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martes, febrero 05, 2013

Política, El Deber Ser



 Los actuales son tiempos de política y la política, en ocasiones incomprendida o vista con recelo, es ante todo, acuerdo. Es entendimiento para conducir los cambios.
Por eso, la política debe ser propositiva, seria y conciliatoria. Nunca imposición, encono, o ruptura.
Quienes la ejercen, sin condición, deben estar preparados, deben ser fieles a ideales, a compromisos. Deben entenderla como la más alta responsabilidad que una persona puede desempeñar en aras del interés colectivo.
Los políticos requieren sensibilidad, madurez y serenidad. El costo de sus fallas es generalmente muy alto, lesionan a las comunidades, a las familias. Lastima a hombres y mujeres de carne y hueso.
Por eso, la política no debe estar en manos de malos políticos, de improvisados y mucho menos, en manos de políticos deshonestos que la ensucian y la desprestigian.
Nada tienen que hacer, quiénes no tengan claro que la política sirve para disminuir tensiones entre diferentes puntos de vista o entre intereses encontrados.
Por eso, la política verdadera es respeto a la divergencia. Por eso, los políticos serios son plurales y tolerantes.
La política exige congruencia con la defensa de un ideal social y demanda siempre actuar en consecuencia.
El propósito de la política no es obtener el poder por el poder mismo, se llega al poder para ponerlo al servicio de los ciudadanos.
 La política debe entenderse como el instrumento privilegiado que la sociedad se da a sí misma para que prevalezca, sobre cualquier otro interés, el interés colectivo.
La obligación de los políticos es acercarse a los ciudadanos para conocer, de viva voz, las preocupaciones, las prioridades y en especial las expectativas que tienen, para construir un mejor porvenir para sus familias.
Los políticos deben acercarse a los ciudadanos porque es tiempo de tomar decisiones de gran valía, que permitan enfrentar los problemas de un acelerado crecimiento urbano, fortalecer la industria, disminuir los niveles de inseguridad, consolidar el estado de Derecho y una cultura de respeto a la ley.
Algo que los ciudadanos les exigen a los políticos es  construir más escuelas, mejores centros de atención a la salud, mejorar la administración en el gobierno y para crear más espacios de expresión y participación de los ciudadanos y de la población toda.
Por todo ello, los políticos deben hacer un compromiso serio por dignificar el valor de hacer política, porque la política es ante todo acuerdo, es el entendimiento entre los hombres para conducir los cambios, y que esos cambios emprendidos garanticen el interés colectivo, no el interés de unos cuantos o los intereses de algunos grupos.
Su compromiso debe ser el de hacer política para conciliar, para lograr el entendimiento entre todos, para hacer un gobierno junto al pueblo.
Los políticos deben tener gran sensibilidad, madurez y serenidad para garantizar, por encima de todo, el interés colectivo, para no cometer errores que lesionen a las comunidades y sus familias.
De ahí que la política no debe estar en manos de malos políticos, de políticos improvisados y mucho menos en manos de políticos deshonestos; que la desprestigian y hacen que se pierda su verdadera misión.
La política tiene que estar en manos de quienes tengan la más alta responsabilidad de entender a los ciudadanos y velar por sus intereses.
La política exige, por otra parte, ser congruente; o sea, actuar igual que como se piensa, defender el interés del pueblo y actuar y gobernar para ayudarle a resolver sus problemas reales, los que le afectan en su casa, en su familia, en su trabajo, en la calle, en sus comunidades.
Visto así, el verdadero propósito de la política, es obtener el poder para que ese poder se ponga al servicio de los ciudadanos, preserve el interés general de la sociedad.
Como usted ve, amable lector, hoy, cuando antes solíamos conmemorar el aniversario de la Constitución General de los Estado Unidos Mexicanos, que resumía tantos anhelos, tantas luchas y tantas esperanzas, mi parte idealista se puso en pie.
¿Conoce a usted a un político en ejercicio de un cargo público que cumpla con estas características?
Tres Comentarios al Margen
1. Las primeras planas, y las últimas, de los diarios locales impresos, está llenas de nota roja. La inseguridad se ha vuelto la principal fuente de información y aunque el el titular del poder ejecutivo estatal, Mario Anguiano Moreno, ha dicho que brindar dicha información ya no será prioritaria para su administración, los medios de comunicación siguen haciendo su tarea e ese sentido y por ello nos enteramos de que un día sí, y otro también, tenemos muertos y heridos atribuidos al crimen organizado.
Todo eso independientemente de los delitos del fuero común que sigue en muy altos niveles, porque los robos a las casas habitación, los asaltos a negocios, los robos de vehículos, algunos a mano armada y en plena calle, ocurren todos los días y en casi todos los municipios.
Estrategias van y vienen y los resultados positivos no se dejan ver…aún.
Por cierto, ante la nula capacidad de respuesta de las fuerzas de seguridad cuando son llamadas porque ha ocurrido un robo, un asalto o un asesinato, la pregunta es obvia:¿cuántas patrullas tiene la Secretaría de Seguridad Pública para el servicio en la zona conurbada de Colima-Villa de Alvarez, pero sin contar las que destinan a cuidar a funcionarios, parientes, novias y personalidades distinguidas de la sociedad?
2. ¿Qué beneficios trajo a Colima la visita de Enrique Peña Nieto?, ¿qué le pidió el gobernador Mario Anguiano Moreno en corto, porque en público sólo fue el acto protocolario?
3. Los seis años de Felipe Calderón no solamente fueron tiempo perdido en la ruta del Estado, fueron lo contrario, un revés costosísimo en la ingeniería estatal y la cultura de la legalidad. El inmenso porcentaje de mexicanos que se indigna con la liberación de Florence Cassez por el simple hecho de que se violaron sus garantías procesales, es alumno de Felipe Calderón. Creen, como el expresidente, que las víctimas tienen un derecho al castigo que debe estar por encima de las frívolas solemnidades del procedimiento. Quienes repiten una y otra vez que Florence Cassez, la secuestradora francesa, fue liberada sin haber sido declarada inocente, son discípulos de Felipe Calderón, el presidente que se dedicó durante seis años a exhibir y a condenar en los medios de comunicación a los hombres a los que apresaba. Jesús Silva Hérzog Márquez
Twitter: @macosta68

2 comentarios:

sebesahi dijo...

GRAN DESARROLLO DE IDEAS CLARAS PRECISAS Y JUSTAS,EN MI OPINION SE CUMPLE CON EL FIN DEL PERIODISMO :INFORMAR Y SU VEZ FORMATIVO.COMO CASI TODOS TUS ESCRITOS ME GUSTAN ESTE EN PARTICULAR ADQUIERE ALGO O MOCHO MAS QUE LOS ANTERIORES, TE FELICITO CONTENTO POR TENER LA OPORTUNIDAD DE LEER,INFORMARME Y AL VEZ FORMARME Y SALUDAR A MI GRAN AMIGO. SALUDOS

Miguel Acosta Vargas dijo...

Gracias, amigo. El asunto es poner el deber ser y luego ver quiénes de nuestros conocidos en la política cumplen con ello. Un brazo y gracias por tus aletadoras palabras