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jueves, febrero 28, 1991

AP 28/02/1991

28 de febrero de 1991

Agenda Política

Miguel Acosta Vargas

Serán los militantes quienes decidan quién será candidato a gobernador por el PRI. Esto queda asentado en la convocatoria emitida en Nuevo León. Se espera que no haya modificaciones sustanciales en la que se lanzará aquí. Tal vez el miércoles próximo se dé a conocer este documento.

El mecanismo a utilizar pretende disminuir los riesgos de polarizaciones que destruyan la unidad entre los priístas o que le dañen severamente. El hecho de que el proselitismo vaya a ser realizado de manera conjunta por los aspirantes, obedece a ese propósito conciliador.

Al decidir que sean los militantes y no los simples miembros del PRI los que puedan votar en este proceso, el partido enfrenta un riesgo y es el de que surja la inconformidad entre quienes no puedan, no se les permita mostrar su preferencia por un aspirante determinado, por el sencillo hecho de que no obtuvo el carnet de militante.

Un asunto más que no bastará estar inscrito en el padrón de militantes sino que deberá mostrarse, al momento de acudir a depositar el voto, la copia de la solicitud de la nueva credencial de elector. Esto tiene un objetivo; el de inducir a los militantes a inscribirse en el Registro Federal de Electores y asegurar, así, votos en su favor el 18 de agosto.

De esta manera, se deja en manos de quienes en verdad deseen participar en este juego, en esta actividad intrapartidista el derecho de seleccionar –en un proceso abierto, claro y transparente– a quien será su candidato a gobernador para el sexenio 19911-1997.

¿Quien puede tener mayores probabilidades de resultar triunfante en este proceso? Es difícil asegurar o afirmar algo a este respecto, cuando ni siquiera se tiene la idea del número exacto de militantes que hay registrados en todo el estado. Hablar de 30, 20, 10 o 5 mil, o cualquier cifra, porque no hay un dato oficial al respecto.

De cualquier manera, el universo de los electores se va a reducir dramáticamente, lo que facilitará el proceso y se ajustará estrictamente a lo estipulado en los estatutos y acuerdos de la asamblea nacional.

Las sumas y las adhesiones que pueden darse después de que el CEN priísta emita el dictamen de quiénes estarán en el proceso, es decir una vez que defina si pueden participar todos los que, cumpliendo estrictamente con los requisitos estipulados en la convocatoria, se hayan inscrito, o excluirá a alguno o algunos de ellos y dejará a solo dos o se deciden por la tradicional terna.

No se puede anticipar a quién entregarían su voto los militantes que hubiesen simpatizado con un aspirante eliminado por el CEN del partido. Este es el embrollo.

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

Uno. Dos de los aspirantes, Socorro Díaz Palacios y Carlos de la Madrid Virgen, obtuvieron ayer su cartilla de militantes y quedaron listos para inscribirse en el proceso de selección.

Dos. La fuerza multinacional venció a los iraquíes. Algo similar puede ocurrir aquí, en dos semanas más.

Tres. Este es el momento de la ecuanimidad, donde la sensatez y el oficio político se mostrarán cabalmente. Quien pretenda modificar los tiempos y las formas podría quedar fuera.

No es tiempo de albazos.

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