Agenda Política

Por Miguel Acosta Vargas

8M, lamentables hechos

Lo ocurrido el viernes 8 de marzo quedará grabado en la historia política de Colima. Es cierto, es algo reprobable, reprochable y muestra hasta dónde puede llevar una decisión equivocada tomada en el peor momento posible, pensada sólo desde el punto de vista policial y como una acción reactiva para reprimir, no para evitar daños ni maltrato a personas.

Tardía e insuficiente la decisión de cesar al responsable directo de dar la orden de gasear a las personas presentes en las inmediaciones de palacio de gobierno. Sin embargo, hacerlo fue un reconocimiento implícito del grave y costoso error cometido al ordenar esos actos. Eso también lo reconozco.

En las redes sociales, las críticas fueron tremendas en contra de la gobernadora, del secretario general de gobierno, a quien alguien, de manera anónima, culpó de no sólo haber sido partícipe, sino de sino de haber planeado y ordenado tales acciones.

La actuación del Titular del organismo estatal de defensa de los derechos humanos declaró haber sido testigo de los actos en contra de las manifestantes y manifestó su disposición para realizar las investigaciones necesarias para emitir la declaración respectiva.

Ignoro cuál fue la ruta crítica seguida por los distintos personajes participantes en el cuarto de guerra o de Agenda de Crisis, el nombre es lo de menos; asimismo, desconozco las limitaciones de autoridad y de toma de decisiones al respecto de cada uno de los integrantes de dicho cuerpo.

El impacto en las redes sociales es muy negativo para el gobierno estatal y sólo se notan a personajes vocingleros, incapaces, hasta hoy, de argumentar, pero muy aptos para injuriar y provocar mayor rechazo a quien o quienes pretenden defender.

En varios grupos de Whatsapp, Telegram y Facebook es notoria su ansiedad y, a la vez, su incapacidad para hilar frases coherentes en defensa del gobierno estatal. Han llegado al extremo de querer culpar a los reprimidos, eso dice todo de su valor como promoto0res de los valores y las acciones gubernamentales.

Cuando el adjetivo sustituye al argumento, todo está perdido.

Finalmente, los partidos de oposición en Colima estuvieron ausente de esta gran discusión social. Tarde y mal salió el PRI a los medios. Ausencia total del PAN,  del PRD y MC.

Sus hechos los delatan.

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1. Vino a Colima el candidato a presidente de la república del partido Movimiento Ciudadano, (MC), y le puso una barrida, trapeada y fregada a las autoridades municipales cuya principal actividad oficial es la de armar pachangones, festivales y monsergas similares y conexas. En el acto estaban presentes la candidata al Senadio en la primera fórmula por ese partido, la señora presidente municipal de Manzanillo, Griselda Martínez Martínez, así como la aspirante candidata a la reelección en el ayuntamiento de Colima, la señora presidente municipal, Elia Margarita Moreno González.

Las caras de ambas dijeron todo. Ignoro si fue autocrítica o ignorancia del candidato presidencial emecista, pero sus palabras lastimaron a ambas señoras y a muchos de sus partidarios y colaboradores presentes en el acto.

En este caso, celebro la concordancia del señor candidato a presidente de la república por el MC, con lo dicho con anterioridad en esta columna.

Menos folclore y más trabajo en beneficio de la población en general. Eso hace falta.

2. La propuesta de Xóchitl Gálvez respecto de las energías limpias, me parece sensata, oportuna y, sobre todo, necesaria. Asimismo, la de echar a andar en serio el asunto del puerto de Cuyutlán, porque vendría a optimizar las operaciones portuarias. Si no mal recuerdo, Nabor Ochoa, cuando fue legislador federal, fue tenaz impulsor de este proyecto.

3. Censurar y alabar son operaciones sentimentales que nada tienen que ver con la crítica. Jorge Luis Borges