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jueves, septiembre 17, 2009

Felipe Calderón, Peor Que Fox

La crisis es el tema del día, de la semana, del mes y del año y, por desgracia, lo será también en los años por venir. Ha quedado claro que el presidente Felipe Calderón Hinojosa no tiene la menor idea de qué hacer, ni cómo resolver la crisis que vivimos los mexicanos.

Una prueba contundente de lo que digo es la manera como ha manejado el presidente las situaciones y los problemas habidos desde el inicio de su mandato.

Desde su toma de posesión, los primeros funcionarios que nombró, los segundos y los terceros, han demostrado que a más de ser un hombre “echado pa’delante”, “entrón”y “de mecha corta”, ha mostrado pocas aptitudes para el ejercicio del poder. No tiene el nivel técnico de Ernesto Zedillo, ni la inteligencia y habilidad política de Carlos Salinas, tampoco tiene la desfachatez y chabacanería de Vicente Fox, ni la Martha Sahagún a quien echarle la culpa de todo.

Su capacidad y talento, y la de sus colaboradores, para enfrentar las situaciones adversas y los problemas derivados de las diversas crisis que vivimos los mexicanos, han sido tan escuálidos, que han propiciado el la extrapolación de dichos problemas y ahora sí estamos metidos hasta el fondo de la barranca y ni cómo salir de ella.

Hay problemas graves en salud. Tenemos un regreso evidente de las llamadas “enfermedades de la pobreza”. El dengue, la influenza en sus diversas formas, la tuberculosis, los piojos, el mal de Chagas y muchas más.

Hay problemas graves por el deterioro del entorno ecológico, por el daño ambiental que se ha producido en los últimos ocho años, justo los ochos años de pleno gobierno panista.

Los niveles de vida de los mexicanos han descendido. La calidad de vida es menor que hace 10 años.

El titular del poder ejecutivo no es el presidente de la república. El señor Felipe Calderón no ejerce como presidente de los mexicanos, sino como encargado del despacho de la emergencia nacional.

Sufrimos calamidades anuales, sequía e inundaciones asuelan por igual al país.

El presidente está en todas las emergencias. Va a todos los lugares donde hay desastres, es decir, a toda la república, en todos lados ofrece ayuda que sirve para paliar los daños, a todos ofrece condolencias, da apoyo moral.

Por desgracia, eso no basta para resolver los problemas o las situaciones complicadas que vive el país. No fue electo para poner excusas, ni para dar explicaciones de por qué ha resultado el gobierno más ineficiente de los últimos 51 años. El más ineficiente.

Felipe Calderón Hinojosa no fue un buen funcionario público, ni como director de Banobras, ni como secretario de Energía. No lo fue y estuvo metido en escándalos durante su paso por ambas dependencias gubernamentales.

En consecuencia, no había razones para pensar que podía ser un buen presidente del país. Ya sabemos que para tener éxito no basta con ser entrón, ni es suficiente “echarle los kilos”. Talento, sensibilidad, determinación, experiencia en el manejo de hombres y situaciones, pero sobre todo, se requiere ser un excelente tomador de decisiones y Felipe Calderón Hinojosa ha demostrado que no sabe tomar decisiones. No sabe cómo hacerlo.

Quienes hemos pagado su inefectividad somos los mexicanos. Tanto quienes votaron por él, como quienes lo hicimos por otras opciones y hasta quienes no votaron, tanto por no tener la edad para hacerlo, como por no querer hacerlo. A casi todos nos ha decepcionado.

Parecía fácil ser mejor que Vicente Fox, un presidente caracterizado por la verborrea y la chabacanería, así como por el protagonismo de su esposa. Parecía fácil. Parecía. Pero Felipe Calderón ha tenido un desempeño peor que el de Vicente Fox. Ahora hay tanta o más corrupción que cuando gobernó la dupla Fox-Sahagún, pero no hay tanta diversión.

Si usted considera que exagero, amable lector, lo invito a que me diga, vía email, en qué área del gobierno estamos mejor, en qué parte de su vida cotidiana se nota la mejoría e la calidad de vida. La verdad es que tenemos nueve años de estar rodando cuesta abajo, sólo que ahora la pendiente es mayor y por ello lo notamos más fácilmente.

Pero no se preocupe, todavía quedan tres años para que las cosas empeoren aún más.

Al tiempo.

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1. La señora senadora panista Martha Sosa de Rodríguez García, nacida en la primera mitad del siglo pasado, dice que el gobernador niega la realidad, pero que, afortunadamente, “ya se va”.

La señora, como suele ocurrir con ella, suelta luego una larga, larga lista de incoherencias y para muestra le doy la siguiente: “Es de lamentar no solamente las agresiones físicas, las muertes violentas, el decomiso de dinero, el descubrimiento de arsenales, la detención de un miembro de la Familia Michoacana en Manzanillo, sino que además conteste de una manera soberbia y altanera cuando alguien le hace alguna crítica”.

Bien, o mal, pero vayamos por partes. La senadora Sosa la menta, o se lamenta, entre otros puntos, del decomiso del dinero hecho por las autoridades federales en un recinto fiscal al que las autoridades estatales y municipales no tienen acceso, por cierto. ¿En serio? ¿La senadora Sosa lamenta el decomiso hecho? ¿Qué quería, que las autoridades no hubieran encontrado ese dinero?

De igual manera, la senadora Sosa lamenta, cito: “la detención de un miembro de la Familia Michoacana en Manzanillo”. No sé qué decir. Siento pena ajena. La señora senadora dice lamentar que las fuerzas de seguridad hayan hecho su trabajo de manera espléndida y hayan capturado un presunto delincuente.

¿Por qué le molestan esas acciones a la señora senadora Sosa?

2. ¿Usted le cree al diputado federal panista Pedro Peralta Rivas que votará en contra del dos por ciento de impuesto a todos los productos y servicios? Yo tampoco. Tiene razón Virgilio Mendoza al tipificar a este panista colimense.

3. Uno de los peores males de las guerras es la propaganda, la asfixia espiritual de la propaganda, de cualesquier propagandas. La peor es la que utiliza falsedades. Julio Torri

macosta68@gmail.com

agendapolitica.blogspot.com

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