La designación de Rogelio Rueda
Sánchez como Secretario General de Gobierno, provocó muchos comentarios en los
medios de comunicación locales, que van desde los sobrios hasta los llenos de
ditirambos y adjetivos, elogiosos como descalificativos, que hacen ver como si
el flamante funcionario fuera la solución para tantos y variados problemas que
enfrenta el gobierno estatal.
Hay quienes, incluso, construyeron
ya un hipódromo y colocaron a Rogelio en una de las posiciones privilegiadas de
arranque, tal como en su momento hicieron con Federico Rangel, Rafael Gutiérrez
y Jesús Orozco Alfaro.
Muchos de los comentaristas
hicieron, muy a su estilo, tronantes aseveraciones en el sentido de que ahora
sí se corregirán las fallas, ahora sí se tendrá un verdadero operador político
y muchas cosas más. Vale señalar que me cuento entre quienes hicieron
comentarios en ese sentido, baste leer lo escrito apenas el martes de esta
semana en este mismo espacio.
Sin embargo, en descargo debo
decir que no me refería al posicionamiento,
supuesto o real, de Rueda Sánchez en un virtual arrancadero, sino que me limité
a exponer mi punto de vista respecto de cómo sus características y cualidades
lo podrían convertir en un elemento vital en el gabinete de Mario Anguiano
Moreno.
En los medios de comunicación
hay quienes juegan para tal o cual candidato. Lo hemos visto antes, lo vemos
hoy y lo veremos en el futuro. Aún hay
ingenuos, tanto en los políticos como en los medios, que piensan que es a
través de las filtraciones, de los cotilleos, de los trascendidos en las
columnas de los diarios o de los comentaristas de radio o televisión, como pueden
impulsar sus carreras políticas o administrativas.
Si bien es cierto que una candidatura
debería corresponder a la capacidad, la
constancia y la circunstancia, la verdad es que en los hechos, tanto un cargo
en la administración pública, en cualquier nivel, como una candidatura a un
cargo de elección popular, dependen más de la circunstancia que de cualesquiera
otras variables.
Lo vemos todos los días, en
los municipios, en los gobiernos de los estado y en el ámbito federal y en los
tres poderes. En este sentido, ésta es una regla que no tiene excepción.
¿Conoce a usted a un diputado –federal
o local-, regidor, síndico, presidente municipal, senador, gobernador o
presidente de la república que pueda identificar como producto de la
circunstancia más que de la capacidad o la constancia para el desempeño de su
cargo?, yo también.
¿Se ha topado usted con un miembro
de la administración en el nivel municipal, estatal o federal que a todas luces
carece de la capacidad para cumplir con las obligaciones de su cargo, pero que
las circunstancias lo han llevado hasta allí y mientras peor desempeño tenga,
más alto llega?, yo también.
En este sentido, pienso que
tanto Rogelio Rueda Sánchez, como los demás aspirantes a la candidatura al gobierno
del Estado, deben probarse así mismos que tienen los tamaños para el desempeño
del cargo. Ya sabemos que hay quienes pueden ser muy buenos aspirantes o candidatos,
pero pésimos gobernantes. Ya ha ocurrido antes y no de manera excepcional.
Antes de hablar de quiénes
están en el presunto arrancadero, según nuestra interesada opinión, deberíamos
ocuparnos de ver cómo se desempeñan en el cargo que ocupan actualmente o en el
que recién han tomado posesión.
En fin, pienso que pienso que
con Guillermo Adame, Jesús Orozco, Rafael
Gutiérrez, René González y Rogelio Rueda, el gobernador Mario Anguiano Moreno
tiene completo su equipo estrella. No hay, ya no debería haber, excusa alguna
para no alcanzar las metas propuestas. Están los que deberían estar.
Veremos y comentaremos.
Tres Comentarios al Margen
1. Según lo publicado en el diario
online Avanzada, “Es impostergable tratar el tema de pensiones, aseguró el
secretario de Administración y Finanzas, Jesús Orozco Alfaro, quien refirió que
la iniciativa que se estudia en el Congreso estatal considera un tope en la
asignación de las pensiones para personal del gobierno estatal, además de
regular los montos económicos determinados para jubilar tanto a trabajadores
como empleados de confianza, así como personal de otros poderes del gobierno de
Colima.”.
Este asunto tiene varias
aristas que deben ser revisadas con mucho cuidado. Tocaremos el tema de manera
profunda en próximas colaboraciones.
2. El poder tiene la capacidad
para convencer con el peso de su palabra. Pero si ésta no fuera suficiente,
existe el recurso que disuade con mayor eficacia: el uso de la fuerza. Con ella
se levantan fronteras que, en primera instancia, alertan a los inconformes que
ansían quebrantarlas. La aplicación de
la violencia contra las voluntades que cuestionan la eficacia del que manda,
perturbando su estabilidad, es una medida que por convincente resulta ejemplar.
Porque en la sociedad integrada, los pesimistas y los inconformes no tienen cabida.
3. Sólo podemos dar una
opinión imparcial sobre las cosas que no nos interesan, sin duda por eso mismo
las opiniones imparciales carecen de valor. Oscar Wilde
Twitter: @macosta68
No hay comentarios.:
Publicar un comentario