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jueves, abril 19, 2001

¿Modernización, democratización? la farsa priísta

19 de abril de 2001

Agenda Política

Miguel Acosta Vargas

“…Los dirigentes del PRI tienden, en la mayoría de las ocasiones, a decir cosas que no son probables y ni siquiera comprobables, por ello se ven en la necesidad de aceptar hechos que contradicen el discurso empleado para determinado asunto.

Durante mucho tiempo, Colosio Murrieta y compañía insistieron en que, ahora sí, se nominaría a los candidatos de ese partido a cargos de elección popular mediante consulta a las bases. Resulta innecesario rememorar los problemas generados por esta presunta intención democratizadora y otorgante de la facultad decitoria a los auténticos priístas. Los embates de los dinopriístas fueron de antología y el soldado Fidel Velázquez hizo como quiso al general Colosio Murrieta, héroe de mil batallas...perdidas.

Para darle mayor sabor al caldo, los estrategas del sistemas idearon la celebración de una magna asamblea del priísmo en donde se modificarían las reglas del juego y se abrirían cauces para dar oportunidad de que los verdaderos militantes, esos que hacen talacha partidista sin esperar nada a cambio, pensaran que podían participar en el gran juego trianual, el de formar parte de quienes deciden los nombres de los candidatos, quienes los proponen y seleccionan.

Todo fue bien... hasta el momento del discurso de inauguración, donde los pocos que aún pensaban en que podían cambiar el rumbo de la historia, se dieron cuenta de que, una vez más habían sido usados para beneficio de unos cuantos que, como siempre, se avivaron y quedaron al frente de las comisiones encargadas de redactar los estatutos y de canalizar los ímpetus reformadores de los crédulos asambleístas.

Mientras tanto, los mismos de siempre, los beneficiarios del sistema, mantenían sus cuotas de poder y defendían como gatos boca arriba una cantidad determinada de posiciones para el sector que comandaban, aunque para lograrlo tuvieran que pasar sobre lo que fuera...incluidos los nuevos estatutos.

Si antes era parte del ritual que los sectores y organizaciones integrantes del partido se reuniesen para determinar quienes serían sus candidatos a cada uno de los cargos en disputa, ahora, con las reformas en plena vigencia, se esperaba que todo mundo estuviese quieto hasta que la diligencia nacional se dignase emitir la convocatoria en la que se enunciaría la forma en que habría de seleccionarse a los candidatos

Craso error. Todas las organizaciones, para no errarle, se apegaron al discurso renovador y en la práctica, continuaron actuando en forma similar a como lo hacían anteriormente. Se reunieron en cónclave los dirigentes de las organizaciones y sectores y determinaron quienes serían sus candidatos a cada cargo de elección popular que estuviera en disputa. El agandalle puro, pues.

Por lo tanto, no puede hablarse de que haya existido madruguete por parte de organización alguna; por el contrario, se ajustaron a los hechos e hicieron a un lado el discurso modernizador y democratizador que Colosio y compañía habían mantenido durante algún tiempo. Es decir, más allá de romanticismos o idealismos, fueron rotundamente prácticos y propusieron a quienes consideran sus mejores piezas. Ya los dirigentes sabrán si aceptan o no dichas nominaciones, propuestas o como usted desee llamarles.

En fin, son los problemas propios de quien sufre la evidente incapacidad para hacer coincidir los discursos con los hechos...”

Lo anterior se publicó el 21 de febrero de 1990. Juzgue Usted: ¿han cambiado, para bien, los priístas? ¿Aprendieron algo positivo de su derrota en el proceso electoral de 2000?

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1.- La democracia es una forma de vida, de organización social, que se alcanza gradualmente, mediante un proceso concordante con el desarrollo de una sociedad determinada; en la medida que ésta alcanza más altos índices de cultura, educación política y bienestar económico, en suma, de igualdad y justicia social, podemos hablar de una sociedad con un alto contenido democrático, más justa, más participativa, más plena y más vital y, por lo tanto, más soberana.

La mera alternancia en el poder, no es garantía de evolución democrática, como algunos nos quieren hacer creer, si no va acompañada de un mejoramiento real y constante en el nivel de vida de la población. La democracia es para cumplirle al pueblo, para responder a sus demandas, para lograr la satisfacción de sus necesidades. Por estas razones, estamos obligados a avanzar en el camino de la modernización de la administración pública, pero hacerlo de veras, sin mentiras, ni ambages.

En un ámbito más amplio, en un entorno en el que tanto se habla de modernización y globalización, es oportuno señalar que las prioridades de la modernización las define nuestra historia: el interés general por encima de los intereses particulares, dar más a quienes menos tienen, fundar la unidad en el acuerdo razonado, en el ejercicio de la ley y de la libertad.

Esta es la estrategia del cambio para perdurar y para ser más fuertes. Así es y así deberá de ser la estrategia de la modernización.

Por eso, la modernización es dar dirección y profundidad al cambio. Dirección, para realizar los objetivos de soberanía, justicia, democracia y libertad. Profundidad para alcanzar las estructuras básicas de la sociedad y para encauzar los hábitos y los comportamientos cotidianos hacia una nueva cultura política contemporánea.

La modernización entraña, por ello, una actitud más propia de nuestro tiempo: la de enfrentar con optimismo, con oportunidad y con tesón los escenarios cambiantes del presente. Requiere de una disposición para crear, innovar, imaginar, modificar lo que detiene o desvía nuestro avance.

Esto es, frente a la intimidante incertidumbre, proyectos sociales claros; conciencia plena de las situaciones, firmeza, ecuanimidad.

La modernización nos exige, entonces, ser más eficaces para colmar nuestros propósitos invariables y llama a liberar las energías de todos los integrantes del cuerpo social para seguir construyendo el proyecto de nación por el que hemos luchado históricamente.

2.- “(...)Los cocodrilos vierten lágrimas cuando devoran a sus víctimas. He ahí su sabiduría(...)” Francis Bacon

3.- “(...)Un experto es alguien que sabe cada vez más sobre menos, hasta que lo sabe todo sobre nada”(...) Tomás A. Nava

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