La crisis es cada día mayor y los mexicanos la vemos reflejada en los actos más sencillos de nuestra vida cotidiana. Los precios aumentan de manera silenciosa, los salarios disminuyen, los empleos se pierden, las inversiones se alejan y la inseguridad forma parte ya de la normalidad en que vivimos todos los días.
El presidente Felipe Calderón ha sido, hasta hoy, incapaz de revertir e lo más mínimo esta situación. La crisis se vio venir y aquí se dijo que México no sería afectado por ella, como si fuéramos una ínsula o viviéramos fuera de esta globalidad.
Nada se hizo para prevenir los duros efectos de la crisis, nada. Discursos fueron y discursos vinieron y acciones reales, concretas, plausibles y, sobre todo, efectivas, estuvieron, y están, ausentes hasta hoy.
Pero el presidente Calderón es un hombre que pretende diferenciarse de su antecesor, quien a base de gracejadas y deliberadas torpezas, manejaba su imagen pública en función de trivialidades, mientras los asuntos propios del gobierno y del Estado Mexicano eran manejados por su mujer, Martha Sahagún y gamberros que la acompañaban.
En cambio, Calderón ha tratado de darle seriedad y solemnidad a la institución presidencial, lo ha intentado. Pero el resultado es el mismo porque, más allá de las formas y su estilo personal de gobernar, ambos presidentes se han caracterizado por el fracaso de las políticas establecidas y de las medidas tomadas en dos ámbitos específicos: el económico y la seguridad nacional.
Pocos en este país pueden dudar que el narcotráfico es uno de los dos principales problemas que los mexicanos padecemos. Así lo han expresado en diversos medios y encuestas. El otro problema es el económico, en el que los mexicanos, muchos de ellos, ven como cada día es más y más difícil encontrar empleo y, simultáneamente, ven como son cerradas diversas fuentes de empleo, o reducidos los salarios hasta en un 50 por ciento, como pasó en Coahuila, en las armadoras automotrices.
Inversiones productivas, empleo y seguridad. Tres batallas perdidas por el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa. La del empleo apunta para ser una catástrofe, porque las cifras oficiales apuntan a que en este año se perderán poco más de 750 mil empleos, por lo que se puede colegir que las cifras reales podrían andar arriba del millón de empleos perdidos en este año electoral.
A diferencia de Fox -quien recibió una economía saneada y accedió al poder en una tersa ceremonia, sólo violentada por el propio presidente- Felipe Calderón llegó al poder sumamente cuestionado y debe al PRI haber tomado posesión de su cargo. Esto es algo probado, más allá de especulaciones o “hubieras”. Pero, “haiga sido como haiga sido”, Calderón se hizo del poder y desde el primer momento demostró que gobernaría con los cuates, con un círculo cerrado de amigos que carecían de experiencia en las tareas de gobierno, Calderón el primero de ellos. Los resultados eran previsibles. La catástrofe era inminente.
Calderón ha demostrado a propios y extraños que es un hombre de “mecha corta”, como suelen decir en público, es hombre de reacciones coléricas, tiene carácter fuerte, aseguran los medios. Ese no es el problema, ni la solución para los problemas de México y de los mexicanos. Se requiere un manejo inteligente, no atrabancado de los asuntos públicos, las respuestas deben obedecer a la reflexión y al análisis y no a los arrebatos.
Calderón se lamenta de lo que pasa en el país, pero es el principal responsable de que las cosas estén como están. Ha actuado mal y a destiempo. Calderón es un reaccionario, porque no ha podido anticipar los hechos, sino que reacciona a esto, reacciona a aquello, y así se la ha llevado tres años. No hay plan de mediano plazo, sino urgencia de resolver lo inmediato.
La inseguridad priva en todo el país. De Mérida a Ensenada, como decía el viejísimo anuncio de las baterías, el asunto es el mismo: inseguridad. Ver al ejército en las calles es una realidad cotidiana en muchas ciudades y pueblos del país. No formar parte de las estadísticas es ya un hecho excepcional.
