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jueves, febrero 21, 2013

Seguridad, Asunto de Todos




En estos días tan duros que vivimos, vemos actuar a las autoridades para combatir la inseguridad existente. Si bien el gobierno federal ya dio pasos para buscar resolver muchas de las causas de la violencia y la delincuencia, debemos reconocer que es necesario acometer con grandes recursos el problema de la seguridad pública.
A grandes males, grandes remedios. Y este remedio tiene un tamaño adecuado, porque constituye el anuncio de que, en lo sucesivo, el Estado mexicano atenderá la exigencia de seguridad que unifica al pueblo.
En esto no hay partidismos, sólo ciudadanos  que exigen respuesta.
Proveer a la seguridad pública corresponde a todos los gobernantes y es demanda de toda la sociedad.
Como saben los profesionales del Derecho: la razón fundante del Estado es la seguridad. Los hombres se reúnen para conseguir entre todos lo que ninguno puede obtener por sí mismo: la seguridad que le permita vivir en paz y vivir su existencia con la tranquilidad debida.
Por eso, un Estado que no satisface esta exigencia original,  reniega de su origen y carece de justificación verdadera.
Por supuesto, el Estado no sólo debe proporcionar seguridad, sino también debe establecer las condiciones de la libertad y la justicia.
¿Qué pasó con la seguridad pública en México?, por qué ahora tenemos tantos problemas con ella?, ¿por qué es ya un asunto que pasó de mera seguridad pública, a seguridad nacional?
Ha pasado muchas cosas en los últimos 15 años, pero todas tienen que ver con el manejo faccioso de la seguridad, con los aciertos y fracasos en la aplicación de políticas públicas y en la atención de ciertos grupos y hasta de verlo como un mero asunto policial. De armas y balas.
En estos 15 años ha habido una enorme cantidad de recursos humanos, materiales y económicos destinados a combatir la inseguridad. Más personal, más capacitación, más armas, más balas, más enfrentamientos a tiros con las bandas delictivas, pero la verdad es que el dispendio, la corrupción, las traiciones, la falta de coordinación institucional es lo que han caracterizado estos tristes 15 años en materia de combate a la delincuencia.
¿Cuántos cientos de miles de balas se han gastado?, ¿cuántos miles de litros de gasolina en los vehículos?, ¿cuántos buenos soldados y miembros de fuerzas de seguridad han muerto?, ¿cuántas defecciones ha habido?, ¿cuántas filtraciones? Y lo peor: ¿cuántos territorios están aún en manos de la delincuencia organizada?, ¿cuántos lugares hay en el país donde no se puede viajar sin avisar a quienes realmente tienen el poder?
Es cierto, se ha invertido, a lo largo de estos 15 años, en materia de formación de recursos, dotación de equipo y mejoramiento de las condiciones de trabajo, creación de las profesiones destinadas a dar seguridad a los ciudadanos, construcción de prisiones, información oportuna y suficiente, estadística confiable y criminalística moderna.
¿De qué ha servido todo esto?, ¿podemos decir, sin temor a equivocarnos que hoy tenemos mejores condiciones de seguridad que hace 15 años?
Por supuesto, Enrique Peña Nieto tiene presente que  para mejorar la seguridad de todos los mexicanos no bastan la reforma de las leyes, recursos económicos, gendarmes, coordinación entre autoridades y niveles de gobierno, sino que es necesario ir a fondo y se requiere hablar también de trabajo, salario, educación, vivienda, alimento y, sobre todo,  esperanza.
Sí, de esperanza, porque la gente quiere tener esperanza de que es posible volver a vivir en paz.  
La gente, la mayoría de los mexicanos, estamos metidos en nuestra lucha cotidiana por sobrevivir. Esa es una verdad innegable. La crisis económica sólo es ligeramente menor a la de inseguridad, pero ésta acrecienta aquélla. El impuesto del miedo es el más grande y doloroso que los mexicanos pagamos todos los días.
Por eso me parece bien que ahora el gobierno federal establezca un combate integral al crimen. Porque la miseria, la enfermedad y la ignorancia influyen en las estadísticas del crimen, porque es sabido que la falta de oportunidades de trabajo que les permita resolver sus problemas básicos,  obligan a buscar alternativas de sustento al margen de la ley.
Hoy, parece que hay una luz en el profundo hoy donde nos hallamos hundidos.
Un  tiempo prudente debemos esperar para juzgar las acciones gubernamentales llevadas a cabo.
Tres Comentarios al Margen
1. ¿Para qué aportan los ayuntamientos el 2.5 por ciento mensual de los salarios de sus trabajadores a la Dirección General de Pensiones del gobierno del estado de Colima?, ¿reciben alguna contraprestación a cambio?, ¿la citada dependencia del gobierno estatal paga una parte siquiera del monto de las pensiones de cada trabajador o de las pensiones, en su caso?, ¿tiene algún sentido pagar por pagar, regalarle dinero al gobierno del estado, dinero que no tienen los ayuntamientos?, ¿de qué se trata?, ¿por qué hay un especial interés en que los ayuntamientos paguen  lo que no tiene razón de ser porque sólo es tirar el dinero al bote del gobierno estatal?, ¿por qué deben los ayuntamientos financiar al gobierno estatal?
2. Anoche tomó posesión de su cargo como delegado de SEDESOL en Colima, Carlos Cruz Mendoza, quien ha sido presidente municipal, diputado local y federal, además de dirigente de su partido. Se espera que a partir de hoy, se inicie el relevo en la mayoría de las delegaciones del poder ejecutivo federal.
3. Una sola cosa importa: aprender a ser perdedor. Emile Michel Cioran
Twitter: @macosta68

