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martes, marzo 05, 2013

El debate democrático, su necesidad




Hace tiempo escribí que a los mexicanos nos hace falta debatir, pero hacerlo bien, en serio, porque el debate es el mejor instrumento de que disponemos para construir democráticamente el México que todos queremos. No tengo la menor duda al respecto.
En esencia, democracia es opinión. Sin ésta no hay, no puede existir, la primera, pero la opinión cobra fuerza realmente cuando se convierte en el debate que enciende a la sociedad en su conjunto.
En la confrontación de las ideas, sin temor, con plena libertad, podemos encontrar el rumbo de la República. Este puede ser el conducto para que circule la verdad, a la que tantos temen tanto.
El debate es el método para entendernos. Es el foro ideal donde pueden  resolver los graves problemas de la nación.
Debate es, por supuesto, un diálogo eficaz. En él se enfrentan y se concilian los intereses y las intenciones. El debate no es, ni puede ser aceptado como una sucesión de monólogos, que van cayendo en el vacío, primero, y luego en el silencio.
El debate no es la expresión de un coro que acompaña el tono mayor de alguna voz. Quienes cantan a coro, no debaten: secundan. Quien domina todas las voces, tampoco debate: resuelve. Nos solemos quejar del tirano, pero, solícitos, secundamos su voz.
En la democracia, de la que el debate es un instrumento formidable, la decisión se adopta tras el juego de las opiniones, no antes, ni por encima, ni a su pesar. El debate es el espacio natural para la creación de democracia, porque en el conflicto, en la exposición de ideas distintas y hasta opuestas, está el origen y nacimiento de la democracia.
Por ello, debemos respetar las voces que concurren al debate, oírlas, animarlas, atenderlas. Este género de controversias previene contra las otras formas de mostrar la discrepancia, tan resbaladizas: las que comienzan en el disenso y terminan en el conflicto; las que usan la amargura en vez de la esperanza; las que emplean la violencia en vez de la razón.
En el marco de esta nueva cultura ciudadana, se necesita de un periodismo comprometido con la certidumbre que otorga la verdad. Demanda un renovado vínculo entre los vecinos y sus autoridades. Dar voz al ciudadano implica garantizarle que tiene sus derechos  pero también la ingente necesidad de que reconozca la delicada responsabilidad que trae consigo el uso de su propia libertad para expresarse.
Ser libre para manifestar nuestras ideas impide que la palabra sea esclava del poder, de aquello que ata para no decir y que se oculta para no escuchar.
Debemos seguir en la búsqueda de una comunidad en el sentido estricto de su propia concepción: un espacio para la convivencia, para fortalecer aquello que nos une y salvar los obstáculos de aquello que nos diferencia.
El objetivo debe ser que la Libertad de Expresión constituya un medio para entendernos y acabe con el rencor vivo que provoca la palabra callada y el silencio humillante.
Por eso debemos respetar y defender la diversidad de voces y de criterios, aun cuando no necesariamente coincidamos con algunos de ellos. Esta es una saludable convicción ydigo saludable, porque lo que se halla en juego es la salud de la República.
Por eso, hoy debemos debatir todo, con ánimo jubiloso, con argumentos, con sentimientos, con pasión, con decisión, pero con respeto al otro que honestamente difiere.
Este es el punto medular del debate: respetar al otro, escucharlo atentamente, proactivamente, pero hacer pedazos los argumentos del otro, si es que podemos, porque de otra menra, debemos aceptar que el otro tiene razón.
Eso es lo que necesitamos hoy: debatir.
Tres Comentarios al Margen
1.- Este lunes, demasiado tarde para consignarlo en esta colaboración, el Juez encargado del caso resolverá si deja libre a La Maestra Elba Esther Gordillo Morales o la mantiene en la cárcel. Más allá de los adjetivos, más allá de las repulsas sociales que pueda haber en su contra, las autoridades están obligadas a actuar apegadas a Derecho. Hay mucho qué decir y qué hacer respecto de los delitos de que se le acusa a la señora Gordillo Morales, pero lo más importante es que la autoridad está obligada a probar hasta la última acusación que ha hecho. Hay mucho en juego, demasiado. La apuesta por la legalidad sería suficiente, pero traspasar la barrera del acto de fuerza del gobierno para quitarse un rival coyuntural, tiene visos de urgencia, porque la credibilidad del gobierno tiene zona de partida en esta coyuntura.
2.- Los alcaldes panistas de Coquimatlán, Comala y Manzanillo exigieron los dirigentes estatales de su partido y al coordinador de la fracción panista en el congreso local, Héctor Insúa, que ofrezcan una disculpa pública a los diputados Orlando Lino y Gabriela Benavides, por todos los insultos y vejaciones de que fueron objeto tras la elección de magistrados del Tribunal Electoral del Estado (TEE).
El asunto se está poniendo sabroso y Virgilio Mendoza ha sido muy claro: lo que le hagan a Gabriela Benavides se lo hacen a todos los panistas que participan con nosotros.
3.- Me desligo de las apariencias y, no obstante, me enredo en ellas; mejor dicho: estoy a medio camino entre esas apariencias y eso que las invalida, eso que no tiene ni nombre ni contenido, eso que no es nada y que es todo. Nunca daré el paso decisivo fuera de ellas. Mi naturaleza me obliga a flotar, a eternizarme en el equívoco, y si tratara de decidirme, sea en un sentido o en otro, perecería por salvarme. Emile Michel Cioran
Twitter: @macosta68



2 comentarios:

Unknown dijo...

Los comentarios de aceptación de oportunos,de explendida narrativa,y felicitaciones son los mismos me emotivo por que tienes la facilidad de hacer tu columna,lo medular que veo en tu escrito lo que textualmente dices..."ser libres para manifestar nuestras ideas,impide que la palabra sea esclava del poder,de aquellas que ata para no decir y que se oculta para no escuchar. Por eso, hoy debemos debatir todo,con ánimo,jubiloso,con argumentos con sentimientos,con pasión,con decisión,pero coN RESPETO al otro que honestamente difiere. este es el punto medular del debate : RESPETAR al otro,escucharlo atentamente,proactivamente, pero hacer pedazos los argumentos del otro,si es que podemos, porque de otra manera debemos aceptar que el otro tiene razón," le agregaría que es lo no tenemos que hacer. Si no se pierde el respeto de diferir. Saludarte desearte lo mejor,amigoMIGUEL ACOSTA VARGAS Hasta el jueves.

Miguel Acosta Vargas dijo...

Gracias sergio: te consta que, en mi caso, difiero en muchas cosas con mis amigos. Les digo cuando no estoy de acuerdo. Eso es lo mejor. Decir lo que piensas, lo que sientes, lo que crees. Mejor que ser "políticamente correctos" y aceptar las opiniones, las creencias de otros sin chistar, para no hacer snetir mal a lso demás y después lamentarte de hacer aceptado eso. es una forma de vida, ésta, que resulta difícil Sergio, pero que se vuelve fácil si lo haces a diario. Un abrazo fraterno y nos leemos mañana.