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jueves, julio 02, 2009

De Candidatos y Errores

La noticia fue una bomba caída a media tarde: ¡¡¡el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, anuló las candidaturas de los diputados locales panistas, Brenda Gutiérrez, Enrique Michel y Gabriela Sevilla, por no haber solicitado licencia para separarse de su cargo, antes de registrarse como candidatos a presidentes municipales!!!

Más tarde, pude comprobar que, efectivamente, dicho Tribunal había tomado esa determinación y, también había anulado la candidatura de Francisco Uvalle Rojas como candidato por la coalición “PAN-ADC Ganará Colima” a segundo regidor por el municipio de Tecomán, debido a que éste no solicitó licencia para separarse de su cargo como presidente de la Junta Municipal de Cerro de Ortega.

El golpe fue durísimo y, para no variar, los panistas salieron a hacer sus lochadas de siempre. Dijeron que van a mandar al diablo las instituciones que, para ellos, los panistas, Brenda, Enrique y Gabriela siguen y seguirán siendo sus candidatos propietarios a presidentes municipales de Villa de Alvarez, Colima y Manzanillo, respectivamente.

La impugnación, vale hacer la precisión, fue realizada por el Partido del Trabajo, a quien dieron “palo” en las instancias iniciales y a quien pocos tomamos en serio con dicho trámite, porque los precedentes no les eran favorables.

En este sentido, la resolución es inédita, al menos para Colima y a reserva de constatar si hay otra en tal sentido en las otras salas regionales o en la superior del mal llamado TRIFE. De cualquier manera, lo que a primera vista parece excesivo es la disposición del Tribual de que el PAN registre a quienes eran los suplentes de Brenda, Enrique, Gabriela y Francisco, como los candidatos propietarios. No es una sugerencia, sino una orden que debe ser obedecida por los panistas y por el Instituto Electoral del Estado.

Los panistas pueden brincar y decir misa, así como mandar al diablo las instituciones, como ya amenazaron hacerlo con el asunto del jardín libertad para el cierre de campaña de Martha Sosa, pero están obligados a acatar la resolución del Tribunal, tan halagado antes por los propios panistas cuando resolvió en su favor el asunto de Virgilio y su separación material del cargo. Es un hecho que no debe pasarse por alto: no fueron los petistas, ni los priístas, ni los perredistas, sino el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación quien tomó dicha determinación. Es un órgano libérrimo que ha dado palo a moros y a cristianos y los mismos abogados que presumieron haber ganado la impugnación contra Virgilio son quienes perdieron este caso, el más importante de todos cuantos han llevado hasta hoy.

Pero la campaña panista ha venido de más a mucho menos. Iniciaron con una altísima expectativa de triunfo: los resquemores producidos por el proceso interno del PRI parecían insuperables y suficientes para abrirle un boquete inmenso al este partido.

Por su parte, los panistas habían usado el poder para repartir cargos a casi todos los grupos, unos en las diputaciones locales de mayoría, otros en las plurinominales, unos más en las federales de mayoría y, particularmente, en las plurinominales, donde el, Virgilio dixit, “gordo hediondo” de Pedro Peralta tuvo su momento de gloria para demostrar su inmensa capacidad para la incongruencia y falta de respeto a sí mismo, al aceptar la candidatura por esa vía, a pesar de que había declarado públicamente que no aceptaba a Martha Sosa de Rodríguez García, nacida en la primera mitad del siglo pasado, como candidata a gobernadora, porque no aceptaba las imposiciones, así fueren en su propio beneficio.

Lo de Esmeralda Cárdenas lo manejaron con posiciones electorales para miembros del grupo político al que pertenece y con el ofrecimiento de posiciones administrativas al término de su gestión. Punto. Asunto arreglado.

Con todo encarrilado, los panistas demostraron su enorme capacidad para el desastre. La candidata a gobernadora nunca ha sido una persona sensible, con capacidad para resolver conflictos. Por el contrario, es un torbellino que, si hubiera sido jugadora de futbol, habría sido del estilo de Miguel Angel Cornero, porque suele llevarse a todo el que se le atraviesa. No suele llegar a acuerdos duraderos, que beneficien a las partes en conflicto, sino que pretende avasallar. Sus compañeros de partido lo saben y era una de las principales razones por las que no la deseaban como candidata.

Desde hace dos años escribí que Martha Sosa era la única aspirante que nada tenia qué ofrecer a los panistas para ganar la gubernatura, porque no sumaba votos ajenos al PAN y era la única que podría lograr el milagro de la unificación de los priístas.

Ahora bien, aunado a esta especial característica de la señora candidata panista a la gubernatura, están todos los errores que han cometido en estos dos meses y medio de campaña. En primer término, la designación del coordinador general y los distritales de la campaña. En segundo, las raterías de Miss Wal- Mart, Dania Puga, a quienes los panistas mantienen como candidata a diputada plurinominal, lo que demuestra, en los hechos, su connivencia con la delincuencia, porque si no fuera así, si realmente se preocuparan por actuar con decencia y honorabilidad, en el mismo momento habrían hecho la sustitución de candidata, pero al negarse a hacerlo, le apuestan a que la gente se le olvide que tienen como candidata a diputada plurinominal a una ladrona cogida en el acto. Punto.

Luego siguieron Virgilio Mendoza y su “chingue a su madre mientras sea negocio” y Nacho Rodríguez García y su lamentable accidente donde atropelló a una niña.

Hasta aquí le paro por falta de espacio, pero aún hay tela para seguir cortando.

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1. Vino Beatriz Paredes a Colima para el cierre de campaña del candidato del PRI a la gubernatura.

2. Las matemáticas no mienten, lo que hay son muchos matemáticos mentirosos. Henry David Thoreau

3. Lo que no es no será, porque además es imposible. Teresa Nava

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