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jueves, noviembre 22, 1990

AP 22/02/1990

22 de febrero de 1990

Agenda Política

Miguel Acosta Vargas

El PRI verá en pocos días, el regreso de algunos militantes a su seno. La causa; el abandono de los cardenistas de Cerro de Ortega de los partidos del Frente y de la Revolución Democrática. La razón para hacer esto eso dicen los hijos pródigos, la poca seriedad de los dirigentes de dichos partidos.

La noticia es buena para los priístas...si es cierta. Porque en Cerro de Ortega, debe recordarse, no le ha ido muy bien al PRI, desde las elecciones de julio de 1968. En las municipales del año pasado, los cardenistas hicieron de ese lugar su trinchera y apabullaron a los priístas. En aquel entonces, algunos de los dirigentes priístas, reacios a reconocer la realidad, adujeron como causa de su derrota el que los cardenistas habían realizado robo de armas, votaciones en carrusel, el que hubiesen votado gente de Michoacán, en fin.

Después de que se conoció la victoria de Enrique Alcocer Acevedo, priísta, se inició una larga lucha entre los partidos que alguna vez integraron el Frente Democrático y el PRI. Para desgracia de los priístas, Alcocer Acevedo mostró pronto su incapacidad política y los desaciertos se iniciaron. Y empezaron los problemas en Cerro de Ortega. Se realizaron elecciones para la presidencia de la junta municipal y las ganó la oposición. Y los cardenistas quitaron a su gente, porque no trabajaba. Y hasta Humberto Ramírez Palacios, expresidente municipal de Manzanillo, fue a desempeñar el cargo a Cerro de Ortega. Nada valió.

Hoy, los cardenistas tienen de nuevo la presidencia de la junta municipal en sus manos. Aunque los problemas no se han terminado; al contrario, cada día se recrudecen más y más. Y el problema es mayor debido a que al parecer, existen problemas de comunicación entre los oposicionistas y uno de sus dirigentes, Leopoldo Bueno, -aquel que algunos aseguran que ganó las elecciones municipales en Tecomán y no supo hacer valer su triunfo-; esto ha provocado desconcierto y malestar entre los oposicionistas de Cerro de Ortega.

Por ello existen razones fundadas para creer que pudiera, solo pudiera, ser la noticia. Así, el PRI vería fortalecido en Cerro de Ortega con la reincorporación de los 80 militantes anunciados. A más del número, lo importante son las razones por las que decidieron regresar: reconocer que el comité municipal priísta está realizando una labor en beneficio de las clases populares.

Y se reincorporan con trabajo, porque formaron un comité para promover obras de equipamiento urbano. Por supuesto, la respuesta de las autoridades municipales, al parecer, fue inmediata; se harán las reparaciones necesarias a la red de drenaje, así como la introducción de la misma, según sea el caso.

Aunque el presidente de la junta municipal, aseguró que nada de lo dicho hasta ahora es cierto. Que en ese pueblo todos se conocen y que, de cualquier modo, los priístas seguirán siendo minoría.

Al tiempo.

TRES COMENTARIOS AL MARGEN

Uno. El asunto de los límites no pasará del parto de los montes. Todo quedará igual. El gobernador de Jalisco, Guillermo Cosio Vidaurri, aprovecho el viaje y obtuvo publicidad. Al tiempo.

Dos. Tienen razón, es sencillo llenar una cuartilla con los nombres de todos aquellos que alguna vez ocuparon un cargo de elección popular. Ya hasta Alejandro Meillón lo candidatean para diputado federal. Cosas veredes, mio Cid.

Tres. De la conferencia del viernes en el Museo de Historia de Colima, salió confundido; al final, ya no sabía si fue Obregón o Carranza el de los cañonazos de 50 mil pesos y si fue José Ortega y Gasset, el autor de El hombre y su circunstancia, o un tal Guildry, o algo así. Vaya, pues.

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