La senadora Martha Sosa de Rodríguez García, nacida en la primera mitad del siglo pasado, hizo lo que mejor suele hacer: descalificar a quien se le ponga enfrente. Lo hizo al asegurar que la recién nombrada Procuradora General de Justicia, Yolanda Verduzco Guzmán, carece del perfil necesario para desempeñarse con éxito en el cargo. Llegó incluso a señalar que su nombramiento era un retroceso.
Nada extraño ni nuevo en la forma de conducirse políticamente de la hoy senadora. Siempre se ha dicho que cuando fue presidente municipal de Manzanillo, su actuación estuvo marcada por las constantes violaciones a la ley, como fue el caso de haber dado empleo a parientes cercanos y por haber realizado manejos indebidos con los ingresos propios del ayuntamiento que presidía.
Por ello fue inhabilitada durante siete años para ocupar cargos de elección popular, por violar la ley, por actuar en un cargo público sin respetar los ordenamientos legales. No hay especulación, no hay infundio, ni mala fe, simplemente hay memoria histórica, es decir, hay recuerdos apegados a los hechos de la vida pública de la señora senadora Martha Sosa de Rodríguez García, nacida en la primera mitad del siglo pasado.
Por supuesto, la senadora panista tiene todo el derecho, el mismo que tenemos todos los mexicanos, de opinar de cuanto se le antoje. Por ello, no debe extrañarle que sus declaraciones encuentren respuesta, sobre todo en quienes nos ocupamos de escribir y comentar lo que ocurre en la vida pública de nuestro país, nuestro estado y nuestro municipio.
Ahora bien, que la señora nacida en la primera mitad del siglo pasado exponga su punto de vista respecto de la designación de la señora Procuradora General de Justicia, me parece muy bien. ¡Qué bueno que lo hace!, pero eso no significa que tenga razón o que su palabra sea ley o tenga carácter de verdad incontrovertible. Es sólo su punto de vista, con el que muchos colimenses no coincidimos y nadie ha coincidido con las opiniones de esta señora en este tema en particular.
Así, esperamos que ahora sí la señora senadora nacida en la primera mitad del siglo pasado, Martha Sosa de Rodríguez García, pueda hacer algo de provecho por Colima, algo realmente benéfico, más allá de puntos de acuerdos, exhortos y demás cuentos como ha sido hasta hoy.
Facta, non verba; hechos, no palabras, decían los antiguos.
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