2 comentarios:

sebesahi dijo...

Interesante el tema de la columna Miguel Acosta Vargas, y como siempre atinado en tus comentarios apropiados para cualquier lector ,justo comentar como lo hicieran funcionarios y Gobernantes,volviendo a lo medular de tu columna es claro que..."proveer a la seguridad pública corresponde a todos gobernantes y es DEMANDA DE TODA LA SOCIEDAD " es decir es una obligación que no se cumple. Y textualmente dice " El Estado debe proporcionar la Seguridad así como establecer las condiciones de libertad y de justicia" que si la sociedad emitiera su evaluación tristemente en una escala del 0 al 10 apenas alcanzarían el 3 de promedio.en otra parte textualmente dices: "EL IMPUESTO DEL MIEDO ES EL MÁS GRANDE Y DOLOROSO QUE LOS MEXICANOS PAGAMOS TODOS LOS DÍAS " un precio muy caro si tomamos en cuenta los altos salarios ,la desviación de recursos enriquecimientos innexplicables ,informes llenos de mentiras en fin lo que pedimos que nos tengan en la pobreza pero sin miedo aunque está conclusión es denigrante,pero es lo mínimo que debemos exigir.Un último comentario a lo que textualmente dices:" "Un tiempo prudente debemos esperar para juzgar las acciones gubernamentales llevadas a cabo" efectivamente a ENRIQUE PEÑA NIETO nuestro PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA aún no puede ser responsable de una inercia de varios años.EN NAYARIT dela misma manera aunque se ha notado mejora en cuestiones de SEGURIDAD también debemos confiar en que las cosas mejoren para volver a vivir en tranquilidad.me despido diciendo: los mexicanos no estamos armados ni queremos,porque sería aumentar el terror,nesecitamps gobernantes con cumplimiento de valores fundamentales el pueblo está lleno de HAMBRE Y DE SED DE JUSTICIA.

Adán Mendoza Montes dijo...

Bueno, pues quien me antecedió, casi me roba el tema. Escribió de todo y sobre casi todo, salvo que en la libertad (las libertades), el Estado-gobierno no es autónomo, porque para ganar nuestra libertad se ha luchado, en algunos casos, se sigue luchando, por lo que difiero en cuanto a que el Estado nos provea de una libertad que no nos la ha otorgado (El Estado), sino que es el fruto de la lucha por las libertades, todas, en genérico, que el pueblo de México ha ganado, conquistado y conseguido.
Lamentablemente, Miguel, aunque no sé si ya es un asunto decidido, pero ayer, al medio día, me comentaban en el café que el regreso de Carlos Salazar Preciado, al parecer, es inminente, con su arribo a la delegación de Sagarpa en la entidad. Sería el peor absurdo que estaría cometiendo el presidente Peña Nieto en contra de los campesinos , agricultores y, en general, de todos los productores del estado, con este nombramiento. De ser cierto, pobres campesinos, pobres agricultores, pobres inversionistas en el agro colimote. En suma, que podría decirse que con estos supuestos servidores públicos,POBRE DE TÍ, MÉXICO. Saludos desde Comala.