Agenda Política

Por: Miguel Acosta Vargas

Griselda Martínez y su objetivo

Al parecer, terminó ya la primera parte de una lucha abierta, pública, entre la señora gobernadora Indira Vizcaíno y la señora presidente municipal de Manzanillo, Griselda Martínez. Pero esto sólo es la apariencia, como ya mencioné antes, porque lo ocurrido es, apenas, una batalla en las muchas por venir de aquí a los primeros tres meses del año 2024.

El enfrentamiento de Griselda Martínez fue duro, en serio, como suele hacerlo, usó adjetivos, no datos duros, sólo expresiones cuyo objetivo era descalificar el hecho, sus coloridas y acostumbradas descalificaciones del otro, la arrinconaron, la llevaron a un lugar sin salida.

En los hechos, Griselda Martínez manejó mal el asunto de las patrullas, sus sinrazones estuvieron  fuera de contexto y se limitó a aplicar la técnica de las enaguas: cubren todo, pero no tocan el centro y en este caso, el centro era la población manzanillense, sus gobernados.

En aras de dañar a la gobernadora y de implicarla en probables acciones irregulares, olvidó o hizo a un lado un hecho toral: los trámites fueron realizados ante el gobierno federal, con toda la carga ideológica implícita en ello; en consecuencia, a quienes tildaba de corruptos no era a Ignacio Peralta y funcionarios firmantes del contrato, sino a los miembros del gobierno federal, al gobierno de AMLO, de haber autorizado posibles actos fraudulentos o irregulares.

Como dicen en mi barrio: la señora presidente salpicó pa’rriba…y le cayó en la cara.

Griselda Martínez, después de su desastroso comunicado, tuvo una oportunidad de probar la veracidad de sus dichos, pero la desperdició, o no se atrevió a repetir sus adjetivos, en la reunión sostenida en el puerto, precisamente con la coordinación de seguridad. Era el lugar y el momento oportuno para Griselda Martínez, pero prefirió guardar su adjetivero para mejor ocasión.

En ese sentido, la decisión de la gobernadora de destinar las 20 patrullas al municipio de Manzanillo me parece no sólo acertada, sino toral para mejorar la seguridad de la población de ese municipio y como la señora presidente municipal no aceptó las patrullas, será el gobierno estatal quien se hará responsable de ellas.

Un hecho queda totalmente claro: los manzanillenses iban a ser los damnificados por la decisión de su presidente municipal, Griselda Martínez, quien está obligada a brindar seguridad a sus gobernados. Para su fortuna, la gobernadora tomó la mejor decisión: asumir ella y el gobierno estatal la responsabilidad de mejorar la seguridad pública de los habitantes del municipio devenido en la capital económica del estado.

Por lo pronto, sólo resta esperar para saber si la señora presidente municipal de Manzanillo aprendió la lección y en posteriores ocasiones entiende y aplica el dicho harto conocido: donde manda capitán, no gobierna marinero.

TRES COMENTARIOS AL MARGEN           

1.- En este año se cumplirán 40 de haber publicado mi primera colaboración en un periódico local, en El Correo de Manzanillo, dirigido por Miguel de la Mora Anguiano, quien me enseñó mucho de cómo escribir una columna y, además, me prestó muchos de los libros de su biblioteca. Me prestaba uno, lo leía, lo devolvía y me prestaba otro y así sucesivamente. Un hecho es cierto: sin Miguel de la Mora no habría posible convertir a El Correo de Manzanillo en uno de los mejores periódicos del estado. ¡Ah!, fue un aprendizaje hacer con él una columna al alimón: La Carpeta Dominical. Gratos recuerdos.

2.- El asunto Rusia-Ucrania amenaza la paz mundial. La Unión Europea, la OTAN, USA y muchos más, están alineados frente a Rusia y su concentración de más de 100 mil soldados cerca de la frontera con Ucrania. La economía se va a pique, las bolsas caen, las criptomonedas también lo hacen. Esperemos.

3.- Pensamientos tontos los tenemos todos, pero el sabio se los calla. William Busch

http://agendapolitica.blogspot.com/