesamos en leerla todavía seamos una minoría y por lo general idealizamos del mismo modo, bueno es y sería que leyeran quienes no lo hacen con frecuencia para que se cultiven sobre lo que te deja el ver tanta tv, al menos habría. Gracias y felicidades!!!