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viernes, julio 04, 2014

Colima, aspirantes priistas




La sucesión gubernamental, en todos los niveles, siempre despierta pasiones, enciende imaginaciones y concita rebeliones. Ello ha ocurrido antes y no hay razones para considerar que puede ser diferente hoy, cuando está en plena marcha el proceso de sucesión gubernamental en Colima.
La situación ha llegado a tal grado, que los diversos grupos políticos, algunos opinadores profesionales y los ocasionales que suelen surgir por estas fechas, han exigido ya que tales y cuáles aspirantes deben ser llamados al orden o, por lo menos, a una reunión donde se les deban señalar las reglas que regirán este proceso sucesorio. También han señalado quiénes podrán ser los aspirantes a la candidatura a gobernador del Estado de Colima y quiénes serán los responsables de arbitrar este proceso.
En este sentido, en la columna “Colima, candidatos del gobernador”, http://t.co/rOn9I3X5Hp , aseveré que el gobernador Mario Anguiano ha decidido jugar con cuatro aspirantes: Nabor Ochoa, Federico Rangel, Rogelio Humberto Rueda e Ignacio Peralta, en ese orden.
También dije que los promotores de esas candidaturas eran Jesús Orozco de Nabor Ochoa,  Rafael Gutiérrez de Rogelio Humberto Rueda y Oscar Zurroza de Federico Rangel e Ignacio Peralta.
En este sentido, debe destacarse que la candidatura de Federico Rangel también tiene el apoyo claro del secretario particular del gobernador, Guillermo Adame y del coordinador general de comunicación social, René González.
Es decir, el gobernador opera con sus colaboradores, dentro y fuera del gobierno estatal, para lograr que “su” candidato, Nabor Ochoa, sea nominado por el CEN del PRI. Eso es un hecho.
El gobernador tiene la esperanza de que el Verde logre convencer a EPN de que en este proceso sucesorio el entregue otra candidatura a un gobierno estatal, como ya lo hizo en 2012 con Chiapas, pero ahora pedirían Colima, donde,  en teoría, el PRI no tiene problemas para ganar prácticamente con  cualquier candidato.
El asunto tiene ribetes interesantes, sobre todo porque es la primera ocasión en que el gobernador jugaría con tantos aspirantes, promovidos por sus colaboradores con la autorización expresa o consentimiento del propio gobernador.
Es evidente que con el triunfo del PRI en las elecciones presidenciales del 2012, las reglas sucesorias cambiaron, aunque es  importante saber cuan diferentes son esas reglas, porque en los 12 años que gobernador los panistas, los gobernadores priistas  hicieron cuanto quisieron en materia de candidaturas y donde no había gobernadores priistas, el CEN del PRI trató de convertirse en mediador de los grupos locales y nacionales que se disputaban esas candidaturas. Esa fue la razón de que Manlio Fabio Beltrones tuviera el dudoso honor de imponer a varios candidatos a gobernador que terminaron derrotados en las urnas.
Por eso ahora, con el presidente de la república formando parte formal del máximo órgano de gobierno del PRI, se ve imposible que no opine acerca de este proceso. Más aún, no sólo que no opine, sino que no tome una decisión al respecto.
Por supuesto, según lo ha dicho el propio EPN, él va más allá de las ideologías y en materia política es un hombre pragmático. Ello implica que la nominación será para quien garantice plenamente no sólo  el triunfo electoral, son una identificación plena con el gobierno federal.
Por eso, las encuestas se vuelven el mecanismo preferido para saber  quién debe ser el candidato. También es evidente que los tiempos son marcados por el código electoral local, pero administrados por el CEN priista.
Así, con el manejo de las encuestas y  con la administración  de los tiempos electorales, EPN  tiene, a través del CEN priista, el control pleno del proceso sucesorio en Colima. Esto no es bueno ni malo por sí solo, pero debe ser tomado en cuenta a la hora de hacer análisis acerca de la selección de candidatos.
Tampoco esto le da ventaja a nadie. La única ventaja posible es salir el más alto en las encuestas  levantadas por orden del CEN priista.
Nos leemos la próxima semana.  
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1. Hoy no circula en la Ciudad de México y Ley Chaleco en Colima, tienen similitudes en cuanto a rechazo de grupos y aprovechamiento del tema para moverse en medios y aprovechar para promoverse electoralmente. Una iniciativa aprobada por los diputados, un decreto listo al que “sólo” falta el pequeño detalle de ser publicado en el Periódico Oficial del Estado de Colima y en el correspondiente al DF, para que ambas tengan plena vigencia. En ese lapso, el gobernador de Colima y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México tienen la oportunidad de regresarlo al poder legislativo con las observaciones correspondientes, aunque desconozco si para poder ser aprobado basta la mayoría absoluta o deba ser la calificada. Es asunto de revisar lo que dicen los respectivos reglamentos. 
2. Manzanillo es, indudablemente, el motor económico del estado.  Por eso es tan importante todo lo que allá acontece. Manzanillo necesita miles de millones de pesos para mejorar la calidad de vida de quienes allí viven o trabajan. Manzanillo ha tenido buenos gobernantes, aunque también ha tenido otros que dan grima. Hoy, el municipio tiene un buen alcalde. Ha logrado su propósito de mejorar lo hecho en el primer trienio que gobernó. Bien por Virgilio, mejor por Manzanillo.
3. Hay quien se pasa la vida entera leyendo sin conseguir nunca ir más allá de la lectura, se quedan pegados a la página, no entienden que las palabras son sólo piedras puestas atravesando la corriente de un río, si están allí es para que podamos llegar a la otra margen, la otra margen es lo que importa. José Saramago


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