El narcotráfico se ha filtrado en todas partes, pero el gobierno mismo ha advertido que ahora pretende disputar el poder político, tener sus propios gobernantes, desafiar a la autoridad política con movilizaciones sociales, como ya ocurrió en Nuevo León y fue documentado por la revista Indigo.
Este es el grave presente que los mexicanos estamos viviendo con un presidente que prefiere los constantes giros de timón y que, hasta hoy, no ha sabido cómo gobernar bien este país.
TRES COMENTARIOS AL MARGEN
1. Mañana se reunirán los aspirantes panistas a la gubernatura. Según me fue informado, e la reunión estarán no sólo la dirigencia nacional, sino también el presidente estatal de ese partido, Fernando Antero y el de la Comisión Estatal de Elecciones, o como se llame, José Antonio Fernández Cárdenas y, sobre todo, los aspirantes a candidato a gobernador.
La reunión será en la ciudad de México y se espera que todos acepten la decisión del CEN. Se espera.
Mientras eso ocurre, según mi fuente, ayer se reunieron en Manzanillo cuatro de los ocho aspirantes. Allí se supo que el alcalde de Manzanillo, Virgilio Mendoza, uno de los cuatro ausentes, habría dicho a varios panistas villalvarenses, justo el sábado en las fiestas de La Villa, que él ya había hablado con la señora senadora Martha Sosa de Rodríguez García, nacida en la primera mitad del siglo pasado y que ella le había dado ya su apoyo, al darse cuenta de que la decisión del CEN había cambiado y que el beneficiado con el dedazo será Leoncio Morán.
Según me informaron, la cara de la legisladora era gris, totalmente gris, al momento de escuchar lo que su interlocutor le decía. No es cierto, dicen que dijo. No es cierto, reiteró.
En ese momento la legisladora se dio cuenta el propósito de Virgilio Mendoza de “sumarse” a su candidatura. En realidad lo hizo para hacerle marcaje personal, por eso fue la insistencia en que irían juntos por las candidaturas a la gubernatura y a la diputación federal por el segundo distrito electoral.
Pero el alcalde Virgilio Mendoza negó haber dicho a alguien que la señora senadora Martha Sosa de Rodríguez García, nacida en la primera mitad del siglo pasado, ya había aceptado unirse al alcalde de Manzanillo.
Así, las cosas, amable lector, saque usted sus propias conclusiones.
2. “El hecho de que hoy se le amenace (a Arturo Díaz Rivera, Procurador del Estado), quiere decir que efectivamente no tiene ningún vínculo, como yo siempre lo he sabido, como la gran familia colimense lo sabe, y al final del camino no es una amenaza para el procurador, es una amenaza para todo el pueblo de Colima porque el procurador se ha dedicado a aplicar la ley y a generar las acciones de persecución correspondiente para quienes delinquen.”
“Lastima que no tengamos ese mismo compromiso en algunas otras corporaciones policíacas y pedirle al delegado de la PGR que actúe, porque sin duda que esto también es parte de delincuencia organizada, y no porque le estemos sacando al parche, nunca le hemos sacado, ni le vamos a sacar, sin embargo si esperamos resultados concretos de las indagatorias que lleva a cabo la PGR como el órgano técnico encargado de integrar las averiguaciones previas cuando se trata de delitos federales.”
“Nuestro procurador tiene el total respaldo de todo el gabinete, desde luego del gobernador del Estado y tiene mi total confianza y mi reconocimiento a su lealtad, a su convicción, a su entrega, a su compromiso y a su efectividad en lo que lleva en el cargo.” Silverio Cavazos Ceballos.
3. “El mejor placer de la vida es hacer lo que la gente te dice que no puedes hacer”. Walter Bagehot
No hay comentarios.:
Publicar un comentario