LGSPD, Margallate habemus
La Ley General del Servicio Profesional
Docente (LGSPD) ha sido aprobada en lo general y lo particular en ambas cámaras
y sólo basta que sea publicada en el Diario oficial de la federación para que
entre en vigor.
En menos de tres días fue discutida en
comisiones y aprobada por los plenos de las respectivas cámaras de Diputados y Senadores. ¡Todo un récord!
Poco valieron las presiones de la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), porque ni una
coma le cambiaron los senadores a la minuta enviada por los diputados
federales. Quienes a ella se opusieron ambas cámaras dijeron cuanto quisieron
decir, fueron escuchados y vencidos por el número.
Lo que sigue es trámite, mero trámite, en
apariencia. Pero, en términos reales, apenas va a empezar lo bueno con esta
famosa LGSPD, porque se aplicará hasta el próximo año y falta ver la parte operativa
del asunto, es decir, cómo, cuándo, dónde y con quiénes, operará la ley.
Hay asuntos poco claros, que se prestan, o se pueden prestar, a
confusiones y abusos, La ley precisa en
el artículo 53, que en caso de que el personal “no alcance un resultado
suficiente en la tercera evaluación (...), se darán por terminados los efectos
del Nombramiento correspondiente sin responsabilidad para la autoridad
educativa”.
Asimismo, señala la ley que: Las relaciones de trabajo del docente
con las autoridades educativas y organismos descentralizados se regirán por la
legislación laboral aplicable, “salvo por lo dispuesto” en la nueva ley.
Estos dos párrafos crearán tremendo lío, porque, de entrada, hacen
a un lado la definitividad del nombramiento de los docentes, directivos y
supervisores y parece que los trabajadores de la educación, los docentes de
manera particular, quedaran en total estado de indefensión.
Esta es la parte que más ruido puede armar en todo el magisterio
nacional, porque no hay distingos, como debe ser, pero deja en incertidumbre la
seguridad y permanencia en el empleo de los docentes que, por las razones que
sean, no aprueben los exámenes en las tres oportunidades que tendrán para ello.
Si bien es cierto que hay un párrafo donde se dice que: “El
personal que sea separado de su encargo con motivo de la aplicación de esta ley
podrá impugnar la resolución respectiva ante los órganos jurisdiccionales
competentes”, esto sólo es un paliativo y nos muestra a las claras que es una
ley que, de entrada, tiene una enorme carga punitiva contra el docente en
general.
Pero lo interesante del asunto es que toda la carga va sobre los
gobiernos estatales y es en el artículo
8 de la Ley General del Servicio Profesional Docente donde se establece que las
autoridades locales se harán cargo de los parámetros e
indicadores para el ingreso, promoción y permanencia de los profesores; además
de la selección y capacitación de los evaluadores, convocar a
los concursos de oposición, diseñar programas de reconocimiento para docentes u
ofrecer programas para la formación continua del magisterio.
De igual manera, en el artículo 7 de la ley, en la fracción VIII,
que formó parte del adéndum presentado
en la sesión de la Cámara de Diputados del domingo 1 de septiembre, se establece
que se deben ofrecer programas y cursos “gratuitos, idóneos, pertinentes y
congruentes con los niveles de desempeño que se desea alcanzar para la
formación continua”.
Todo cae en la esfera de las autoridades
locales, es decir, el asunto seguirá en las manos que está en todos los estados
y la Ciudad de México.
No le demos vuelta, aunque el énfasis parece
estar en la evaluación, la misma ley no señala con precisión ni claridad cómo se van a
aplicar estos exámenes, quiénes los van a aplicar, quiénes los van a elaborar;
tampoco dice si va a ser una autoridad
central o las autoridades estatales las que los elaboren, apliquen y evalúen
dichos exámenes.
Pero, insisto, el acento está puesto en la
evaluación y no en la formación y actualización del docente. Esta es la parte
esencial y parece estar siendo dejada de lado.
Tampoco queda en claro qué pasará con carrera
Magisterial. Si van a seguirse aplicando exámenes para la promoción. Nada está
dicho al respecto.
Insisto: el asunto no es la evaluación, sino
la formación y la actualización del docente, así como el respeto de sus
derechos laborales.
La situación es un verdadero margallate y mucho
deberán hacer las autoridades federales y estatales, así como la representación
sindical, para darle orden y sentido y desaparecer todas las dudas y horizontes
tormentosos que se ven en el horizonte educativo.
Tres Comentarios al Margen
1.- Las lluvias han obligado a los alcaldes a
hacer circo, maroma y teatro para mantener las vialidades abiertas en todo
momento. Si aunado a los daños causados por esta razón le sumamos que es e
estas fechas cuando los ayuntamientos tienen recursos para reparar las calles,
nos daremos cuenta de que el problema se vuelve mayor en estas fechas. En
Colima ha habido una buena respuesta del alcalde y su equipo de trabajo y ello
ha permitido abatir los daños y disminuir las molestias para quienes circulan
por esta compleja ciudad.
2.- Muchos dichos, pero en los hechos, nadie
más está haciendo una campaña directa de promoción política como la que lleva a
cabo el diputado federal plurinominal Nabor Ochoa López. Es un profesional y
sabe que ésta es su oportunidad. Estar arriba en las encuestas e el momento
oportuno es lo importante.
3.-
La historia de la ciencia da voz al tumulto. No es una simple lectura del
mundo. Contemplar no es comprender, mirar no es ver, ver no es saber. Además,
no todo se deja ver. Lejos de exhibirse en la luz de la evidencia, el universo
oculta sus leyes. La realidad es capaz de no ser más que una ilusión y la
evidencia no es garantía de verdad. Lo que nos parece hoy racional, ha tenido
que imponerse, nunca fue inmediatamente reconocido como tal. La racionalidad es
una construcción y puede construirse sobre irracionalidades que ella misma ha
engendrado. La ciencia es, con frecuencia, contraria al sentido común. Ikram
Antaki
Twitter: @macosta68
1 comentario:
Me parece un buen esfuerzo hacer un análisis de las verdaderas razones que habrían de haber tomado en cuenta los diputados y senadores para llevar a cabo una verdadera reforma educativo y no la simulación de reforma que acaban de aprobar
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