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jueves, octubre 18, 2007

El Timón Perdido

La intervención del gobernador del estado, Silverio Cavazos, en la sesión de Consejo Político Estatal del PRI, celebrada el viernes pasado, fue paradigmática y dio claras señales de que al propio mandatario había fastidiado ya el manejo del tropo usado en su mensaje político durante su cuarto informe de gobierno, el uno de octubre.
El malísimo discurso -atribuido por algunos a Hilario Leal, Director de Asuntos Políticos de la Secretaría General de Gobierno, aunque la autoría resulta irrelevante- y el peor uso del tropo marinero, a más de los grandes problemas de congruencia, sobre todo aquello de las olas artificiales, porque en el mar, donde andan los barcos de adeveras, no hay olas artificiales, lo que denota una barbaridad, una tontería del escribiente, porque hacer decir a alguien que hay olas artificiales, es hacerlo decir cosas sin sentido.
No se puede escribir de lo que no se sabe. Es una regla de oro.
Tal vez, sólo tal vez, por esa razón el gobernador decidió poner fin de manera enérgica a todos los cotilleos y chismorreos desatados al respecto y en la sesión del viernes pasado, ante los miembros del consejo político de su partido, dijo que nadie al interior del PRI le quiere quitar el timón. Por supuesto, como me dijeron varios de los asistentes, no lo dijo con esas palabras exactas, pero eso fue lo que entendieron muchos de los allí presentes, según me lo confió un altísimo funcionario del propio partido en Colima y varios de quienes asistieron a dicho acto.
La del gobernador del estado no es una declaración menor, porque al decir eso, el tropo marinero carece de sentido, porque, si ningún priista pretende arrebatarle el timón de la nave Colima, entonces, cualesquiera que pretendan arrebatárselo, estarán haciendo su trabajo. Nada más, pero nada menos.
El trabajo de cualquier partido opositor es arrebatar el poder por los medios legales. Por eso hacen trabajo político, para eso hacen política, para ganar el poder, para arrebatárselo de las manos a quien lo tenga. Pueden hacerlo de manera mediática, como ha pretendido hacerlo el senador Carlos Sotelo con el tema de la regasificadora. Eso es legal y legítimo. No sé si sea eficaz o le haga ganar mediáticamente al senador, pero eso no requería ningún tropo marinero mal empleado y peor redactado.
Por estas razones, había priistas convencidos de que la referencia al timón y demás zarandajas era en función de un grupo de priistas que presuntamente le disputaban al señor Gobernador el control del aparato político priista. Aunque esos mismos sabían que es realmente difícil arrebatarle a un gobernador cualquiera el control del aparato, de la nomenclatura, porque él la dirige.
Por lo tanto, el tropo resultaba lógico si y sólo si estaba en función de que fueran priistas quienes pretendieran arrebatarle el poder al gobernador. Pero eso es una estupidez, pensarlo siquiera ya lo es. Una verdadera estupidez. De allí la atingencia del gobernador en aclarar el punto y la sonrisa de muchos de los priistas.
Me parece que esa fue una de las razones que pudo haber tenido el gobernador para esclarecer el asunto ante sus compañeros de Partido. Para que no se hagan bolas los priistas, sobre todo los que se dicen priistas o, bueno, los que cobran como si lo fueran o sirvieran realmente para algo más que ser rumorólogos o aplaudidores acríticos.
A esos mismos fue dirigido el mensaje de Beatriz Paredes: el gobernador es Silverio. Nadie más. Puede parecer algo desfasado el reconocimiento, pero si en su informe de gobierno Silverio Cavazos dijo que había quienes intentaban arrebatarle el timón, la lógica de Beatriz Paredes fue decirle a todos: no se confundan: Silverio Cavazos es gobernador de Colima y yo me subo a la nave Colima porque Silverio es el capitán y nadie más que él.

Por eso, muchos priistas recibieron con tan buen ánimo las palabras del gobernador del estado, de su líder estatal, de que no tiene ningún conflicto interno, que no hay nadie al interior del PRI que le intente o haya intentado arrebatarle el ya famosísimo timón.
Por lo pronto vale la pena esperar para ver qué reacciones hay al respecto.

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

1. Muy buena la idea de que el gobernador haya estado un tiempo “chateando” con sus gobernados. Es aprovechar las ventajas de la informática para acercarse a los colimenses.

2. Le habían pedido que les ayudara a litigar la compra de parcelas ubicadas entre Suchitlán y Cofradía de Suchitlán. Querían hasta 75 hectáreas. Hizo su trabajo y fue negociando precios y procedimientos con los presuntos vendedores. Cuando casi todo el paquete estuvo listo, fue y les informó a los compradores. Le dijeron que estaba bien, que luego le llamarían. Gustoso por la jugosa comisión que se ganaría con la operación, esperó a que le llamaran, y esperó y esperó y esperó, hasta que un día se encontró en un supermercado a uno de los ejidatarios que venderían sus parcelas, y éste, contento, lo saludo y le dijo: “ya estuvo el negocito, jefe. Quedó tal como lo habíamos acordado”. Nuestro personaje no supo qué hacer o qué decir. Llegó a su casa y echó unos tequilas, ¡pa’l coraje!

Luego, empezó a hablar…

3.- "Habría que añadir dos derechos a la lista de derechos del hombre: el derecho al desorden y el derecho a marcharse." Charles Baudelaire

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