Hace tiempo comenté en este espacio la necesidad de una gran coordinación entre los titulares de las diversas agencias gubernamentales y de los tres niveles de gobierno, para llevar a cabo las obras que se requieren para satisfacer las demandas sociales y fomentar el desarrollo armónico de nuestras ciudades.
Puse como ejemplo de ello la actitud asumida por el gobernador Mario Anguiano Moreno, el alcalde de Manzanillo, Nabor Ochoa López, y por el Director General de la Administradora Portuaria Integral de Manzanillo, Enrique Michel Ruiz.
Dije en aquella ocasión que la conjunción de estos tres personajes podría traer muy buenos resultados para Manzanillo, para Colima, para México. Mientras en otras agencias, o dependencias, del gobierno federal hay un evidente ánimo de contraponer al gobierno federal y al estatal, haciendo ver que es aquel quien invierte, quien destina recursos, quien emprende acciones, en Manzanillo Enrique Michel ha puesto la muestra a los panistas de cómo debe actuarse al margen de filias y fobias partidistas y personales.
Es evidente que los tres personajes tienen una personalidad definida y ninguno de ellos es un santo. Como lo he dicho en varias ocasiones, Nabor Ochoa es un auténtico zoon politikon, pero no lo son menos el gobernador del estado y el director general de la API. Los tres saben moverse en las difíciles y procelosas aguas de la política estatal y nacional. También es evidente que cada uno tiene intereses personales e institucionales que proteger.
Pero, precisamente por tos esto es que da gusto ver cómo estos tres servidores públicos han privilegiado el diálogo y la negociación como vías para resolver las también evidentes diferencias que tienen entre ellos.
Esta actitud es la que ha permitido que la Administradora Portuaria Integral de Manzanillo tenga ya lista la entrega al municipio de la primera etapa del relleno sanitario construido en un área de 30 mil metros cuadrados y que llegar a tener una vida útil hasta de 12 años y permitirá solucionar el grave problema que actualmente tiene el municipio debido a la saturación de residuos sólidos.
El nuevo relleno sanitario está ubicado a un costado del santiguo relleno y cuenta con todas las normas de protección al medio ambiente, lo que permitirá su uso inmediato.
Esta obra está incluida en el paquete de las llamadas Obras Compensatorias y tuvo una inversión de casi 15 millones de pesos.
Justo en el inicio de Semana Santa, justo cuando la producción de basura se incrementa de manera notable en el puerto por los más de 100 mil turistas que suelen visitar el puerto en estas fechas.
Más allá de partidos, más allá de ambiciones electorales, los ciudadanos, la población en general, esperan que los titulares de las agencias y dependencias de los tres niveles de gobierno actúen de manera responsable en el cumplimiento de las obligaciones inherentes a sus cargos.
En satisfactorio constatar que en Manzanillo esto es una realidad. La coordinación, la negociación, la discusión de las diferencias y entender que ponerse obstáculos unos a los otros sólo perjudica a los habitantes del municipio y a los viajantes a ese destino, ha permitido hasta hoy que las obras se realicen casi sin tropiezos.
Ojalá haya más de esta coordinación entre Nabor Ochoa, Mario Anguiano y Enrique Miche. Será por el bien de Manzanillo, de Colima y de México.
Tres Comentarios al Margen
1. El PRD en Colima está en el nivel más bajo, políticamente, en su historia local. Francisco Rodríguez, su actual dirigente estatal, ha sido considerablemente capaz y productivo en su evidente propósito de acabar con este instituto político. Los resultados electorales así lo prueban. Estar en el nivel actual no puede ser un asunto de la casualidad, sino producto de una bien estructurada estrategia y de tácticas bien aplicadas que permitieron prácticamente desaparecer al PRD del mapa político estatal. Quien sea que haya planeado esto es un genio de la operación política. Hay una ingobernabilidad evidente en el PRD. Sus órganos de gobierno no han sido convocados y, según lo han denunciado los propios perredistas, ello ha sido así porque el dirigente estatal no tiene el control de esos órganos, y por ello teme reunirlos.
Por eso, lo que queda del PRD en Colima existe en los medios, pero no en la realidad. El dirigente, y otros perredistas, salen a declarar a éste o aquel medio pero no hay trabajo de partido, no hay una campaña de afiliación, ni de fortalecimiento de las estructuras básicas de ese partido.
Ingobernabilidad, incapacidad, acracia, caracterizan a la actual dirigencia partidista.
¿Podrán mejorar su situación?
Cuando se deshagan de la actual dirigencia, no antes.
2. Un buen desempeño ha tenido hasta hoy el aún flamante Magistrado Presidente del Supremo Tribunal de Justicia del estado, Rafael García Rincón. Ha planteado algunas acciones que pueden darle mayor dinamismo al Pode Judicial y ha hecho acercamientos con diversas instancias y agencias gubernamentales para mejorar la calidad del trabajo que allí se realiza.
3. Si nos importa el periodismo, esa mecánica irremplazable de la sociedad liberal, debemos apreciar los esfuerzos por liberar de sus territorios los ímpetus de sacralización. Se extingue en los medios el culto presidencial pero surgen en algunos espacios intentos por levantar figuras incuestionables y excomulgar, en nombre del progresismo, a los herejes. Jesús Silva Hérzog Márquez
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