La repulsa es casi general. Los impuestos propuestos por el presidente Calderón han recibido un rechazo popular casi unánime.
La iniciativa presidencial busca incrementar lo recaudado y se va por el camino fácil de incrementar impuestos, así como el de crear nuevos impuestos.
¿Cuáles son esos impuestos?
Bien, para que usted, amable lector, incremente su optimismo sobre el futuro que le aguarda a usted y los suyos, transcribo la iniciativa en dos rubros: Impuestos especiales y el impuesto llamado “Contribución para el Combate a la Pobreza”
Impuestos especiales son aquellos que “se orientan a limitar el consumo de bienes nocivos para la salud de la propia persona y de terceros, o para capturar la renta asociada al uso de un bien propiedad de la Nación.”
• Para la cerveza se propone incrementar la tasa de 25 a 28% durante el periodo 2010-2012, reduciéndose posteriormente a 27% en 2013 y a 25% en 2014.
• Para bebidas alcohólicas, establecer una cuota de 3 pesos por litro para bebidas alcohólicas de más de 20° GL.
• Para los tabacos labrados, establecer una cuota por gramo de tabaco o por cigarro de 80 centavos por cajetilla a partir de 2010, hasta llegar a una cuota de 2 pesos por cajetilla en
2013; además, establecer la obligación de imprimir en las cajetillas de cigarros el código de seguridad con objeto de combatir el contrabando.
• Para los juegos y sorteos, incrementar la tasa de 20 a 30%.
• En telecomunicaciones, se propone establecer un impuesto de 4% a los servicios que se prestan a través de una red pública de telecomunicaciones, exentando la telefonía pública y rural, así como el servicio de interconexión.” Fin de la cita.
En cuanto al impuesto contra la pobreza, la iniciativa señala lo siguiente: “Con el fin de concentrar los esfuerzos y los recursos del Estado mexicano en frenar el crecimiento de la pobreza y mitigar los impactos negativos que la crisis alimentaria y económica mundial ha dejado en la población de menores ingresos, se plantea introducir la Contribución para el Combate a la Pobreza, a través de la cual todos participemos de forma proporcional y equitativa a generar los ingresos públicos que hoy día reclama el cumplimiento de esta impostergable responsabilidad del Gobierno Federal.
La tasa de la Contribución sería del 2% y aplicaría de forma general gravando las ventas de todos los bienes y servicios, de tal manera que la carga fiscal no se concentre en sectores específicos, sino que se distribuya de la manera más amplia posible. Con el fin de no afectar la competitividad de las exportaciones, estarán gravadas a tasa cero. La contribución tiene una base de efectivo y se aplica en todas las etapas de la producción de manera no acumulativa, permitiendo su acreditamiento para generar simplicidad.
No implicaría carga administrativa adicional. Con independencia de ello, se ha considerado que el SAT podrá emitir disposiciones para que la facturación de esta contribución sea equivalente a la que actualmente llevan los contribuyentes.” Hasta aquí la cita.
De estas propuestas de nuevos impuestos, o de incrementar las tasas de los ya existentes, lo que más molesta a muchos, muchísimos, es la manera disfrazada en que quieren meter un impuesto al consumo de medicinas y alimentos. Sin embargo, para todos tiene el presidente y la larga hilera de cruces continúa con los llamados impuestos al ingreso que, propone Calderón, quedarían de la siguiente manera: “En materia del impuesto sobre la renta;
En lo referente a la consolidación fiscal, se propone hacer exigibles los saldos actualizados con antigüedad mayor a cinco años del ISR diferido por los grupos sujetos a la consolidación fiscal, mediante un esquema de pagos consistente en que en cada ejercicio se entere el 60% de los saldos de los impuestos diferidos correspondientes a dicho ejercicio, y por el restante 40% se hagan pagos de 10% durante cuatro ejercicios.
Incrementar de manera temporal las tasas del ISR de empresas y de personas físicas, ubicando la máxima en 30% (2010-2012), en 29% para 2013 y retornar al 28% en 2014 para las personas morales y la tasa marginal superior de personas físicas.
Incrementar la tasa del sector primario a 21%.
• Para el impuesto a los depósitos en efectivo:
Aumentar la tasa de 2 a 3%.
Reducir el límite exento de 25,000 a 15,000 pesos mensuales.” Fin de la cita.
Un amigo me comentaba, muy molesto, que, como muchos lo han hecho ya, cancelaría sus cuentas de cheques porque no está dispuesto a pagar el tres por ciento por cada 15 pesos mil que deposite en ellas.
Como usted puede ver, amable lector, el asunto de los impuestos no deja satisfecho a nadie. Es cierto: la captación de impuestos ha bajado de manera notable, pero ello es culpa del propio sistema y de los enormes huecos que le deja a los grandes corporativos y a muchos contribuyentes para que sus declaraciones anuales sean por cantidades ínfimas, risibles y que seamos los causantes cautivos, los asalariados, quienes aportemos buena parte de esos ingreso que vía impuestos capta el gobierno federal.
En fin, espero que la negociación en el congreso, mejore las expectativas.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1. Me cuentan unos amigos que Andrés Manuel López Obrador llegó, antier, a comer al lugar donde ellos lo hacían. El lugar estaba casi lleno y lo que más impresionó, a mi fuente y sus contertulios, fue la dama que acompañaba al tabasqueño, a más de su escasa “fauna de acompañamiento”. Pero, nadie se sorprendió por la llegada del Peje, ni tampoco fue alguien a su mesa a saludarlo, ni nada por el estilo.
2. Secuestraron un avión de Aeroméxico. Los israelitas podrían aprender de los policías mexicanos cómo resolver este tipo de situaciones. Sin gritos, sin balas, detuvieron a un peligrosísimo secuestrador, armado con dos latas de jumex rellenas de tierra y con lucecitas, según él mismo dio a conocer. Menos mal.
3. La mejor forma del perdón es el olvido. Jorge Luis Borges
macosta68@gmail.com
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