Este que termina el lunes ha
sido un año lleno de sorpresas y de vaivenes. No sólo en el ámbito político,
sino también el social y en el económico. Lo ha sido a nivel nacional y a nivel
local.
A nivel nacional, no hubo
sorpresa alguna, como dice la canción, en el hecho de que Enrique Peña Nieto
haya ganado la elección presidencial, sino en la forma en que el PAN fue
enviado al tercer lugar y AMLO logró colarse a un segundo lugar, aunque la
diferencia con el primero fue de más de tres millones de votos.
No hubo sorpresa tampoco en
que el PRD arrasara en el único coto que realmente le queda: el Distrito
Federal, la Ciudad de México, dominada por esa confusa coalición de izquierda
que encabeza el PRD y la integran también el PT y Movimiento Ciudadano, antes
Convergencia.
Desde luego, la aparición del
movimiento #yosoy132 fue, a más de sorpresivo, vivificante para la campaña
electoral y por momentos pareció que le daría el empuje suficiente a AMLO para
acercarse más a Peña Nieto, pero la mejor organización territorial priista en
el país, le dio la ventaja definitiva.
Tampoco fue sorpresivo el
hecho de que AMLO y sus adláteres inundaran los espacios mediáticos para hablar
ahora de un robo de elección, de una elección de Estado, de la compra de la
elección y demás zarandajas. Tampoco fue sorpresivo que sus alegatos jurídicos
fueran de pacotilla, de utilería y sirvieran sólo como justificación para el
efecto mediático.
Tampoco ha sido sorpresa que, tras su derrota electoral, AMLO se
concentrara en la fundación de su propio partido MORENA, pues eso era un acto
totalmente previsible.
Hubo sorpresas a partir de la
designación del gabinete de EPN, por la incorporación de panistas que
estuvieron en el gabinete de FECALHIN y por la de quienes fueron, ¿siguen
siendo?, enemigos políticos del expresidente panista.
Hubo sorpresa en el discurso
de toma de posesión, y posición, de EPN. Pocos esperaban un discurso que
trazara acciones concretas. No sólo se marcaron líneas estratégicas generales,
sino que se dieron a conocer 13 acciones concretas, algunas de las cuales ya
son realidades y otras están ya en marcha.
Hubo sorpresa el uno de diciembre por la
aparición de protestantes que fueron directamente a vandalizar, a crear caos, a
romper el orden institucional y que encontraron en los protestantes de siempre
a sus tontos útiles.
No fue sorpresa la
actitud indolente de la policía defeña,
que dejó hacer y deshacer a los vándalos y después hizo detenciones a lo nango.
Tampoco sorprendió la actitud hipócrita de Marcelo Ebrard tras los disturbios
tolerados por él y sus adláteres.
En Colima, las sorpresas han
sido pocas: a nadie sorprende el clima de violencia, casi desenfrenada, que se
vive en el estado. A nadie sorprende que los ayuntamientos y el gobierno del
Estado estén insolventes y les sea imposible pagar sueldos, salarios y demás pagos relativos a vacaciones,
aguinaldo, fondos de ahorro, entre otros.
A nadie sorprende que en
Colima haya jefes de cárteles en cada municipio, ni que los más violentos estén
en Armería y Tecomán. A nadie sorprende tampoco que la eficiencia de las
autoridades de seguridad esté a la saga del crimen organizado.
Tampoco sorprende que haya
poetas por decreto, ni que el gobernador dedique casi dos horas de su mensaje
por su tercer informe de gobierno, a mencionar
a asistentes y ausentes, Omar Fierro y el Cheque Peña, entre ellos.
Menos sorprendió que los gobernadores invitados se fueran antes de que
concluyera el maratónico acto en el complejo administrativo.
En lo general, en el país, y
en lo particular, en Colima, hubo pocas sorpresas, insisto, pero sí mucho
desencanto con algunos actores políticos locales y nacionales.
Ya veremos cómo se mueven
estos mismos actores el próximo año y qué hacen o dejan de hacer.
Tres Comentarios al Margen
1. Esta es mi última
colaboración en este año. Agradezco a mis amigos, a los lectores, sus opiniones
y comentarios sobre los asuntos aquí tratados. Espero que nos sigamos leyendo
el próximo año que iniciará, para mí, hasta el jueves 3 de enero, cuando se
volverá a publicar esta columna.
2. Los hechos dan consistencia
a la amistad. En este año, muchos han demostrado con acciones concretas su
afecto y amistad. A ellos, a mis parientes, amigos, lectores y conocidos,
expreso mi más sincero deseo de que el próximo año sea excelente para cada uno
de ellos. Los demás, son lo de menos.
3.
No vivimos sino por carencia de saber. Desde el momento en que sabemos, ya no
nos abastecemos de nada más. Mientras permanecemos en la ignorancia, las
apariencias prosperan y provocan una sospecha de inviolabilidad que nos permite
amarlas y detestarlas, estar en lucha con ellas. Pero, ¿cómo medirnos con
fantasmas? Y en eso se transforman las apariencias cuando, desengañados, no
podemos promoverlas ya al rango de esencias. El saber, el despertar, mejor
dicho, suscita entre ellas y nosotros un hiatus que, por desgracia, no es un
conflicto, pues si lo fuera todo estaría mejor, sino la supresión de los
conflictos, la funesta abolición de lo trágico.
Emile Michel Cioran
Twitter: @macosta68
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