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martes, julio 19, 2011

Puentes: Debate Innecesario

En las últimas semanas ha habido un debate aparentemente innecesario acerca de si los puentes sobre el tercer anillo periférico deben ser construido o no. Digo claramente debate aparentemente innecesario porque la autoridad tiene el poder de hacerlos como mejor considere en función de los recursos y las circunstancias contextuales.

Hay quienes han dicho que deben ser de ésta o aquella manera, pero han sido partes de un todo. Una obra de esta naturaleza, que se hará con especificaciones técnicas que no corresponden al tipo de vialidad que se tiene, siempre tiende a producir marejadas y siempre habrá quienes opinen cómo debe hacerse…o no hacerse.

Pero tal como pasó con el helicóptero, se integró una comisión técnica, cuyo dictamen fue puesto como inatacable. La historia es conocida.

Hoy es un hecho similar. La autoridad fue elegida para tomar decisiones y gobernar no puede, o debería, ser un asambleísmo permanente y ni siquiera recurrente. Hay mecanismos de participación ciudadana con el contexto legal existente y bastaría con aplicarlos a cabalidad para ver cuán inútiles pueden llegar a ser discusiones como las actuales.

Carezco de la información técnica, y como dijo Francisco Barragán, afamado ingeniero, hasta de la formación técnico-científica como para opinar con atingencia al respecto. Por eso no lo hago ahora y por eso mismo no lo he hecho antes, aun cuando desconozco si lo haré en el futuro, cuando haya adquirido el tipo de preparación técnica y académica exigida por el ingeniero Barragán para emitir públicamente una opinión al respecto.

De cualquier manera, la calidad de la obra en el tercer anillo es deplorable. Las inundaciones y encharcamientos son monumentales y para constatarlo basta cualquier lluvia. No se han inundado una sola ocasión, o dos, o tres, sino cuantas veces ha caído una lluvia catalogada de regular para arriba.

Como no tengo la información profesional requerida por el ingeniero Barragán para emitir una opinión valiosa, congruente, pertinente o atingente, espero atinar, siquiera, con las preguntas siguientes: ¿cuántos autos cruzan, en todo el día, de oriente a poniente y viceversa, en el crucero del tercer anillo y Camino Real o cómo se llame el punto donde se ubica la Figura Obscena?, ¿cuántos autos cruzan de sur a norte y viceversa, en el mismo lapso de tiempo?, ¿dónde cruzan más autos: en el eje oriente-poniente o en el eje sur-norte?

Hay más, muchas más preguntas, pero éstas son suficientes. Lo interesante casi nunca son las preguntas, sino las respuestas.

En lo personal, me gusta mucho Colima. Es una bonita ciudad. Entiendo la necesidad de adecuarla y hacer las obras necesarias para promoverla y convertirla en una con más calidad de vida. Mientras las obras tengan este objetivo y sus procesos de planeación y ejecución estén ajustados lo dispuesto por nuestro marco legal, les doy la bienvenida.

Como se puede constatar, no emití una opinión respecto de los puentes, únicamente hice algunas preguntas.

Tres Comentarios al Margen

1. El asunto dado a conocer por Denise Maerker respecto de una nueva e ingeniosa forma, según explica ella misma, de cometer un fraude electoral, me dejó dudas y no certidumbres. Me explico: ella explica en su columna publicada ayer en El Universal, cómo fueron llevados un número determinado de habitantes de Cuernavaca a Boca del Río, Veracruz, para, supuestamente, ir a conocer el mar y, en cambio, se la pasaron tramitando su nueva credencial de elector precisamente en el municipio veracruzano.

Más aún, presenta el dato de la diferencia tan pequeña entre los candidatos del PRI y del PAN en las elecciones de 2010 y aun cuando no lo afirma, en su columna subyace la acusación a los priistas de haber ganado mediante nuevas e ingeniosas formas de cometer fraude electoral.

Por supuesto, la señora Maerker no dice si los morelenses registrados en Boca del Río acudieron a emitir su voto y ello tiene una importancia fundamental para sustentar la acusación.

Veremos.

2. Los problemas se revierten: en Tamaulipas tenían planes y programas para atender la resunta severa sequía de la temporada y ahora tienen, literalmente, el agua hasta los ojos, porque las presas están llenas a su máxima capacidad. Total.

3. La irregularidad, es decir, lo inesperado, la sorpresa o el estupor son elementos esenciales y característicos de la belleza. Charles Baudelaire

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