Andrés Manuel López Obrador rindió protesta, el lunes, como “presidente legítimo” en el zócalo de la ciudad de México. Fue un acto tumultuario, con gente que lo quiere bien, con los duros de su partido y su candidatura a su lado. Fue una ceremonia simbólica y premonitoria.
Pero, pese a lo que opinan muchos, no fue un acto fallido o de locura. Por el contrario, fue un acto pensado con mucho cuidado, cuidaron las formas, los medios y las palabras dichas. No hubo rompimiento de la legalidad, ni ataques a las instituciones.
En cambio, hubo el anuncio de cómo va a “gobernar” este país y lo expresó con toda claridad: a través del congreso. Esa será la manera en que va a operar AMLO en los próximos tres años, por lo menos.
Desde mi punto de vista, AMLO ha hecho una apuesta correcta. Es un experto en manejarse en el límite de la ley, en violarla, “pero poquito”, en hacerse la víctima y en conseguir que sus partidarios crean sus historias y lo defiendan, pese a que sus actos estén al margen de la ley.
AMLO es un demagogo y por eso es muy peligroso. Lo han acusado de ser un hombre que no escucha razones, que sólo atiende a muy pocos, sobre todo a quienes expresan su pleno acuerdo a sus propuestas y razones. Pero AMLO es un demagogo en el sentido literal del término, es decir, es un conductor del pueblo. No importa a dónde vayan, la gente cree en él, en sus palabras. No importa que sus propuestas no puedan ser puestas en marcha porque tendrían un alto costo en las finanzas públicas y porque no habría recursos suficientes para llevarlas a cabo. Mientras más difíciles de hacer realidad, más gratas suenan a los oídos de sus partidarios.
Por estas razones es que digo que su estrategia de gobernar desde el congreso de la unión es excelente y ganadora. Ya le ganó a Felipe Calderón. Pase lo que pase, AMLO va a usar a “sus” legisladores para hacer llegar sus propuestas y a van a hacer la gran alharaca a l a hora de llevarlas a la tribuna, porque esa será la manera de mantener una distancia y de ponerse en la acera de enfrente de donde esté ubicado Calderón y si éste presenta iniciativas semejantes, entonces el triunfo de López Obrador será mayúsculo puesto que el perredista podrá gritar a todo pulmón que obligó a Calderón a asumir sus posiciones o podrá actuar como hicieron los panistas con Salinas de Gortari, que gritaban que el presidente les estaba arrebatando sus banderas y propuestas de gobierno.
AMLO va a empujar duro en el congreso, mientras mantiene su tono beligerante en la calle. Va a emprender una campaña por todo el país para mantenerse en el ánimo de la gente, de su voto duro, para extender su dominio estructural sobre su partido.
Son las dos líneas que va a seguir López Obrador: una hacia el interior del PRD que le permita mantener su hegemonía y base de lanzamiento y, la otra, en un ataque sistemático a las propuestas de Calderón, que buscará ser más horizontal, más de cara a cara, con el manejo directo de políticas públicas emanadas de sus propuestas de gobierno.
El primer tiro en esta dirección ya se dio con el asunto del incremento a la leche Liconsa, pues López Obrador ordenó que sea el gobierno de la ciudad de México el que pague el diferencial de un peso por litro de la toda la leche que la paraestatal distribuya en la capital del país. Sin duda, es una decisión inteligente y que apunta al enfrentamiento de dos propuestas de gobierno: la que incrementa los precios de artículos de primerísimo necesidad y la que los mantiene subsidiados contra viento y marea.
López Obrador es más sagaz que inteligente, más intuitivo que organizado y puede “oler”, es decir, tiene olfato político, sensibilidad, para intuir hacia dónde debe dirigir sus pasos. Sabe que confrontar al sistema le reditúa ganancias políticas, y como sabe que lo único que puede perder es el partido, su control y dominio, por eso una de sus líneas de acción apunta hacia su consolidación interna.
Por eso, resultaría muy grave que los políticos profesionales se confundieran con López Obrador. No está muerto ni acabado políticamente y debe ser tratado con respeto y no con sorna. El gobierno de Calderón está obligado a ser muy cuidadoso con la implementación de una estrategia para debilitarlo. Si buscan aniquilarlo, como trato de hacerlo Fox, las consecuencias la pagaremos todos.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1.- Buena jugada mediática la de Felipe Calderón al entrar de lleno a la competencia mediática con AMLO. Anunciar el martes su gabinete económico, alejó de los medios la agenda impuesta por López Obrador con su toma de protesta y su propuesta de gobierno. La reacción de los mercados fue muy buena, lo que demostró que había sido un acierto en capacidad de acción y reacción del presidente electo.
Al mismo tiempo, mantiene la tensión, pues se espera que hoy de a conocer a otra parte de su gabinete. La disputa de los espacios mediáticos es una buena estrategia y puede ganarla con suma facilidad. El asunto es que durante seis años, López Obrador puso la agenda todos los días, porque por la mañana determinaba qué asuntos debían ser discutidos por todos y cuáles debían soslayarse. Un pésimo manejo de medios del presidente Fox dejó con toda la mesa puesta a López, quien la supo aprovechar hasta el fondo. Se posicionaba casi sin gastar nada de dinero, pues invertía sólo en lo que le interesaba de manera especial.
2.- Rubén Pérez Anguiano es uno de los nombramientos más celebrados y mejor recibidos del gobernador Silverio Cavazos. Hasta hoy, no he escuchado o leído un señalamiento negativo al respecto. Las expectativas de que pueda realizar un excelente trabajo las comparten muchas personas tanto del medio político como del cultural. Me parece excelente que un político profesional tenga un reto tan interesante y comprometedor como éste. Por supuesto, navegar en las procelosas aguas de las distintas capillas culturales existentes en Colima no será nada fácil, pero confío, como muchos, en que Rubén habrá de sortear con acierto los escollos. Tiene una enorme ventaja: no está prejuiciado acerca de éste o aquél, sino que llega con una ventana abierta a todas las corrientes, todas las opiniones y desea demostrar, principalmente a sí mismo, que tiene cualidades de sobra para cumplir a cabalidad en la enorme responsabilidad que el encomendó el gobernador Silverio Cavazos.
3.- “Cuando la gente está de acuerdo conmigo, siempre siento que debo estar equivocado” Oscar Wilde
agendapolitica.blogspot.com
No hay comentarios.:
Publicar un comentario