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miércoles, junio 23, 2021

23 de junio de 2021

Agenda Política

Por: Miguel Acosta Vargas

 

Aún no concluye el proceso electoral, ni el local, ni el federal. Apenas se han entregado las constancias de mayoría a quienes resultaron ganadores en las elecciones del seis de junio. Lo que falta son las asignaciones de regidores y diputados de representación proporcional y eso nos dirá como quedarán integrados, en principio, los cabildos y los grupos legislativos en el congreso local.

Sin embargo, los partidos y los candidatos tienen todavía el derecho de impugnar el proceso y eso han hecho algunos. Es parte del proceso, está previsto y varios partidos han hecho uso de este derecho, hasta el día de hoy. Esto, reitero, no tiene nada de raro, pero ya se salieron algunos periodistas a señalar con índice de fuego a quienes, en estricto apego a lo que la ley señala, han impugnado algunos resultados.

Lo curioso es ver cómo algunos periodistas muestran su indignación y señalan con índice de fuego a quienes sólo hacen uso del derecho plasmado en el código electoral. Para esos periodistas, la elección ya concluyó el seis de junio y no hay nada que discutir ni alegar. Hacen ver las acciones de los partidos impugnadores como si actuaran al margen de la ley y se deja de lado que lo que se logra con ello es mejorar y transparentar los resultados electorales.

Hasta hoy, los partidos que han presentado impugnaciones o que han declarado que lo harán, son el PAN, Morena y el PRI. Unos por la gubernatura, otros por las presidencias municipales; pero, reitero, esto es algo normal, esperable, ha sucedido antes y ocurrirá en las próximas elecciones, está previsto en los códigos y leyes electorales.

Desde luego, las violaciones al código electoral local son sancionables, pero el asunto es arduo, deben probarse los señalamientos hechos, más allá de conjeturas y demás argumentos risibles. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, al que muchos aún llaman TRIFE, ha anulado muchas elecciones o, mejor dicho, ha señalado las razones por las que tal o cual elección deba repetirse y, en caso, extremo, por qué determinada persona no puede ser candidato en un nuevo proceso electoral.

Entiendo que algunos están ansiosos de mostrarse ante quienes serán los nuevos mandantes en ayuntamientos y el gobierno del estado, de hacer ver cuánto pueden ayudar en este momento y en el futuro. Eso es normal, pero descalificar a quienes impugnaron los resultados electorales, los hace aparecer no sólo como desconocedores de la ley, sino como dictadores que pretenden que las cosas se hagan y resuelvan según su dicterio.

En este sentido, espero que los tribunales, el local, la Sala regional y la Sala Superior, despejen dudas e inquietudes y transparenten los resultados. El proceso se acaba cuando ellos dicen, pues tienen la última palabra.

Así es el asunto, nos guste o no.

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1.- La vida me ha dado la oportunidad de participar en diversas tareas, una de ellas el periodismo. Desde 1982 a la fecha, he recorrido un largo camino, con algunas interrupciones. A muchas personas les debo agradecimiento por la oportunidad que me dieron en su momento de escribir en sus medios: al Jefe Miguel de la Mora Anguiano, en El Correo de Manzanillo; a Don Luis Arvizu, en Panorama; a Jorge Humberto Silva Ochoa, en Ecos de la Costa;  a Héctor Sánchez de la Madrid, en Diario de Colima y a Essaú López Virgen, de AFmedios.  

En radio y televisión agradezco a Alfredo Verduzco Ceballos por sus invitaciones a dos programas de televisión: uno donde hablábamos de futbol y el otro donde comentábamos sobre política local, principalmente; a Roberto Levy por su invitación a Angel Guardián como opinador los martes a las ocho y media de la mañana y al final a Rafael Canet y Jesús Llanos, quienes me invitaron a conducir, primero, Lo que se dice, un programa que se realizaba de seis a siete de la mañana y Palabras Mayores, la primera versión en Manzanillo y la segunda en Colima.

A todos ellos, muchas gracias.

2.- Razones y no adjetivos. Eso se requiere al analizar un asunto. Descalificar al otro es fácil, pero enrarece el ambiente y puede tener graves consecuencias. Ya lo vemos. Hoy, privan los adjetivos, las descalificaciones a quien piensa diferente, a quien disiente. Ojo por ojo y quedaremos todos ciegos, dicen que decía Gandhi.

3.- No te adornes con ideas ajenas. George Gurdjieff

 

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